1 CORINTIOS 3:1-4 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?.
Este día continuamos estudiando la primera carta del apóstol Pablo a los corintios y hoy reflexionaremos sobre las principales enseñanzas para nuestra vida que encontramos en el capítulo tres de esta preciosa carta.
VEAMOS CUALES SON ALGUNAS DE LAS ENSEÑANZAS PARA NUESTRA VIDA CRISTIANA QUE ENCONTRAMOS EN EL CAPÍTULO TRES:
I) PRIMERA ENSEÑANZA: COMO CRISTIANOS TENEMOS QUE CRECER ESPIRITUALMENTE Y NO PERMANECER SIENDO NIÑOS EN CRISTO
(1 CORINTIOS 3:1-2) De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,
En esta carta a los Corintios el apóstol Pablo nos enseña cuales son los tres tipos de personas:
EL HOMBRE NATURAL (1 Corintios 2:14) Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
El término «HOMBRE NATURAL» se refiere a una persona guiada únicamente por su naturaleza humana, es solamente un descendiente de Adan como todos, enfocado en lo terrenal, sin la iluminación del Espíritu Santo. Es alguien que confía en su razón y sentidos. Es alguien que no comprende y rechaza la revelación espiritual de Dios.
EL HOMBRE ESPIRITUAL (1 Corintios 3:1 a) “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales,…”
El “HOMBRE ESPIRITUAL” es aquella persona que ha NACIDO DE NUEVO y vive guiado por el Espíritu Santo. A diferencia del hombre natural, él si percibe, entiende y procura aplicar las verdades de Dios en su vida diaria Ser espiritual no significa ser perfecto, sino vivir una vida rendida a Dios, haciendo morir cada día la carnalidad para permitir que el Espíritu Santo nos transforme.
EL HOMBRE CARNAL (1 CORINTIOS 3:1B) De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, SINO COMO A CARNALES, como a niños en Cristo.
El “HOMBRE CARNAL” es aquel que ha nacido de nuevo en Cristo, pero sigue viviendo dominado por los deseos de la carne y no permite que el Espíritu Santo lo transforme completamente. Pablo lo describe como «niño en Cristo», lo que indica su falta de madurez espiritual. Podemos decir que un cristiano carnal es alguien “HABITADO POR EL ESPÍRITU, PERO DOMINADO POR LA CARNE».
El apóstol Pablo pudo reconocer que en la iglesia de Corinto había un problema, pues muchas de las personas que formaban la congregación eran CRISTIANOS CARNALES, es decir que la mayoría eran como NIÑOS EN CRISTO.
Pablo anhelaba que la congregación de la iglesia en Corinto creciera espiritualmente, que maduraran en la fe, y para eso necesitaban recibir enseñanzas espirituales más profundas, no solamente necesitaban ser motivados y consolados, sino que necesitaban también ser edificados y exhortados.
Las enseñanzas bíblicas consideradas «LECHE ESPIRITUAL» son aquellas que forman la base fundamental de la fe cristiana. Son necesarias para los nuevos creyentes, pero un cristiano maduro debe ir más allá de ellas (Hebreos 5:12) Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
Algunos ejemplos de las enseñanzas que son consideradas como la leche espiritual que necesita todo creyente recién convertido son:
La salvación por gracia , Para explicar que somos salvos por fe, no por obras.
La necesidad de orar y leer la Biblia, Las cuales son esenciales para iniciar el crecimiento espiritual de todo cristiano.
El amor de Dios y el perdón de pecados, para comprender los conceptos básicos de la misericordia de Dios hacia el mundo pecador.
La vida cristiana básica, es decir, las enseñanzas sobre la obediencia, el amor al prójimo y la fidelidad en la iglesia.
Mensajes Motivacionales: Para motivar a los nuevos cristianos a no rendirse y no volver atrás en su decisión de caminar en los caminos del Señor.
Mensajes sobre cómo experimentar las bendiciones del Señor: Centradas en recibir milagros y alcanzar las promesas de Dios.
Estas enseñanzas y estas predicaciones son básicas y necesarias para todos los nuevos creyentes, pero un cristiano maduro debe buscar «VIANDA» O ALIMENTO SÓLIDO (Hebreos 5:14) pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
¿QUÉ ES «ALIMENTO SÓLIDO»? Son las doctrinas más profundas sobre la soberanía de Dios, la santificación, la guerra espiritual, la madurez en el carácter cristiano, estudios sobre profecía, escatología (eventos del fin de los tiempos), la Trinidad, la justificación y la glorificación, los dones espirituales y enseñanzas sobre el sufrimiento cristiano, la disciplina espiritual y la misión de la Iglesia
(Efesios 4:14) para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
II) LA RESPONSABILIDAD DEL CRECIMIENTO ESPIRITUAL ES ALGO PERSONAL E INDIVIDUAL
(1 CORINTIOS 3:5-11) ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
Como lo dijimos anteriormente, uno de los anhelos del apóstol Pablo era que los cristianos de la iglesia de Corinto crecieran espiritualmente, que dejaran de ser niños en Cristo, y para eso les dejó claro algunos puntos muy importantes que TODOS DEBEMOS COMPRENDER:
El crecimiento espiritual no viene de quien predica o de quien enseña, el crecimiento espiritual es obra exclusiva de nuestro Dios por medio de su palabra y el Espíritu Santo en nosotros (Vs 5-7) ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
En la vida de todo cristiano Dios usó a alguien para para poner el fundamento, el cual es Cristo, poner el fundamento es la responsabilidad de los obreros o colaboradores del Señor, pero la decisión de sobreedificar, es decir, de esforzarse para dejar de ser niños en Cristo y convertirse en cristianos maduros ES UNA RESPONSABILIDAD PERSONAL de obedecer, de alimentarse con alimento sólido y de consagrar su vida al Señor (Vs 8-11) Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
III) DEBEMOS CRECER ESPIRITUALMENTE EDIFICANDO NUESTRA VIDA PENSANDO EN LA ETERNIDAD
(1 CORINTIOS 3:12-15) Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciera la obra de alguno que sobreedifica, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Estos versículos nos muestran que no debemos conformarnos solamente con ser salvos y vivir una vida mundana, sino que debemos tener el anhelo de crecer espiritualmente y edificar con materiales eternos .
El fundamento es Cristo pero CADA CREYENTE DECIDE CÓMO EDIFICAR SU VIDA CRISTIANA (Vs 12) Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
«Oro, plata, piedras preciosas» representan crecimiento en la fe, sinceridad, obediencia, amor, compromiso, buenas obras y madurez espiritual.
«Madera, heno, hojarasca» simbolizan obras superficiales, inmadurez, carnalidad, mundanalidad y falta de compromiso con Dios.
LA PRUEBA DEL VERDADERO CRECIMIENTO ESPIRITUAL SERÁ EN EL TRIBUNAL DE CRISTO (Vs 13) la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
En el tribunal de Cristo, el Señor examinará nuestra vida y nuestro servicio (2 Corintios 5:10) Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
LA RECOMPENSA DEL CRECIMIENTO ESPIRITUAL VERDADERO: (1 Corintios 3:14) Si permaneciere la obra de alguno que sobreedifica, recibirá recompensa.
El creyente maduro, que ha edificado con oro y piedras preciosas, es decir, una vida cristiana de obediencia, fidelidad, servicio genuino, será recompensado por Dios.
Esto debe motivarnos verdaderamente a dejar la niñez espiritual y buscar una vida cristiana sólida y profunda.
LAS CONSECUENCIAS DE LA INMADUREZ ESPIRITUAL (1 Corintios 3:15) Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Un creyente inmaduro, que vive en carnalidad y negligencia espiritual, perderá las recompensas eternas.
Es importante comprender que aunque LA SALVACIÓN ES SEGURA EN CRISTO, su vida cristiana habrá sido en vano y sin impacto eterno.
Esto significa que si seguimos siendo niños espirituales, desperdiciamos nuestra vida cristiana y perderemos las recompensas en el Reino de Dios.
