Articulos

Dios está deseoso de bendecir nuestros esfuerzos

Es una herencia de todos los hijos de Dios que cuando entramos en los caminos del Señor las velas de nuestra barca van a fluir con el viento bendecido y próspero de parte del Señor y que tenemos derecho a esperar cosas buenas, y es más, debemos esperar cosas buenas que van a suceder en nuestra vida porque el esperar la bendición de Dios se convierte en una energía profética que atrae precisamente esa bendición de Dios.

Si usted no le pide al Señor porque no espera recibir nada no va a recibir nada, hay que esperar cosas buenas de Dios y hay que pedir cosas buenas de parte del Señor, y eso encierra la expresión de Jabes «si me dieras bendición» en un sentido global de lo que es la palabra bendición.

Jabes pide bendición de parte del Señor como si estuviera diciendo: «Padre si toda mi vida fuera concebida en Tu mente dentro de una Palabra de éxito, prosperidad, efectividad en todo lo que yo emprenda, qué bendición sería». Lo segundo que Jabes pide, dice: «Y ensancharas mi territorio.» Quiero detenerme en esa palabra «ensanchar». Yo creo que Jabes está refiriéndose a que Dios le dé un ámbito más grande en qué moverse. Él quiere salir del ámbito pequeño que él ocupa y entrar en un ámbito de mayor prominencia.

Yo creo que él estaba visualizando un perfil más alto en su comunidad, quizás cosas mayores que emprender en nuestra propia vida. En nuestro caso sería: si yo pudiera estudiar e ir a la universidad. Si tienes un título digamos de un bachillerato bueno, si pudiera coger una maestría o un doctorado. Si tuvieras una iglesia: Señor si mi iglesia pudiera crecer para Tu gloria y si pudiéramos tener un perfil más desarrollado en la comunidad, si mi ministerio pudiera entrar en otros niveles de efectividad delante de Ti ¿no? si mi entendimiento de Tu Palabra fuera mayor o más profundo.

La idea es que no nos conformemos con nuestro presente, no nos conformemos con lo limitado muchas veces de nuestra vida y atrevámonos a concebir mayores ámbitos para operar, y a Dios no le molesta que seamos ambiciosos para Su gloria; es más, la Biblia continuamente nos anima a ensanchar el sitio de nuestro lugar y estoy pensando específicamente en el Libro de Eclesiastés, déjeme ver si lo consigo aquí rápidamente.

Eclesiastés, uno de los pasajes que me gustan mucho para mi ministerio, para mi vida es Eclesiastés. capítulo 11. Dice: «Echa tu pan sobre las aguas porque después de muchos días lo hallarás. Reparte a 7 y aún a 8 porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.» Más adelante en el versículo 6 de Eclesiastés 11 dice: «Por la mañana siembra tu semilla, y por la tarde no dejes reposar tu mano , porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquéllo, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.»

Lo que el escritor de Eclesiastés está invitando al lector es a vivir una vida empresarial ¿no? echa tu pan a las aguas, lanza tu semilla, emprende cosas nuevas, toma iniciativas porque tú no sabes lo bueno que puede salir de eso. Muchas veces nosotros dejamos de invertir en nuestra vida y de hacer cosas nuevas porque como que ya nos hemos condenado al fracaso y el escritor de Eclesiastés dice: hey, tú no sabes lo que puede venir de solicitar para un trabajo diferente o pedir una posición más alta en tu trabajo actual, o emprender un nuevo programa evangelístico para tu Iglesia. Lanza tu semilla, reparte tu pan a siete u a ocho y eso va a permitir que tu vida tenga una amplitud mayor.

Pienso también en Isaías capítulo 54 donde el Profeta Isaías nos invita, dice: «Ensancha» la misma palabra que usa Jabes, «Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; No seas escasa, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas porque te extenderás a la mano izquierda y a la mano derecha, y tu descendencia heredará naciones, y habitarás las ciudades asoladas.» Esta idea de ensanchar el sitio de nuestra habitación es tan poderosa, una imagen preciosa. Continuamente la Palabra de Dios nos está invitando a soñar con algo mayor y a tomar iniciativas específicas, a ser empresariales, porque Dios está deseoso de bendecir nuestros esfuerzos.

En Jeremías capítulo 29 el Profeta Jeremías invita al pueblo a no hacerse pequeño, dice a comprar casas, a dar a sus hijos en matrimonio, a plantar huertos, dice el Señor: «Porque Yo sé los pensamientos que tengo para ustedes, pensamientos de bien y no de mal.» Así que Dios nos llama como hijos de Dios a no ser escasos, a no ser conservadores, a no ser tímidos, a no conformarnos con cosas pequeñas, a ensanchar nuestro lugar y pedirle a Dios que ensanche nuestra capacidad, aumente nuestra influencia.

El que sueña de esa manera para gloria de Dios y no para propósitos carnales, hermanos, Dios lo bendice y yo creo que es importante que como Jabes, nosotros le pidamos al Señor que ensanche el sitio de nuestro territorio. Dios te bendiga y hasta nuestra próxima meditación.

Fuente:
Apóstol Roberto Miranda

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba