Por voluntad de Dios crecí en un hogar no cristiano, pasé por momentos difíciles donde incluso me hice varias preguntas como ¿Dónde está Dios? Te es familiar, normalmente cuando pasamos por calamidades nuestro pecaminoso corazón llega a esta errónea conclusión. Juan 11:1-16
Todos tenemos amigos, de hecho los amigos son importantes, todos hemos tenido amigos que parecen familia, también hemos tenido amigos que parecen más enemigos.
En este mensaje veremos 3 maneras como Jesús es nuestro amigo.
JESÚS ES MI AMIGO EN LA VIDA (JUAN 15:15)
Que bendición que Jesús sea nuestro amigo, pues Él se preocupa por nosotros. Él vino a salvarnos de esta vida de dolor, mi amigo Jesús en esta vida es valioso. Juan 15:13 (Nadie tiene mayor amor que este que ponga su vida por un amigo)
Pues Jesús es un amigo en la vida, es un amigo que no se cansa. Un amigo que no se fatiga. Tenemos la seguridad que contamos con un amigo en la vida, es un amigo extraordinario que conforta mi vida.
JESÚS EN NUESTRO AMIGO EN LA MUERTE (VERS. 3)
Hace poco vino una pandemia dónde casi todos o todos perdimos a un ser querido. En esa pandemia perdí un ser querido, mi amigo Jesús estuvo conmigo para confortar mi vida en medio de la muerte. Nuestro amigo Jesús es poderoso en el tiempo de la muerte. Es tan poderoso que dió su vida y la volvió a tomar para resucitar. Pues es un amigo que tiene palabra en la vida y en la muerte. Él me sostiene en la vida y en la muerte.
Pues es un amigo que nunca nos deja, cuando la muerte se presenta, allí está Él. Nuestros huesos se deterioran, un día moriremos, nuestro amigo nos levantará. Él nos trae esperanza en su poder, trae esperanza en sus promesas, nos trae certeza en su palabra, nos da una esperanza renovada.
JESÚS ES NUESTRO AMIGO EN LA ETERNIDAD
El Apocalipsis nos dice que tiene las llaves de la eternidad, nuestro amigo en la vida, muerte y eternidad. Nuestro amigo fue a preparar un lugar para nosotros, estamos totalmente seguros, nunca tendremos una separación con nuestro amigo que es Jesús.
Debemos estar seguros en las manos y brazos tiernos de nuestro amigo, tenemos la vida eterna porque tenemos a Jesús.
Es tiempo de predicar de Jesús como nuestro amigo, no podemos predicar de nosotros, es tiempo de predicar de Jesús y nada más. En este tiempo es muy normal hablar de nosotros mismos, fotos de lugares, lo que comemos, lo que hacemos con los demás.
Dios pone carga en nuestro corazón para predicar a Cristo. Ser una iglesia militante, poderosa en Jesús. Jamás estamos solos sin la presencia de este hermoso amigo.