Hay diferentes tipos de oración; Entre ellas, la de petición o súplica. Podrías preguntarte por qué pedirle a Dios, si Él sabe tus necesidades; Y hay quien dice que la oración debe ser un momento de comunión, adoración y de someternos a la voluntad de Dios, y que no hay espacio para pedir. Pero, en múltiples ocasiones, la Palabra nos dice cómo pedir.
“7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Mateo 7:7-11
Dios también nos da en el sentido espiritual, pero aquí dice que Él va a dar cosas; O sea, que puedes pedir cosas, y Él te va a dar buenas cosas. Y sigue diciendo: 12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Parece no tener relación; Te habla de pedir, y después te recuerda que todo lo que quieras que Dios haga por ti, lo hagas tú por otros. Es el balance de pedir cosas. No puedes pedir algo que no estés dispuesto a hacer por otro.
Mateo 21:22 dice: Y todo lo que pidieres en oración, creyendo, lo recibiréis. Otro verso que te dice: Atrévete a pedir. Marcos 14:35-36 dice: Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú. El mismo Jesús pidió cosas que el Padre le dijo no; La respuesta fue no, pero él se atrevió a pedirlas. Puede que la respuesta sea no, pero tienes que atreverte a pedir. ¿Y si te dice sí?
Filipenses 4:6-7 dice: Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Una de las curas para el afán, es pedir; Quien está en afán, es porque no ha pedido; Cuando lo haces, viene a ti la paz que sobrepasa todo entendimiento. ¿Quiere decir que Dios te va a dar todo tal y como pediste? No necesariamente. Jesús pidió ser librado de la cruz, y le dijeron no; Pero, cuando se atrevió a pedir y recibió un no por respuesta, recibió también la paz que sobrepasa todo entendimiento. Si Dios te contesta cuando pides y descargas tu ansiedad en Él, y entiendes por qué la respuesta es no, llega a tu vida la paz que sobrepasa todo entendimiento, que guarda tu corazón y pensamientos en Cristo Jesús.
1 Juan 5:14-15 nos demuestra lo importante de pedir:Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. En el Antiguo Testamento, muchísimos versos dicen: Invócame, pídeme, clama a mí, yo te voy a responder. En múltiples instancias, se nos insta a pedir. Destruye hoy en tus pensamientos la mente religiosa de culpabilidad, de que a Dios no hay que pedirle nada, que quién eres para pedirle a Dios. A través de toda la Biblia, se nos exhorta a pedir y saber cómo hacerlo. El Padre Nuestro es toda una petición. “Venga tu reino”, ¿eso no es una petición? “Hágase tu voluntad”, “el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”; No está hablando de pan espiritual, sino de provisión; En el Padre Nuestro, pides su reino y qué comer; Es petición tras petición. “Perdona nuestras ofensas”, otra petición. “No nos dejes caer en tentación, líbranos del mal.” En esta oración, hay peticiones espirituales, emocionales, físicas, pero se pide. El Señor lo enseñó. Si él va a tener cuidado de ti, ¿por qué pedirle el pan? ¿Por qué hay que pedir? Por no caer en tentación, por provisión, por perdón. Tienes que pedir; y si te dice que no, es porque en su voluntad hay otra cosa. Si Jesús se atrevió a pedir no ir a la cruz, cuando él sabía que nació para eso, ¿crees que Dios te va a condenar porque pidas un auto o salir de un problema? Tienes que atreverte a pedirle. Por supuesto, está el aspecto de saber la voluntad de Dios, pero a veces no vas a saberla hasta que pidas; Pides, y entonces te dice que no, sabes que no es su voluntad, y entonces tienes paz, te quitas eso de la cabeza, y te mueves dentro del plan para tu vida.
Si tú no pides, la respuesta automática es no. Y si pides, puede que te digan que no, pero puede que te digan que sí. Y hasta que no pidas, no sabrás; Tienes que atreverte a pedir dentro de tu oración.