1 CORINTIOS 9:24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
En nuestra carrera por la vida, no podemos simplemente correr sin dirección ni propósito. Como nos recuerda el apóstol Pablo en este versículo, debemos correr con determinación para obtener el premio, para alcanzar nuestras metas.
Lamentablemente, muchas personas, incluidos muchos cristianos, corren la carrera de la vida con actitudes que, en lugar de llevarnos al éxito, nos llevan al fracaso.
Hace algunos años, en el mundo de los negocios, presenciamos cómo el gigante de la telefonía celular, Nokia, una vez líder, se declaró en quiebra y fue adquirido por Microsoft, el gigante de las computadoras.
¿Cómo es posible que una empresa tan poderosa como Nokia llegue a la quiebra? Los expertos financieros llegaron a una conclusión: Nokia quebró debido a su falta de visión y su soberbia.
Su falta de visión les impidió ver el potencial de los smartphones y las tablets, mientras que su soberbia les impidió aceptar consejos y adaptarse a los cambios del mercado.
Ahora, traslademos esas DOS ACTITUDES DE FRACASO a nuestras propias vidas:
A) Falta de visión: Muchos de nosotros hemos abandonado nuestros sueños y metas por comodidad o miedo al fracaso. A menudo rechazamos oportunidades de crecimiento personal porque nos sentimos cómodos en nuestra zona de confort.
B) Soberbia: Nos resistimos a aceptar consejos y críticas constructivas. Nos aferramos a nuestras decisiones, incluso cuando sabemos que están equivocadas.
Ahora, exploremos CINCO PRINCIPIOS DE ÉXITO a través de la Palabra de Dios:
I) PRIMER PRINCIPIO: ESFUÉRZATE (1 Crónicas 28:10) Mira, pues, ahora, que Jehová te ha elegido para que edifiques casa para el santuario; esfuérzate, y hazla.
El esfuerzo es necesario para convertir nuestros sueños en realidad. La fe es importante y es la base de nuestro triunfo, pero también debemos trabajar diligentemente para alcanzar nuestras metas.
Tenemos que comprender que nuestro Dios NO BENDICE personas indolentes hacia el trabajo, es decir, personas que no quieren esforzarse y que viven holgazana mente sin hacer nada (2 Tesalonicenses 3:10) Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
II) SEGUNDO PRINCIPIO: SÉ VALIENTE (Josué 1:6) Esfuérzate y sé valiente; porque tú repetirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
La valentía implica aceptar desafíos, asumir responsabilidades y salir de nuestra zona de confort, confiando en que Dios está con nosotros.
La valentía también significa NO VOLVER ATRÁS en todas aquellas cosas que sabemos nos han llevado al fracaso (Proverbios 30:30) El león, fuerte entre todos los animales, Que no vuelve atrás por nada;
III) TERCER PRINCIPIO: NO TEMAS (Proverbios 29:25) El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.
El temor al fracaso y a la crítica puede paralizarnos, impidiéndonos avanzar. Debemos recordar que las críticas son un reconocimiento de nuestro esfuerzo y que solo aquellos que hacen algo significativo son criticados.
FRASE: Solamente le tiran piedras al árbol que tiene frutos.
Por lo tanto no temas a la crítica pues muchas veces esas críticas son motivadas por la envidia, y son una señal que estamos avanzando y haciendo bien las cosas con la ayuda del Señor (Eclesiastés 4:4) He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
IV) CUARTO PRINCIPIO: NO DESMAYES (Isaías 41:10) No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Aunque enfrentemos dificultades, no debemos rendirnos. Debemos perseverar y confiar en que Dios tiene un plan para nuestras vidas.
Tenemos que estar seguros que cuando sentimos que no podemos más, cuando sentimos que estamos a punto de rendirnos podemos venir al Señor con sinceridad y recibir de Él nuevas fuerzas para seguir (Isaías 40:29) Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna.
V) QUINTO PRINCIPIO: NO OLVIDES QUE DIOS ESTÁ CONTIGO (Romanos 8:31) ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Con Cristo a nuestro lado, tenemos todo lo que necesitamos para triunfar. Si él es el capitán de nuestra vida, no hay razón para temer.
Recuerda, ¡tu victoria está asegurada con Dios a tu lado