
Diciembre ha comenzado, y con él llega un aire espiritual distinto, un mover suave pero firme que nos recuerda que Dios mismo “corona el año con sus bienes”.
No es casualidad que los primeros días de este mes se sientan como una invitación del cielo. Es Dios tocando la puerta de nuestros corazones y diciendo:
“Prepárense… porque lo que estoy por derramar no es común.”
Este mes no es solo el cierre de un calendario; es el cierre de un ciclo espiritual. Es el tiempo donde miramos atrás y reconocemos que si llegamos hasta aquí, fue porque Su mano nos sostuvo, Su gracia nos cubrió y Su amor nos persiguió aun cuando nos faltaron fuerzas.
Un Ambiente que el Cielo Está Encendiendo
Hay un ambiente que se está levantando en las iglesias, en las casas y en los corazones de los que buscan al Señor.
Un ambiente de expectativa, de fe, de retorno, donde el Espíritu Santo está despertando algo que muchos creían apagado.
Diciembre no comienza con cansancio…
Comienza con renuevo.
Con una fuerza fresca que nos prepara para responder al llamado profético:
cerrar el año con gozo, con alabanza y con un espíritu agradecido.
El Cielo Habla: “Entren en Diciembre con Corazón Encendido”
Los primeros días de este mes son una declaración espiritual:
Que el gozo vuelva.
Que los sueños revivan.
Que las fuerzas se renueven.
Que el fuego de la adoración despierte lo que está dormido.
Este diciembre no será un mes más.
Será el mes donde Dios marca la casa, el corazón y la historia de cada creyente que decide caminar los últimos días del año con fe elevada y manos levantadas.
Una Oración para Marcar el Inicio del Mes
Señor, que este diciembre sea un manto de esperanza sobre tu pueblo.
Derrama tu óleo fresco sobre cada hogar, rompe el cansancio, disipa el temor, levanta al caído y enciende en nosotros un canto nuevo.
Coróname con tu bien, cúbrenos con tu paz, y dirige nuestros pasos hacia un 2026 lleno de tu gloria.