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Ejercítate en la Piedad

Hay quienes son piadosos de manera externa.  Visten de cierta manera para hacerse ver con una cierta reverencia, pero en el corazón, el mismo Cristo dijo que son tumbas llenas de huesos.  Son gente que tratan de imponerles cosas a otros que ni ellos mismos viven.  Pero estos no son los más peligrosos.  Muchas veces, a los que criticamos de religiosos, son dignos de admirar.  Un sacerdote, por ejemplo, que toma un voto de abstinencia, de mantenerse puro, eso es digno de respetar; viven por dentro lo que viven por fuera.  Puede que sean muy tradicionales para tu gusto o estilo, pero no dejan de ser dignos de admirar por los compromisos que han hecho y cómo los cumplen.  Pero estos que son externos, son fáciles de identificar.  La piedad más complicada es la gente que está buscando una manera para justificar bíblicamente una acción que va en contra del carácter de Dios.  Esos son los piadosos más peligrosos.  Quieren justificar sus pecados, sus problemas de carácter, a través de la palabra de Dios, y se llevan enredados a muchos.  Se oyen tan bien, que sin darte cuenta, te pueden llevar a error.

La piedad no es simplemente hacer buenas obras, ayudar al necesitado.  Eso es tener misericordia, pero dice la palabra que de nada te sirve dar tu cuerpo para ser quemado o dar tus bienes a los pobres, si no tienes amor, de nada te sirve.  Si tu acción no es congruente con algo en tu interior, de nada te sirve.  Es con estos que tienes que tener cuidado.  Por eso es que tú tienes que conocer el carácter de Dios.  Esta es gente que busca justificar sus pecados, basados en interpretaciones incorrectas de la palabra de Dios.  Pablo dice que esta es gente que niega la eficacia de vivir una vida de pureza.

14 Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, 15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. 16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.”  1 Timoteo 3:14-16

Pablo le está diciendo a Timoteo que hay poder en la vida del creyente, que este misterio del que le estaba hablando, fue el que levantó a Cristo.  Lo que levantó a Cristo de los muertos fue que se mantuvo firme, que nunca pecó, que todo lo que hizo fue para agradar a Dios.  Así que nadie puede decir que no hay eficacia, poder en agradar a Dios.  Una persona que trata de agradar a Dios, de cuidarse, de mantenerse en línea con la Palabra, va a tener que vencer persecuciones, problemas, dificultades, pero hay resultados en tu vida cuando te cuidas, cuando te guardas para Dios, cuando internamente tratas de vivir esa vida correcta delante de Él, cuando eres capaz de vivir con ese temor y reverencia.

Pablo le dice a Timoteo que esto es algo que tiene que ejercitar.  La pregunta es, entonces, ¿cómo nos ejercitamos en la piedad?

Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.”  1 Timoteo 4:6-8

  1. Crece en la palabra revelada de Dios.  Conoce a Dios, su carácter.

Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad,”  Tito 1:1

El conocimiento de Dios es según la piedad, según el agradarle a Dios.  Tito estaba diciendo que tenemos que permanecer en ese conocimiento, buscando revelación de la Palabra.

  1. Ten un verdadero compromiso, deseo de obedecer a Dios, de vivir para Él.

31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.”  Juan 9:31

Tiene que haber un compromiso en tu vida.  Obedécele, haz todo lo posible por agradarle.

  1. Enfócate en las cosas que son importantes, que tienen verdadero valor para tu vida.

Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”  2 Timoteo 4:1-8

Pablo dice a Timoteo: Enfócate en lo que es importante, en tu misión y propósito.  Si algo es difícil es mantenerte enfocado entre tanta nueva moda, gente con comezón de oído.  Lo segundo en que exhorta Pablo a Timoteo es enfocarse en la gente.  Tu vida afecta al que está a tu lado, así que no puedes vivir meramente para ti; vive de forma correcta, en orden.  Lo tercero, enfócate en lo eterno, no en lo temporero.  Enfócate en lo que viene, en el futuro, en el más allá.  Una falta de carácter en tu vida, puede hacerte desperdiciar toda una vida de trabajo.  No te enfoques meramente en el placer del momento.  Enfócate en el mañana, en lo que Dios tiene preparado para ti.

  1. Crece en el conocimiento del carácter de Dios.  El que no vive una vida piadosa es porque solo conoce los hechos del carácter, pero estos pueden contradecirse en tu mente porque ¿cómo Dios puede ser justo y al mismo tiempo, misericordioso?  ¿Cómo ama al pecador y aborrece al pecado?  Él muestra su misericordia al que peca, pero ¿cómo balanceamos esto con el verso que dice que al pecador, Dios no lo oye?  La gente cree en el Dios que ama o en el que juzga, porque no pueden entender que Él es los dos.  El que quiere que se permita el pecado, quiere ver al Dios que ama y perdona, pero no al que castiga; ese lo ven los religiosos.  ¿Quién está bien y quién está mal?  Ambos están bien, el problema es que solo conocen los hechos del carácter de Dios, pero cómo ese carácter se manifiesta, es otra cosa.

Cuando tienes una relación con tus hijos, ellos tienen que saber que eres recto, y que hay cosas que te gustan, pero hay cosas que te pueden gustar y que son factibles en un momento, pero no en otros.  Es como la prudencia.  Tú no puedes enseñarle a alguien prudencia.  Es algo que desarrollas porque no hay una regla; lo que es prudente en un lugar, no lo es en otro.  ¿Cómo distingues?  No se te puede decir.  Tienes que estar en el sitio y saber lo que es prudente y lo que no.

Fuente:
pastor Otoniel Font | Puerto Rico

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