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Efectos del cansancio en nuestra vida espiritual

Jueces 8:4-5 Según los últimos estudios que se han realizado el cansancio es algo que puede llegar a ser muy perjudicial para la salud de los seres humanos, pero tenemos que especificar, no es el cansancio, sino el cansancio acumulado el que nos lleva a tener grandes problemas en nuestra salud física y mental.

Pero por medio de la palabra de Dios nos damos cuenta de que el cansancio acumulado también tiene efectos en nuestra vida espiritual.

El texto que hemos leído para comenzar nos habla de un momento en la historia de la vida de Gedeón en el cual venia persiguiendo a los reyes de Madián, Zeba y Zalmuna, y el texto nos menciona algo con lo cual muchos de nosotros podemos identificarnos: Los hombres del ejército de Gedeón venían cansados, pero todavía persiguiendo.

La vida de muchos cristianos es exactamente así, estamos cansados, agobiados, pero seguimos en la lucha, seguimos en la batalla de la vida, como lo expresamos en nuestras frases:

“Cansados, pero ahí vamos…”

Muchas personas están cansadas, agobiadas, pero no paran, siguen luchando en sus fueras, siguen persiguiendo, pero sin alcanzar lo que anhelan,

Muchas personas están cansadas de los problemas del trabajo y del matrimonio, de los problemas económicos, de los problemas con los hijos

También hay muchos jóvenes cansados por tratar de agradar a sus padres, pero nunca logran llenar sus expectativas, cansados de tratar de ser aceptados, cansados de los pleitos con sus padres.

Hay muchas mujeres cansadas del maltrato, cansadas del abandono, cansadas de la pobreza que hay en sus hogares, cansadas de la indiferencia de sus esposos, cansadas de las irresponsabilidades de su pareja.

Muchos otros están cansados de su propia vida, de sus vicios, de sus adicciones, de sus fracasos, etc.

Pero como lo dice el texto, estamos cansados, pero seguimos adelante, acumulando más y más cansancio, acumulando más y mas cargas, acumulando más dolor, acumulando mas tristeza, y ¿hasta cuando crees que podrás soportar?

Tenemos que reconocer que el único que nunca se cansa es Dios (Isaías 40:28) No podemos seguir con nuestra actitud “Cansados, pero ahí vamos…”

Tenemos que comprender que tarde o temprano en nuestra vida física y espiritual, todo el cansancio acumulado de nuestra vida producirá efectos que puede ser muy destructivos para nosotros, para nuestras familias, para nuestra relación con Dios.

Veamos en la palabra de Dios cuales son esos efectos peligrosos del cansancio en nuestra vida espiritual:

EL CANSANCIO NOS LLEVA A MENOSPRECIAR Y A CAMBIAR LAS BENDICIONES DE DIOS POR LO QUE NO TIENE VALOR (GENESIS 25:27-34)

No es una casualidad que la palabra de Dios nos mencione en esta historia dos veces el detalle del cansancio de Esaú, pues en realidad el cansancio de Esau fue lo que hizo que menospreciara la bendición de su primogenitura y lo cambiara por una comida, por un plato de guisado de lentejas.

Tenemos que reconocer que muchísimos cristianos cada día cambian la bendición de Dios por algo que no tiene valor, y ¿Por qué lo hacen? Porque se sienten cansados de todo lo que esta pasando en su vida, porque se sienten hartos de las situaciones que están viviendo, porque sienten que ya no pueden más.

Matrimonios de muchos años están siendo cambiados el placer o la emoción que ofrece el adulterio, muchas jovencitas están cambiando la pureza de su vida por un momento de pasión para sentirse amadas y valoradas por alguien, buenos testimonios de vida cristiana están siendo cambiados por ganancias deshonestas, grandes ministerios, iglesias, misiones, están siendo cambiadas por la seguridad y estabilidad que aparentemente ofrece el dinero, o los negocios, etc.

Posiblemente en este momento de tu vida te sientes tan cansado de todo lo que estás viviendo que quizás estés considerando abandonarlo todo, dejarlo todo: Tu hogar, tus hijos, tu iglesia, tu ministerio, y cambiarlo todo por la emoción de comenzar de nuevo en otro país, por la emoción que te causa una relación sentimental sin compromisos, pero ¿Sera que esta es la decisión correcta? Será que lo que piensas hacer es algo que te conviene y que te va a edificar (1 Corintios 10:23)

EL CANSANCIO TRAE A NUESTRA VIDA EL DESANIMO Y LA MURMURACION (NUMEROS 21:4-5)

Podemos ver que el pueblo de Israel iba caminando, rodeando la tierra de Edom, y ¿quién era Edom? Edom era Esaú el hermano de Israel, y los hijos de Israel veían que Esau o Edom, su hermano, tenia tierras, tenia ciudades, y ellos eran un pueblo errante, eran un pueblo nómada caminando en medio del desierto, eran un pueblo que había sido esclavo por cuatrocientos años e iban de camino a la tierra prometida, pero no llegaban.

Seguramente el pueblo de Israel se sentía cansados y agobiados por las dificultades de su viaje, y quizás se sintieron más frustrados y enojados aun cuando tuvieron que pasar por la tierra de su hermano Edom.

Ese cansancio los llevo al desánimo, y el desanimo los llevo a la murmuración contra Moisés y contra Dios.

Posiblemente hoy en tu vida te sientas igual que el pueblo de Israel, cansado y frustrado porque las cosas no van saliendo como tu lo quisieras o como tu lo esperabas, y te sientes mas cargado aun cuando ves que a otras personas aparentemente las cosas les están saliendo mucho mejor que a ti, aparentemente su vida aunque no son cristianos esta mucho mejor que la tuya, y eso te ha desanimado, eso te esta haciendo que murmures contra Dios, contra su voluntad, estas murmurando de tu iglesia, de tus pastores, etc.

Pero no te has dado cuenta que el problema no esta en los planes de Dios, ni en la vida de las otras personas, ni posiblemente el problema sea tu familia ni tu iglesia, sino el cansancio que hay en tu vida, por todas las cargas que llevas, por todo el cansancio acumulado que hay en ti.

Posiblemente si el Señor te preguntara hoy como te sientes le responderías las mismas palabras del profeta Jonás (Jonás 4:9) Estoy enojado hasta la muerte!

Pero lo maravilloso es que no tenemos porque vivir con ese cansancio acumulado en nuestra vida, no tenemos porque vivir esa vida llena de desánimo, llena de frustración, llena de enojo, que muchos estamos viviendo y que nos hace menospreciar y cambiar las bendiciones de nuestro Dios.

¿QUÉ TENEMOS QUE HACER ENTONCES?

Tenemos que venir a Cristo, con nuestras cargas, con nuestras angustias, con nuestras frustraciones, tenemos que venir a el con humildad y rendir nuestra vida a el (Mateo 11:28)

Necesitamos poner todas nuestras cargas en el Señor, tenemos que reconocer que no podemos ya más con ellas nosotros solos y reconocer que solamente él tiene verdadero cuidado de nosotros (1 Pedro 5:7)

Tenemos que recibir por la fe las fuerzas nuevas que nuestro Dios da a todos aquellos que le buscan (Isaías 40:29)

¡YA NO ESPERES MAS, VEN HOY MISMO A CRISTO JESUS!

Fuente:
Pastor Oscar Flores | El Salvador

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