La innovación sirve para mejorar la vida de la gente y, en ese proceso, la formación se ha convertido en un factor decisivo
La historia de la sociedad es la historia de la evolución. Una pauta que ha permitido a la humanidad poder avanzar desde nuestro ancestro más antiguo, el Australopithecus, hasta nuestro yo actual que representa el Homo sapiens.
Una tendencia que obviamente ha tenido su reflejo en todos y cada uno de los procesos de transformación económica donde la tecnología se ha convertido en un actor decisivo. Solo un ejemplo para ilustrar esta teoría.
Si durante la primera revolución industrial el cambio se produjo a través del modo de producir manufacturas y, años más tarde, fueron las nuevas tecnologías de la comunicación las que desencadenaron la tercera, hoy podemos afirmar que la Inteligencia Artificial ya está protagonizando lo que se conoce como cuarta revolución industrial.
Una nueva era en la que somos los auténticos protagonistas. Por este motivo, es importante calibrar nuestro potencial para medir los beneficios que podemos obtener de cara al desarrollo de todo proceso científico. De ahí que la tecnología tiene que convertirse en una herramienta clave a la hora de mejorar la vida de las personas, construyendo al mismo tiempo una sociedad mejor y más justa. En definitiva, convertirla en un mecanismo de integración social.
Un proceso en el que la educación es clave. Es la base de la sociedad y la contribución más igualitaria que existe, ya que a través del presente logramos interpretar el pasado al mismo tiempo que nos sirve para construir un futuro mejor.Un papel en el que la tecnología adquiere un rol decisivo debido a su capacidad de impacto. No solo a través de la forma de enseñar y de aprender, sino mediante una correcta utilización. Sobre todo, de cara a poder cambiar la pedagogía para que nuestros hijos aprendan a aprender.
En Samsung somos conscientes de este proceso. Somos sensibles a todo lo que nos rodea. Para ello, colaboramos con el Ministerio de Educación y Formación Profesional con las Consejerías de Educación de las 17 comunidades autónomas y con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla en un proyecto destacado: el Proyecto Samsung Smart School.
¿Cuál es nuestro objetivo? Aprender a utilizar la tecnología en las aulas para que se produzca el cambio metodológico necesario en el siglo XXI. Un proyecto que lleva más de cuatro años funcionando en toda España en zonas de riesgo de brecha digital, zonas rurales aisladas y zonas urbanas con alto índice de inmigración o desempleo. A través de este programa hemos aprendido a utilizar de forma efectiva la tecnología en el aula para mejorar el proceso educativo y mejorar las capacidades de los alumnos en áreas tan importantes como la comunicación, el autoaprendizaje y las habilidades digitales.
La clave del éxito del programa ha sido, sin duda, la involucración y formación del profesorado, que ha permitido cambiar la forma de enseñar, utilizando la tecnología como medio para adaptar la educación a las necesidades del siglo XXI.
Todo lo que hemos aprendido se puede aplicar en cualquier centro educativo de forma rápida y eficaz y está disponible en la web del Ministerio de Educación www.educalab.esPero en nuestra tarea de ayudar a los que más lo necesitan y fomentar la educación en nuestro país, Samsung va mucho más allá. Un trabajo para el que hemos puesto en marcha otros proyectos, como Asignatura Empatía. Un programa que nace con el objetivo de luchar contra el ciberacoso a través de un vídeo de Realidad Virtual que conciencia a los alumnos y mejora la convivencia escolar. En España ya lo han podido ver más de 20.000 alumnos.
Desde aquí queremos dar las gracias a todos los profesores que día a día trabajan para mejorar la educación y la sociedad del siglo XXI.