En medio de toda circunstancia Dios es el único que tiene el control.
Efesios 6:10-13
10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.11 Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo.12 Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes.
En este tiempo hay muchos Goliá pero pocos David. Estamos viviendo tiempos de apostasía, mientras cada vez más se incrementan los problemas económicos. Nosotros tenemos que declarar la palabra correcta. «Dios te hizo para ganar no para perder».
Si seguimos haciendo lo mismo recibiremos el mismo resultado. Tenemos que entender que Jehová está con nosotros. Tienes que creer con firmeza que nada puede ocurrir sin la voluntad de Dios.
No puedes pelear con las armas del mundo. Tienes que usar las armas espirituales: Gozo, Amor, Paciencia…
Dios te prepara en medio de la tormenta, si usas las armas correctas, cuando venga una tormenta mayor, estarás preparado para vencer. Así lo hizo David.
Cuando oras, estudias la Palabra y ayunas, Dios manifestará la victoria. Permanecerás mirando el objetivo y no la circunstancia.
«Los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas.»
Si quieres ser bendecido será en el terreno de la Gracia, donde no hay méritos, ni títulos. Ahí se mira solo el amor, la gracia, la benignidad…
Estamos hechos para recorrer una milla más. Al final del camino saldremos victoriosos. No seremos destruidos. Nuestra ciudadanía no es de este mundo, es celestial. Se trata de no mirar las cosas que se ven si no las que no se ven. Siempre hay una puerta abierta, en medio de toda la situación.
Después que termina la breve tribulación, tendremos gran victoria, el Señor vendrá con gran recompensa. No es a nuestra manera, ni en nuestro tiempo, es conforme a su plan.
Nahaman lo tenía todo pero era leproso, estaba dispuesto a dar todo por su sanidad. Una niña, sirvienta de su casa, fue usada por el Espíritu, para decirle el plan de Dios para su sanidad.
Es que Dios tiene la última palabra. Hay que hacer las cosas como El dice. El orgullo tenía a Naham enfermo de lepra. Después de obedecer la instrucción y sumergirse 7 veces en el río Jordán, su piel se volvió más lozana que la de un niño. Es cuando vió que sólo el Señor de Israel era el único Dios.
«Las cosas son a la manera de Dios, no a la nuestra».
Decídete a actuar con las armas espirituales, cambia la forma de hacer las cosas para que obtengas los resultados diferentes.
Aprenda a brincar los obstáculos, enfóquese a buscar su bendición. Para lograrlo, tenemos que estar orando, obedeciendo la Palabra y ayunando para estar fortalecidos.
Renuncia al pensamiento de que no puedes, de que es imposible, porque en Cristo todo lo podrás lograr.
