Voz del Tabernáculo

Discerniendo los Tiempos. La Mirada del Espíritu

Basado en una enseñanza del Pastor Luis Reyes

Dios no ve al mundo como lo ve el hombre. Mientras el hombre lo divide por raza, cultura, religión o poder económico, Dios lo contempla bajo una óptica profética y eterna: los judíos, los gentiles y la Iglesia de Dios (1 Corintios 10:32).

Los judíos, pueblo del pacto con Abraham, Isaac y Jacob, siguen siendo señal viva del cumplimiento profético. Desde el renacimiento del Estado de Israel en 1948 hasta los conflictos actuales, la historia confirma que Dios cumple su palabra. Israel florece en medio de la tensión y continúa siendo el reloj profético del mundo, anunciando que el verano espiritual el regreso del Señor está cerca (Mateo 24:32).

Los gentiles, por su parte, representan las naciones que han gobernado la tierra desde los tiempos de Nabucodonosor hasta nuestros días. Todos los sistemas humanos — imperios, ideologías, economías y formas de gobierno han demostrado su fragilidad al apartarse de Dios. Vivimos una crisis global en todos los ámbitos: moral, político, económico y espiritual. La humanidad se tambalea, buscando soluciones humanas donde solo la gracia divina puede restaurar.

En medio de esta historia, Dios levantó a la Iglesia, compuesta por judíos y gentiles lavados por la sangre de Cristo. Ella es el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12), la esposa del Cordero (Apocalipsis 19:6-10) y la portadora del mensaje de salvación. La expansión del Evangelio en este tiempo es una de las mayores señales de los últimos días. Nunca antes se había predicado a tantas naciones ni se habían levantado tantas congregaciones, especialmente en América Latina, donde el Espíritu Santo está obrando con poder.

Sin embargo, junto a este avivamiento, surge también la apostasía. Muchas iglesias han abandonado la sana doctrina, cambiando la verdad de Cristo por métodos humanos, intereses económicos o mensajes agradables al oído. Como dijo el Dr. Gerardo de Ávila:

“Vivimos una época donde muchos cristianos no quieren compromisos ni responsabilidades. Quieren un evangelio sin cruz.”

Es un tiempo de discernimiento. Dios nos llama a velar, a mantenernos firmes en la fe, sin dejarnos arrastrar por el ruido del mundo ni por las falsas apariencias de éxito espiritual.

Reflexión final

Dios observa a la humanidad desde una óptica profética: los judíos, los gentiles y la Iglesia. En cada uno de estos tres pueblos, se cumple Su plan eterno y se acercan los tiempos finales antes del arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:16-17) y la segunda venida de Cristo (Apocalipsis 1:7).

A los que aún no tienen pacto de fe con Jesús, esta es la hora de creer en Él con el corazón y confesarlo con la boca para recibir el don de la vida eterna.
Y a la Iglesia, el Señor le dice hoy:

“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”
(Lucas 21:36)

Publicación especial de La Voz del Tabernáculo

Margarita García

Margarita García

Directora del Tabernáculo Prensa de Dios

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