“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”. Jeremías 2.13
Necesitamos alejar de nuestra vida estos dos comportamientos negativos para evitar sus consecuencias.
Apartarse de Dios:
Al apartarte de Dios automáticamente te estás apartando de la fuente de agua viva, y estarás experimentando sequedad en todas las áreas de tu vida.
Hay que tener cuidado de no terminar confiando en el agua y olvidándose de la fuente, recordando que teniendo la fuente, siempre tendremos el agua viva.
Aplica esto a las bendiciones, no confiando en ellas sino confiando en el que bendice, porque estando en obediencia al que bendice, siempre serás bendecido.
Los comportamientos negativos traen consecuencias negativas:
Desobedecer su Palabra = complicarnos la vida.
Dejar de congregarme = enfriamiento espiritual.
Dejar de servirlo = falta de realización en la vida.
Dejar de diezmar y ofrendar = empobrecimiento.
Cavar cisternas rotas
Esto sería el equivalente a sembrar en una tierra que no es productiva y, por ende, su cosecha tampoco lo será.
El trabajo de cavar es el mismo, pero la recompensa de hacerlo en la cisterna adecuada no lo es. Desarrolla inteligencia a la hora de actuar en tu vida.
Aplica esto a la utilización de tu tiempo y de tus recursos y volcalos en el lugar adecuado, para también recibir la recompensa adecuada.
Tampoco te olvides de abandonar comportamientos negativos que nunca darán resultado en tu vida, y que siempre te seguirán limitando.
Yo bendigo tu vida para que, con la bendición de Dios, alejes los comportamientos y las consecuencias negativas tanto en vos como en tu familia.
