“Dios te cuida y te protege; Dios está siempre a tu lado”. Salmos 121:5
Pensar en el cuido de Dios y en su protección me hace sentir una paz increíble, leer en su Palabra que Él personalmente nos cuida y nos protege y sobre todo que esta siempre a nuestro lado, me conforta.
Y es que a veces en la vida se nos presentan momentos de esos que no quisiéramos experimentar, situaciones de esas que quisiéramos obviar y pasar a la siguiente, pero eso no se puede hacer, cada uno de nosotros nos tocara enfrentarnos a muchas situaciones que ameritaran que tengamos la plena convicción y certeza que Dios está a nuestro lado.
Hace algunos años bromeando con mis amigos les decía: “Yo soy como un conejillo de indias para Dios, Él conmigo prueba de todo, para que después yo ayude a otros”. Y esto ha sido una constante en mi vida.
Algunas personas pueden pensar que yo jamás paso por duros momentos, quizá tienen la imagen que todo el tiempo tengo una sonrisa o que siempre me va bien en todo, pues la verdad es que también tengo mis cientos de luchas, he llorado cientos de veces al sentirme indefenso y abandonado, pero siempre Dios me ha rescatado.
En muchas ocasiones me he sentido hasta enojado, porque tal vez no he visto a Dios actuar como yo quisiera, mas sin embargo, Él siempre me ha dado una salida perfecta.
En momentos en donde he querido renunciar, Él no me ha soltado y pese a que en ocasiones he estado a punto de tirar todo, siempre él pone todo en orden y me tranquiliza.
No soy el más fuerte, pero Dios me hace fuerte, ¿Cómo le hace?, no lo sé, porque si por mi fuera, hace tiempo me hubiera rendido, pero Él hace que cada vez que yo quiera rendirme, me arrepienta y que vuelva a intentarlo.
Durante toda mi vida con Él, he experimentado momentos de toda clase, desde aquellos que jamás olvidare, hasta aquellos que quiero olvidar pero no puedo, porque de una u otra forma me enseñaron algo bueno.
La Biblia dice: “Dirijo la mirada a las montañas; ¿de dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene de Dios, creador del cielo y de la tierra” 121:1-2 (Traducción en lenguaje actual)
Al leer ese pasaje puedo dar fe total que es cierto, ¿De dónde viene nuestra ayuda?, Nuestra ayuda siempre vino, viene y vendrá de Dios.
Quizá tú al igual que yo has pasado por situaciones difíciles en tu vida, situaciones de toda clase, situaciones en las que en algún momento creíste que no saldrías bien, pero que al final pudiste sonreír. ¿De dónde vino la ayuda?, LA AYUDA VINO DE DIOS.
Amados hermanos, no importa que tan difícil sea lo que en este momento estés experimentando, tienes que estar seguro que Dios esta de tu lado, aun cuando tu mente se reusé a creer que todo saldrá bien, no tienes porque desconfiar, pues quien realmente controla todo es Dios mismo.
Su Palabra nos dice:
“Dios jamás permitirá que sufras daño alguno. Dios te cuida y nunca duerme. ¡Dios cuida de Israel, y nunca duerme! Dios te cuida y te protege; Dios está siempre a tu lado. Durante el día, el sol no te quemará; durante la noche, no te dañará la luna. Dios te protegerá y te pondrá a salvo de todos los peligros. Dios te cuidará ahora y siempre por dondequiera que vayas”.
Salmos 121:3-8 (Traducción en lenguaje actual)
Hoy es un buen día para recordar su cuido y protección, para hacer memoria de que Dios siempre nos ha cuidado, por lo tanto esta vez no será la excepción.
La protección de Dios nos acompaña todos los días a donde quiera que vayamos, somos propiedad suya, le pertenecemos y por lo tanto vela por nosotros, ¡Él tiene cuidado de nosotros!
Hoy quiero animarte a que no dejes de creer en su protección, por muy oscuro que se vea el camino, por muy difícil que vea venir, jamás dudes de que estarás bien, porque quien vela por tu bienestar es Dios, si tú te apoyas en Él seguramente encontraras un descanso.
Descansar en el Señor es el mejor antídoto contra cualquier circunstancia difícil que nos toque experimentar, descansar en el hecho de que Dios tiene el control de todo y que cada cosa que pase Dios sabrá que hacer, Él propiciara todo para que al final todo pinte bien.
¡Descansa!, ¡Confía!, ¡No dejes de creer!, porque sin duda tenemos a un Dios que cuida de los suyos y tú eres parte de los suyos, así que: ¡Descansa!
Si algo jamás debes de olvidar es que:
DIOS TE CUIDA Y TE PROTEGE