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De qué temeré?

La semana pasada lleve a uno de mis sobrinos a una tienda para que escogiera el juguete que más le gustara, pues se lo iba a obsequiar. Vi en él aquellos ojos de un niño muy feliz por saber que su tío le iba a comprar el juguete que el quisiera.

Paso varios minutos recorriendo los pasillos y viendo cada juguete que se encontraban en los estantes. Después de un buen rato, le pregunte si ya se había decidido, con una carita de apenado me dijo que todavía no, que tenia tres juguetes y no se había decidido. Le dije que me llevara a verlos, note en el un cierto temor a que no se lo quisiera comprar, pero en mi intención ya estaba comprarle el que el quisiera, no importando el precio, así que fui, observe los tres juguetes y le dije que eligiera entre dos de ellos, que cualquier de esos me parecía excelente.

Entonces fue allí cuando me lleve una sorpresa agradable, el me dijo literalmente: “Este me gusta, (se refería a un robot de armar estilo lego), pero me lo van a dar en estos días, así que mejor este otro”, me extraño saber que se lo iban a dar en esos días, entonces le pregunte curiosamente sobre quien se lo iba a dar, entonces su respuesta fue: “Es que estoy participando en un concurso y el premio es ese juguete, entonces me lo van a dar”, a lo que yo le respondí: “¿Quiere decir que ya te lo ganaste?”, entonces él me respondió de una manera seria y segura: “No tío, pero me lo van a dar, es que TENGO FE” y termino con: “Hay que tener FE tío”, me quede sorprendido, porque él no estaba bromeando, me lo dijo de una forma tan serena, segura y al mismo tiempo dándome una lección. Quede unos segundos asimilando lo que me había dicho y me sorprendió a tal punto que me sentí tocado a comprarle también ese juguete por la fe que estaba mostrando.

Estos días he tenido tan presente ese episodio en mi mente y al mismo tiempo he reflexionado sobre lo mucho que me falta en ocasiones tener esa fe segura, esa fe seria, esa fe de que las cosas se cumplirán porque confió en que Dios lo hará.

En los días de Jesús, el Maestro se sorprendió por la fe un Centurión el cual creyó en que solo bastaba una orden de Jesús para que su siervo fuese sano. A diferencias de otros el Centurión no necesitaba que Jesús fuese y tocase a ese hombre, sino que bastaba con sus palabras, su orden y el milagro que esperaba sucedería. Jesús maravillado de la fe de este hombre dijo: “Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.”  Lucas 7:9 (Reina-Valera 1960).

¿Cómo esta nuestra fe?, ¿Qué tanto estamos sorprendiendo a Dios con nuestra seguridad de que Él cumplirá?, ¿Realmente tenemos esa FE segura que se necesita para ver las respuestas de nuestras peticiones?

No sé si me sobrino se ganara ese juguete, lo que si sé es que este día se lo compre e independientemente del origen de su obsequio hay algo que hizo posible que lo obtuviera, fue SU FE SEGURA. Dios quizá me utilizo como medio para darle lo que mi pequeño sobrino de diez años creyó, él solo sabia que lo obtendría y Dios se encargo de usar cualquier medio para darle esa respuesta que él sabia que vería. Se lo di en un regalo y en su tarjeta decía: “Por tu fe”, le dije que guardara esa tarjeta y que cada vez que la viera se acordara que cuando tenemos FE, Dios puede hacer cualquier cosa.

No te preocupes en descifrar el medio que Dios utilizara para tu respuesta, puesto que tu tarea es CREER y si tienes esa FE SEGURA que se necesita, entonces verás las respuestas que querías.

Estos días aprendí a tener más FE, a entender que la fe se trata de creer que obtendré lo que estoy pidiendo, sino, ¿Para que pido?, si voy a pedir es porque tengo la seguridad de que Dios me responderá, eso si, siempre y cuando mi petición este bajo su voluntad.

Más allá de la petición de mi sobrino (un juguete), que para él era algo importante, hay una gran enseñanza que Dios quería mostrarme a través de esa experiencia y es que mi FE tiene que ser como la de un niño, es decir UNA FE SEGURA.

¡Ten FE en lo que Dios hará y entonces recibirás las respuestas que has estado esperando!

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. 

Hebreos 11:1 (Reina-Valera 1960)

Fuente:
Pastor Enrique Monterroza

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