MARCOS 5:1-9 Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. 2 Y cuando salió él de la barca, enseguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. 4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. 5 Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras. 6 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. 7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. 8 Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. 9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos
Este día, por medio de la Palabra de Dios , vamos a conocer la historia de un hombre endemoniado que se convirtió en predicador por medio del poder transformador de nuestro Señor Jesucristo.
Jesús venía junto con sus discípulos de enfrentar una gran tempestad y Él les demostró que el mar y los vientos le obedecen, es decir, que las fuerzas más grandes de la naturaleza están bajo su dominio.
Pero sus discípulos con un corazón aún endurecido por la incredulidad, se preguntaron: “¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?” Marcos 4:41) Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen? Es por eso que Jesús los llevó a enfrentarse a otro tipo de fuerzas poderosas: LAS FUERZAS DEL MAL, LAS FUERZAS ESPIRITUALES DE SATANÁS, para que pudieran ver y reconocer verdaderamente quién era Él.
Gadara era una ciudad mayormente gentil, con estilo de vida y cultura griegos, es decir, eran adoradores de dioses paganos. Por eso podemos ver que los habitantes de esa región criaban cerdos, algo que ningún judío haría.
ESTO NOS DA VARIAS LECCIONES MUY IMPORTANTES PARA LA IGLESIA DE HOY:
I) JESÚS ESTÁ DISPUESTO A IR DONDE OTRO NO VAN PARA SALVAR A UN PECADOR
(VS. 1-2A) “Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. 2 Y cuando salió él de la barca…”
¡Qué maravilloso amor del Señor! Él fue a una región de gentiles para buscar a un hombre que jamás podría ser libre por sus propios medios. Nadie absolutamente podía hacer algo por él, solo el Señor.
Era una región pagana e idólatra, pero Jesús no llegó a juzgar ni a condenar, sino a liberar y salvar a un hombre perdido (Juan 3:17) Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
La primera parte del versículo 2 nos dice que Jesús salió de la barca. ¡Esto es maravilloso! Jesús podía haberse quedado en la barca y no poner un pie en esa tierra de pecadores, idólatras y paganos, pero él salió de la barca para buscar a un endemoniado. ¡Aleluya!
Jesús nos da un gran ejemplo para la iglesia moderna: Muchos cristianos no queremos salir de nuestra barca, no queremos salir de nuestros templos cómodos a predicar el evangelio de salvación. Queremos que los pecadores vengan a la barca, pero Jesús nos da un ejemplo maravilloso de evangelismo: ¡Él salió de la barca! ¿Estás dispuesto a salir de tu barca?
II) VEAMOS AHORA LA CONDICIÓN DE ESE HOMBRE ENDEMONIADO
(MARCOS 5:2b–5) en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. 4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. 5 Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.
A) MORABA EN LOS SEPULCROS (vs. 2b-3) en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, 3 que tenía su morada en los sepulcros,
Este hombre vivía entre los muertos, había dejado a su familia, amigos y todo lo que tenía para vivir en soledad entre los sepulcros. Así vive toda persona sin Cristo: en lugares donde no hay vida, gozo ni amor. EL MUNDO SIN CRISTO ES COMO UN CEMENTERIO, DECORADO PERO SIN VIDA.
B) NADIE PODÍA ATARLO NI DETENERLO (VS. 3B-4) y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. 4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar.
El poder de Satanás le había dado una fuerza sobrenatural y nadie lo podía detener ni controlar. Así también, sin Cristo, las personas son incontrolables: por sus vicios, su carácter, su búsqueda de placer. Nada los detiene en su autodestrucción.
C) ESE HOMBRE DABA VOCES EN LA SOLEDAD Y SE HERÍA A SÍ MISMO (VS. 5) Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.
Este hombre posiblemente gritaba por ayuda, por causa del dolor, por la soledad y la tristeza, pero gritaba donde nadie podía escucharlo.
Hoy muchos jóvenes gritan a sus padres con rebeldía, esposas claman por amor, personas gritan desde el corazón por atención y comprensión. Pero el mundo sin Cristo no escucha.
Muchas personas se hieren a sí mismos con vicios, adicciones o incluso físicamente podemos ver que todo eso viene de Satanás (Proverbios 23:33-35) Tus ojos mirarán cosas extrañas, Y tu corazón hablará perversidades. 34 Serás como el que yace en medio del mar, O como el que está en la punta de un mastelero. 35 Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; Me azotaron, mas no lo sentí; Cuando despertare, aún lo volveré a buscar.
III) AHORA VEAMOS UN ENCUENTRO QUE TRANSFORMA VIDAS
(MARCOS 5:9-13) Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. 10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. 11 Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. 12 Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13 Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.
A) Jesús le preguntó su nombre (vs. 9) Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.
La respuesta vino de los demonios: “Legión, porque somos muchos”. Satanás había borrado su identidad. De la misma manera satanás por medio del pecado ha destruido la identidad de las personas, pues las convierte en: “el borracho”, “la adicta”, “la amante”, “el pandillero”, etc.
B) Jesús lo liberó (vs. 12-13) Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13 Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.
Solo el poder de Dios pudo salvarlo. Ni la familia, ni las autoridades, ni la religión pudieron cambiarlo. Solamente Cristo nos puede dar verdadera libertad (Juan 8:35-36) Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
C) Jesús transformó su vida y le dio un nuevo propósito (vs. 18-20) Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. 19 Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. 20 Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.
El hombre quería irse con Jesús, pero el Señor lo envió a predicar en Decápolis. Es decir que aquel hombre endemoniado se convirtió en predicador de las maravillas de Dios.
Eso mismo es lo que el Señor puede hacer en la vida de todos aquellos que ponen su esperanza en Él , sin importar nuestra condición actual, sin importar que tan perdida o destruida puede estar nuestra vida, si lo hizo con un endemoniado también lo puede hacer con nosotros
CONCLUSIÓN: La historia del endemoniado gadareno nos recuerda que no hay vida tan destruida, ni situación tan perdida, que Jesús no pueda restaurar. Así como este hombre fue transformado de esclavo del mal en mensajero del Evangelio, también nosotros hemos sido llamados a contar lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. No guardemos en silencio las maravillas que Cristo ha hecho: salgamos y compartamos su amor y poder con un mundo que lo necesita urgentemente.
