Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron; pero Él desapareció de la presencia de ellos. Y se dijeron el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras? Lucas 24:31-32
Creo que el Señor quiere despertar los fuegos de SU PRIMER AMOR en nosotros, lo que nos hará volver a la única cosa que es, y siempre será, lo principal. Cuando se trata de eso, no se trata del ministerio, SE TRATA DE EL. Ni siquiera se trata de salvar almas, se trata de Él. No se trata de sanar a los enfermos y resucitar a los muertos, es y siempre ha sido y siempre será todo sobre Él. El Señor está despertando los fuegos del primer amor. ¡Que el Señor nos encuentre ardiendo en fuego del primer amor!
“El Señor me habló recientemente una palabra para todos aquellos que llevan un intenso fuego del mensaje «VUELVE A TU PRIMER AMOR». El Señor me mostró que estos están ardiendo con este mensaje tan fuertemente que es como un fuego en sus huesos que no pueden contener. Este fuego sale en sus conversaciones, en sus oraciones, en sus escritos, en sus declaraciones, en sus lágrimas. Han estado llevando este mensaje de «VUELVE A TU PRIMER AMOR», pero están ahora en un punto en el que la intensidad es tan fuerte que no pueden contenerlo. En los últimos meses, ellos han sentido una carga en su corazón durante la intercesión para que la Iglesia vuelva a Jesús, vuelva a su primer amor”.
Para todos ellos, sentí que el Señor decía:
«Se acerca una impartición de Mi corazón para ver y decretar lo que Yo estoy hablando. Yo estoy a punto de entregarles NUEVAS LLAVES para lo que está a punto de suceder. Está a punto de ocurrir un poderoso temblor, un poderoso derramamiento de Mi Espíritu que va a moverlos y los hará temblar. Yo estoy viniendo a mover y sacudir a Mi Iglesia de una manera que no se ha visto antes y en este movimiento y sacudida Yo estaré restaurando el asombro de Mi Iglesia y haré que sean posicionados e incrementados en nuevos lugares y maneras para anunciar Mi corazón en formas más grandes para que se vuelvan a Mí.
Por cuanto han llevado la carga de Mi corazón para que Mi Iglesia regrese a Mí y para que se vuelva a un lugar de profunda adoración hacia Mí, Yo voy a derramar a través de ustedes tal movimiento de Mi Espíritu que va traerá un alineamiento, limpieza y arrepentimiento en los lugares a los que los envíe, que no tendrá precedentes. Voy a posicionarlos para «correr contra la corriente» para empezar a decretar lo que Yo estoy hablando, para animar e instruir. Desde ese lugar, comenzarán a ver a Mi Espíritu liberando tal movimiento sobre Mi pueblo que causará un choque, un asombro y una restauración.
Los enviaré con el mensaje ardiendo más fuerte en sus corazones y espíritus que llamarán a la PUREZA, llamarán a la SANTIDAD, llamarán al lugar de la pureza en la danza divina con el Rey de Reyes. Porque a muchos de ustedes, Yo estoy haciéndoles cambiar de mesa y de posición ahora mismo, para que puedan liberar la revelación más profunda de este mensaje y de lo que significa volverse a Mí como el PRIMER AMOR y que el mensaje no esté contaminado por los caminos del alma hechos por el hombre, sino que serán posicionados para moverse de nuevas maneras Conmigo, anunciando este mensaje y viendo a Mi Espíritu liberar instrucción a través de ustedes para hacer habitación para Mi y para albergar Mi gloria. (Lana Vawser)
Efesios 3:14 -21 Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra. Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios. Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.
Con amor y oraciones,
