El nombre Eclesiastés se deriva de la palabra hebrea QOHÉLET, la cual quiere decir “uno que se dirige a una asamblea”; aunque a veces se traduce como “el maestro” o “el predicador”. El libro de Eclesiastés es parte del conjunto de los libros sapiensales, fue escrito por Salomón, entre los años 971 y 931 A.C., en los años de envejecimiento. Usa un tono pesimista que recurre a vanidad de vanidades (vacío de vaciedad), ó “nada tiene sentido, todo es inútil”. Se comprende claramente que Salomón pasaba por un momento de decepción en la vida, de gran insatisfacción y escribe el mas filosófico de los libros de la Biblia con señales de apostasía.
Aunque el libro de Eclesiastés ofrece evidencias de ser un ensayo literario cuidadosamente redactado, la sabiduría de 1:12-18 es hallada vacía de valor real, la respuesta a las necesidades humanas no se encuentra en los placeres, ni en la riqueza, ni en los grandes logros humanos (2:12.17), ni en las cosas materiales (2:18-26), pero tampoco en la vida secular. La vida debajo del sol es insulsa, vacía y monótona; solo se disfruta si entramos en contacto con lo eterno, la reverencia y el temor de Dios le da sentido a la vida (11:7 y 12:7). Es como si Eclesiastés fuera un gran desierto donde nada satisface al hombre y al final está el oasis de agua fresca.
El fin de todo el discurso oído es este: teme a Dios y guarda sus mandamientos porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala. (Ec.12:13-14) En resumen, Eclesiastés es el libro de la vagancia humana, del no hacer nada. Es el texto de la vida vacía y sin contenido cuando Cristo no está. El libro es vindicado en el fin del discurso.
VIDA DE VAGANCIA (VANIDAD DE VANIDADES). Rutina y monotonía de la naturaleza (1:5-10); Fatiga y alegría terrenal (2:22-24); Coma, beba y goce el bien (3:12-13); Su parte es el trabajo (3:22); Lo bueno es gozar, comer de todo el trabajo aquí (5:18-20); Todo el deseo del hombre es para su boca (6:7); Bien-goza, adversidad-considera (7:14); Trabajo, faena, debajo del sol, beba, alegría (8:15-17); Goza, bebe tu vino con alegre corazón (9:7); Oasis espiritual (12:13-14).
TERMINOLOGÍA DE ECLESIASTÉS. Coma, beba, fatiga, trabajo, goce, gozar, bueno, deseo, alegre, alegría, debajo del sol, vanidad, nada nuevo, afana, labor, el bien, corazón, aflicción, no se sacia, adversidad, vida, faena, tierra, día, noche, sueño, ojos, pan, vino, obras, come, mejor, añadir, quitar, sabiduría, lo que fue y es, lo que será, giros, fatigosa, correr de nuevo, nunca, odio, ver, siempre, girando, oír, expresar.
EVALUACIÓN
a) Se alcanza satisfacción mediante el goce del bien (comida, bebida, el fruto del trabajo y vivir con la mujer de la juventud). b) Relato de todas las cosas bajo el sol. c) Se buscan placeres momentáneos resultando que todo debajo del sol es vanidad de vanidades.
CANTAR DE LOS CANTARES
La gloria del simbolismo salomónico está presente en el Cantar de los Cantares, el más excelente cantico del rey Salomón, cuyo reino se comprende como una restauración del jardín del Edén. (1 R. 4:20-34) Salomón aparece como la personificación de las bendiciones del amor, que en cantares se presenta revestido de toda la majestad real (Cnt. 1:2-4, 5:10-16). El Cantar de los Cantares es un cantico primaveral de poesía artística que trata de los amores de un monarca (Salomón que significa pacifico), y su amada (la sulamita que significa pacifica). Cantares alude a los amores de Dios y su pueblo Israel, de Jesucristo, su iglesia, y a los amores de los esposos. La llave del libro es el amor puro y transparente que satisface la más profunda necesidad del alma enamorada. Los afectos expresados en Cantares hacia el amado no se fundamentan en la obligación, ni en el ámbito legal, sino en la pasión, la libertad y los anhelos del corazón por su presencia.
El amor de Cantares fluye libre, espontáneo, sin barreras, es el amor del creyente al amado hijo de Dios, la razón de nuestra existencia en este mundo. Es de destacar: las huellas del rebaño (1:8); la danza ritual de mahanain (6:13); las fragantes mandrágoras que crecen en su campo (7:11-13); cuando las doncellas le llaman bienaventurada (6:9); dulces frutas (7:13); la esposa elogia la belleza del esposo (5:10-16); el esposo elogia la belleza del esposo (6:4-10); ella le pide:” ponme como un sello sobre su corazón” (8:6); ella dice:” yo soy muro y mis pechos como torres, desde que fui en sus ojos como la que halla paz”. (8:6) En Cantares el Señor es el amado de la vida y la eternidad, sus amores es una antorcha perenne que no se apaga, sus amores suplen cada una de las insatisfacciones del creyente y le da una nueva perspectiva y razón a la vida.
CANTARES (DESCANSO DE LA VAGANCIA (AMORES DE PRIMAVERA).
Pidiendo cercanía e intimidad con el amado (1:2-3); Rey y amado para mi (1:12-14); Como el manzano y la casa del banquete (2:3-4); Hermosura de los amores de la esposa (4:10-11); Detalles del amado (5:9-16); Soy de mi amado y mi amado es mío (6:3); El tiene conmigo contentamiento (7:10-13); Ponme como un sello sobre tu corazón… las muchas aguas… (8:6-7).
TERMINOLOGÍA DE CANTARES.
Amores, besos, olor, ungüento, rey, nardo, amiga mía, manojito, pechos, racimo, flores, viñas, amado, mirra, bella, tus ojos, paloma, dulce, cedro, ciprés, rosa, lirio, manzano, paladar, casa de banquete, bandera, canción, tórtola, corazón, esposa mía, especias aromáticas, panal de miel, labios, leche, vestidos, Líbano, nardo y azafrán, caña aromática, canela, aloes, frutas suaves, paraísos de granados, aguas vivas, vino, aromas, rocío, marfil, zafiros, Jacinto, mármol, oro fino, arroyos de las aguas, granadas, aldeas, campo, vides, nuevas y añejas, mosto, sello, marca, fuego, llama, ríos, palmeras, huertos y montañas.
EVALUACIÓN
a) La satisfacción del hombre reside en el amor de Dios. b) Relata la búsqueda de la intimidad con Cristo. c) Se busca lo bueno y lo eterno en la presencia de Jesús resultando en descanso y satisfacción.
DE ECLESIASTÉS A CANTARES
La vida que vive la gente sin Cristo es puro Eclesiastés, tienen una religión como excusa, pero solo buscan las cosas que se hacen debajo del sol: placeres, riquezas, logros humanos, cosas materiales, trabajos fatigosos, vanidades, y la monotonía del más de lo mismo. Una vida tan rutinaria y vacía que siempre deja el corazón insatisfecho y el espíritu seco. Generalmente huyen del mensaje transformador del evangelio del Jesucristo para no tener que enfrentar el desafío de tomar decisión de seguir a Cristo o rechazarlo, prefieren seguir viviendo en Eclesiastés y rechazar la vida plena que Cristo ofrece en Cantares, que es vida de amor ágape, vida de espiritualidad verdadera, vida de satisfacción presente y eterna.
Andar con el Señor en Cantares es la transformación que produce el Espíritu Santo en el hombre para vivir un romance de amor con el amado, es el tiempo de poesía primaveral, de amor sin barrera, de pasión desbordada, de anhelo del alma enamorada, disfrute del cantico del rey. Es tiempo de la voz de la tórtola y del cántico nuevo, tiempo de banquete y bandera, de aroma y rocío, de sello y marca, de fuego y celos, tiempo de ríos y palmeras de huertos y montañas.
En Cantares el Señor es mi gozo, el primer amor de vida, es la razón de mi existencia, sus amores son amores de siempre, amores eternos. En Cantares el amado es el único dueño de mi vida, voluntad, sentimiento, emociones, expectativas, deseos y la esencia misma de mi personalidad. Cantares expresa todo lo que él es, para todos cuanto le aman.
La unidad con él nos hace bien, nos lleva a vivir enamorados de la vida, trae fluir de esperanza en el alma. La religión está a distancia porque es parte de Eclesiastés, vinculada a lo que se hace debajo del sol. En cambio Cantares habla de lo que fluye más allá del sol, es la vida de Dios, el sublime andar con Jesús. Pueblo de Dios: la voz del Espíritu en poesía profética nos llama a Cantares, a disfrutar la presencia del amado en sublimidad.
Y a los pecadores le diría que salgan de Eclesiastés y pasen a Cantares. Renuncien al pecado, renuncien a la vida de vanidad que se vive debajo del sol, huérfana de la verdadera espiritualidad y acepten a Cristo como salvador personal para dar inicio a la locura de amor que es establecer una relación de intimidad con él.
Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. (Cnt. 1:2). Mientras el rey estaba en su reclinatorio, mi nardo dio su olor. (Cnt. 1:12)
Mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa entre mis pechos. (Cnt. 1:13). Racimo de flores de alheña en las viñas de En-gadi es para mí mi amado. (Cnt. 1:14). Me llevó a la casa del banquete, y su bandera sobre mí fue amor. (Cnt. 2:4). Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; el apacienta entre lirios. (Cnt. 6:3). Levantémonos de mañana a las viñas; veamos si brotan las vides, si están en cierne, si han florecido los granados; allí daré mis amores. (Cnt. 7:12). Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo. (Cnt. 8:6). Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogaran los ríos. (Cnt. 8:7).
Dios te bendiga