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Dios nos llama a Evangelizar

Un buen templo, un buen grupo de alabanza y adoración, un buen grupo de personas que ayunan y oran a toda hora, unos cultos realmente celestiales parece ser el objetivo principal de la Iglesia hoy sobre la tierra.

LA TAREA SUPREMA DE LA IGLESIA, ES EL EVANGELISMO. Las demás cosas que hagamos para Dios no son, no han sido ni serán la tarea suprema de la Iglesia.

GANAR Y DISCIPULAR las almas. La gran comisión no es la gran sugerencia, la orden de Jesús es: Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Igualmente en un texto paralelo nos dice: Mateo 28: 19 y 20 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

El imperativo es ID que de alguna manera la Iglesia ha invertido y dicen VENID, quieren atraer a los no creyentes al templo con shows, espectáculos, y actividades internas que digo enfáticamente, no son necesariamente malos; pero esa no es la tarea suprema de la Iglesia.

LA IGLESIA NO EXISTE EN LA TIERRA PARA LLENAR EL CIELO, SINO PARA DESPOBLAR EL INFIERNO.

Disfrutamos la alabanza y adoración como el ejercicio supremo de la Iglesia, sin pensar que Dios tiene de eso mucho, de mucha calidad en el cielo, que calla el cielo cuando su Iglesia adora, EL quiere escuchar los arrepentidos, los perdonados, los redimidos; pero no es para eso que la Iglesia existe. La alabanza con excelencia y la adoración del corazón puede atraer a alguno que otro no creyente sensible y entrar al templo y aceptar a Jesús; pero eso no cumple con el llamamiento supremo.

UNA IGLESIA QUE VIVE EVANGELIZANDO VIVE CRECIENDO. El acomodarnos con lo que tenemos nos hace entrar en zona de “confort”, hablamos y decimos que hay que evangelizar, hacemos un grupo de evangelismo para acallar nuestra conciencia, pero el evangelismo no es de un grupo ES DE TODA LA IGLESIA.

EL EVANGELISMO NO ES UN PROGRAMA DE LA IGLESIA, ES UNA FORMA DE VIDA.   NO SALIMOS A EVANGELIZAR, EVANGELIZAMOS CUANDO SALIMOS.

Recuerdo una hermana llegar a la congregación que pastoreaba y preguntarme por el grupo de evangelismo de la Iglesia, ya que Dios le había dado tremendo don de evangelismo, la vi paralizarse cuando le dije que nuestra congregación no tenía grupo de evangelismo y que no salíamos a evangelizar, con sus ojos dilatados por la incredulidad empezaba a balbucear algo cuando le dije, aquí el evangelismo es una forma de vida, no un programa de la Iglesia, nosotros no salimos a evangelizar, evangelizamos cada vez que salimos y somos todos, toda la Iglesia, con el don de evangelismo o no, todos obedecemos a evangelizar.

Cuando vamos a un supermercado, saludamos muy cordialmente al policía que cuida nuestro vehículo y le entregamos un tratado bien seleccionado con la dirección de nuestra congregación, cuando pagamos a la cajera/o igualmente con el dinero o la tarjeta entregamos un tratado, al acomodador de mercadería, a todos cuando podemos le entregamos un tratado bien pensado y cuando Dios nos abre la oportunidad, les evangelizamos.

Un grupo de evangelismo en la Iglesia es una excusa para que el resto no evangelice, algunos con “gran espiritualidad” dicen – lo mío es orar, yo para evangelizar…no. – La Iglesia necesita entender que no es una opción, que no es un “a mí me parece” Es la orden suprema de nuestros Capitán. Puedes orar..y evangelizar, cantar…y evangelizar, ayunar…y evangelizar lo que sea sin excusas, DIOS CUENTA CON NOSOTROS.

 

 Pastor. José Alexis Cedeño G.

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