JEREMÍAS 35:13 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No aprenderás a obedecer mis palabras? dice Jehová.
Este día continuaremos con esta serie de Estudios Bíblicos en la cual estamos tomando las LAS OCHO LETRAS DE LA PALABRA OBEDECER, ES DECIR, ESTAMOS HACIENDO UN ACROSTICO para que verdaderamente aprendamos LO QUE SIGNIFICA OBEDECER A NUESTRO DIOS.
En el estudio anterior tomamos las PRIMERAS DOS LETRAS DE LA PALABRA OBEDECER y aprendimos que obedecer significa:
Ordenar nuestras prioridades conforme a las de Dios.
Buscar agradar a Dios con todo el corazón.
Ahora sigamos tomando las siguientes letras de la palabra OBEDIENCIA para que verdaderamente comprendamos por medio de la palabra de Dios lo que significa OBEDECER en la vida cristiana.
III) ESPERAR PACIENTEMENTE LA RESPUESTA DEL SEÑOR
(Salmos 40:1) Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
La obediencia y la paciencia están completamente relacionadas en la vida cristiana, pues la obediencia es una expresión de confianza en Dios y en su Palabra, pero la paciencia nos ayuda a perseverar en esa obediencia, ESPERANDO SIN RENDIRNOS EN LAS PROMESAS DE DIOS con confianza y seguridad.
La palabra del Señor nos invita a ser pacientes, pues mientras vivamos en este mundo de una u otra manera enfrentaremos dificultades, enfermedades, pruebas, angustias y necesidades como ya nos lo dejó claro nuestro Señor Jesucristo (Juan 16:33) Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
El Señor nos invita a confiar aun en medio de las pruebas pues CONFIAR ES LA BASE DE LA PACIENCIA pero tenemos que comprender que LA PACIENCIA NO SIGNIFICA SIMPLEMENTE QUEDARSE QUIETO Y RESIGNARSE PASIVAMENTE ante las circunstancias difíciles, sino que significa UNA ESPERA ACTIVA, EN LA QUE SEGUIMOS OBEDECIENDO A DIOS, BUSCANDO SU VOLUNTAD Y SIRVIENDO A LOS DEMÁS MIENTRAS CONFIAMOS EN QUE ÉL CUMPLIRÁ SUS PROMESAS en el momento adecuado (Gálatas 6:9) No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Como cristianos tenemos que obedecer y seguir confiando en las promesas de Dios, buscando hacer su voluntad sin rendirnos, esperando la respuesta del Señor hasta el final, con PACIENCIA Y ESPERANZA (Santiago 5:7-8) Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
II) DEJAR QUE SEA DIOS QUIEN DIRIJA NUESTROS PASOS
(Salmos 81:13) ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel!.
Obedecer a Dios significa dejarnos guiar por él , buscar su guía, permitir que nos dirija y confiar que él tiene siempre planes y pensamientos mejores que los nuestros (Isaías 55:9) Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
El problema de muchos cristianos es NUESTRA DESOBEDIENCIA, y por eso nos va mal en la vida, pues el Señor nos muestra su camino, el Señor nos enseña el camino que debemos andar para que nos vaya bien, pero NO QUEREMOS ANDAR POR ÉL (Jeremías 6:16) Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
¿POR QUÉ VALE LA PENA SER OBEDIENTES Y DEJAR QUE DIOS SEA QUIEN DIRIJA NUESTROS PASOS?
PORQUE EL SEÑOR NOS DIRIGE SIEMPRE POR UN CAMINO SEGURO (Isaías 35:8) Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviara.
Verdaderamente caminar en el camino de Dios nadie puede decir que sea fácil, pobre hay dificultades, hay pruebas, hay tropiezos, pero es un camino seguro pues en él “No hay donde perderse”, pues los hijos de Dios somos guiados por él Espíritu Santo (Romanos 8:14) Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Pero no solamente es un camino seguro para nosotros para no perdernos, sino también es un camino seguro porque en él estamos PROTEGIDOS (Salmo 81:12-13) ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel! 14 En un momento habría derribado a sus enemigos, y vuelto mi mano contra sus adversarios.
PORQUE EL SEÑOR NOS DIRIGE SIEMPRE POR UN CAMINO DE LUZ Y VERDAD (SALMO 45:3) Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; Me conducirán a tu santo monte, Y a tus moradas. (JUAN 8:12) Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Tenemos que comprender que así como el camino de Dios es un camino de luz y de verdad, también hay un camino de TINIEBLAS Y DE MENTIRAS (Salmos 119:29) Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.
TODOS AQUELLOS que siguen los caminos del mundo, están siguiendo un camino de mentiras, de engaños, lo único verdadero de ese camino es su final: Quebrantamiento, amargura, dolor y condenación (Proverbios 14:12) Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.
Satanás es muy astuto y utiliza la fama, la fortuna, la diversión, los placeres de la carne, los vicios, el sexo, etc para hacer que las personas no quieran dejar ese camino que lleva a la destrucción (Proverbios 14:12) Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.
Pero cuando SOMOS OBEDIENTES y caminamos por el buen camino la luz del Señor nos permite ver y reconocer los engaños del enemigo, en su camino conocemos la verdad para no dejarnos engañar ni dejarnos convencer por las mentiras sutiles del enemigo (Isaías 42:16) Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.