Vemos aquí a Pedro diferente, escribe esta carta con una base de esperanza, en medio de dificultades, por eso es conocido como el apóstol de la esperanza, ¿por qué es importante abrazar esta esperanza viva? Porque este mundo es muy hostil y difícil, basta con salir a la calle y empezar a caminar, esta sociedad se basa en lo que tienes, quien es más fuerte, una discriminación tremenda, aun más para los cristianos.
Luego de meditar un poco en la idea de quien somos en Cristo, si lo recuerdas hablamos que somos, pero antes recordar es importante partamos de dos ideas generales; el problema cuando pasa el tiempo es que; no nos damos cuenta en lo que radica estas dos grandes diferencias.
¿Quién soy en mí mismo y en Dios?
- ¿Quién soy yo por mi mismo? Trata de ver que es o que lograste con tus propias manos, fuerzas, inteligencia.Soy una rata de alcantarilla, más bien el piojo de la rata inmunda, “no te digas así” amate un poquito, no, el problema es que me amo demasiado y no doy el lugar a Cristo, cuando vemos lo que hemos hecho por nosotros mismos, las vidas afectadas, los corazones dañados, lo de la rata se queda corto, no hay nada bueno en mí, pero en Dios, wooow.
- ¿Quién soy en Dios? Ya nos dijo que somos linaje escogido, real sacerdocio, pueblo adquirido, somos elegidos y rociados con la sangre de Cristo y limpiados de pecado, somos renacidos, herederos, somos hijos obedientes, guiados por su Espíritu, somos santos o apartados, somos rescatados. Ese momento que sacamos la banderita blanca y nos rendimos, decimos sálvame señor ya no puedo seguir lastimándome ni lastimando a otros así, necesito de tu rescate.
- Si no contrasto mi realidad, mi condición sin Cristo, no puedo valorar y agradecer profundamente lo que ahora soy en Cristo, por Cristo, y para Cristo.
- Si no estoy enfermo ¿para que ir a un doctor? Si no me reconozco pecador ¿para que necesito un salvador?
- Si vengo “con mis” justicias y bondades ¿para qué me acerco al justo y bondadoso?
Todo este listado que hemos aprendido debe generar en nosotros un nuevo enfoque para vivir nuestra vida y empezar con estas ideas, ¿Quién soy en mí y en Cristo? Pero después de ver y recibir animo con todo este listado, ahora si Pedro va a iniciar con una exhortación.
Inicia recordándonos que somos AMADOS, es la misma palabra que utiliza Dios cuando se refiere a Jesús y dice este es mi hijo amado en quien tengo complacencia, y la misma nos dice a nosotros, es una carta tan personal y anticipando que quien te escribe te ama. Y si es alguien que realmente me ama, pues yo si quiero saber que me quieres decir, y una vez más me recuerda quien soy para prepararme de que me va a pedir y como lo pedirá.
yo os ruego te invito, te imploro, te exhorto, como (ya que son) a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, expliquemos que es extranjeros (paroicos) esta palabra es alguien extraño, que tiene un hogar, pero es fuera de este lugar, es mas no tienes derecho a hacer de aquí tu hogar, peregrinos (parapimedos), es alguien que recibe temporalmente por tierras extrañas, es decir, estamos de paso.
Pedro nos da estas dos características por que la nueva identidad que asumimos cuando creemos en el Señor, Dios nos da vida espiritual y junto a esto nos dice que no somos de aquí, Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; Filipenses 3:20 nos recuerda nuestra nueva ciudadanía, si tú has nacido de nuevo, pues eres extranjero en este mundo, ya no eres morador de esta tierra, pertenecemos al cielo, a veces queremos calzar o caber en este mundo y nos olvidamos que ya no pertenecemos a este mundo, le buscas la forma de adaptarte pero ya todo está en contra de tu nueva naturaleza y entonces te sientes como una pierna de pollo en un encebollado, y entonces no sabes que hacer a donde ir, pues miras para arriba y recuerdas que la biblia te habla de dos tipos de personas: los moradores de la tierra, aquellos que valoran tanto todo lo que tienen porque están aferrados a esta tierra, pelean por ello como no tienes idea, y nosotroslos que vivimos temporalmente y sabemos lo que ya somos en cristo, esta idea de que no pertenecemos aquí porque nuestra ciudadanía está en los cielos.
Te daré rápidamente unos indicios de la eternidad, este lugar donde Dios mora y al que tu y yo vamos un día, lento pero seguro, este lugar funciona con los principios de Dios, funciona con los valores de Dios, es un lugar donde nunca hemos estado, pero lo añoramos. ¿Cómo es posible que añoremos el cielo si nunca lo hemos visto?
Es por su Espíritu Santo en nosotros, que nos dice, está lindo este país, esta naturaleza, pero añoro algo más grande, sublime, hermoso, porque somos extranjeros y peregrinos, pero NO SOMOS VAGABUNDOS, los vagabundos no saben a dónde van, nosotros si sabemos que este peregrinaje nos dirige a nuestra morada eterna.
Por eso Dios desde el inicio a querido esta conexión con la humanidad. Dios hablo con Adán, luego en el tabernáculo, Jesús está caminando con su gente, el cielo se acerca siempre a nosotros, y finalmente desde el pentecostés, el Espíritu Santo llega y llena a los discípulos y nos sigue llenando el día de hoy a cada uno de nosotros, este enganche del cielo en nosotros nos hace añorarlo por medio del Espíritu Santo.
Dios mismo en nosotros, a través de nosotros, alrededor de nosotros, a pesar de nosotros, él vive. Por eso Pedro nos recuerda que somos amados.
¿Te acuerdas de esa historia del joven rico?, no sé cuántos años tenía, tal vez unos 30 o 35 años, pero mira que después de ese encuentro solo 36 años después Jerusalén seria destruida y todas sus riquezas ¿a donde crees que se fueron?
Él tenía la invitación del maestro, pero amo más sus riquezas, es el mismo ejemplo, Dios nos permite vivir en esta vida y adquirir ciertas cosas, pero a quien debemos ser leales es a su verdad, a Jesucristo, por eso hay veces que sentimos que no encajamos aquí, queremos encontrar un lugar pero todo pierde su valor, para vosotros los que creéis él es precioso, él se convierte en nuestro valor, solo tenemos un valor y es Jesucristo, ahora que me ha recordado que soy amado, que voy de paso, ¿Qué me pides?
Que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma tu y yo necesitamos abstenernos (apechomai) es dominio propio, es refrenarnos, es detenernos, es decir, “freno de mano”, es algo que por cuenta propia no lo tenemos, porque hay 100% yo y 0% autocontrol, hago lo que quiero, cuando quiero, como quiero, eso éramos antes, ahora mira lo que dice 1 Timoteo 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. ¿Quién te ha dado dominio propio?
Es Dios, ya lo tienes, Pedro nos esta recordando lo que ya tenemos en Cristo, nos está diciendo abstente de los deseos carnales porque yo ya te di mi espíritu, cuando no eres peregrino es imposible abstenerte de los deseos carnales, porque ahora vives con un nueva naturaleza entonces podemos abstenernos, antes vivíamos para la carne, lo que nos pida esta naturaleza animal con deseos temporales antes no podíamos negarnos, pero ahora él nos esta pidiendo algo que nos está dando, el nos ha dado y recordado quienes somos, no creas que llegaste hasta este punto solo para escuchar “abstente de los deseos carnales” primero te dio toda la idea y contexto para abstenerte
, ABSTENERSE ES: PRIVARSE DE HACERLO O DEJAR DE HACERLO, privarse es la capacidad de efectuar un deseo carnal o si ya lo estas haciendo dejar de hacerlo, pero ¿cuáles son los deseos carnales?
Galatas 5: 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Hoy hermanos podemos abstenernos de este listado, tenemos el poder de Dios dentro de ti, no de cobardía sino de poder, para decir NO, no estanos jugando al cristiano, estamos librando una batalla continuamente, ¿contra quién?, es contra nosotros mismos, hemos estudiado nuestros tres enemigos (la carne, el mundo y satanás) pero particularmente Pedro nos exhorta sobre este listado en el cual podemos identificarnos, es un combate, una ardua batalla que antes ni enterados estábamos, hacíamos lo que queríamos, pero ahora cuando haces una obra de la carne inmediatamente el Espíritu Santo te dice “cuidado”. Antes no tenías esta batalla ahora sí y es continuo. Y si estas en esa batalla es bueno, no te entristezcas, Dios está obrando en ti, te está dando su espíritu, necesitamos ser alimentados por él.
Entonces es hoy, este es el momento que podamos hacer ese pacto con Dios, porque estamos rodeados de cosas, ideas e imágenes que son nocivas para nosotros y caminar bien con Cristo, necesitamos rendirnos al Señor. Pastor ¿Cómo puedo rendirme al Señor?
Muriendo a ti mismo, son principios que ya sabemos y que necesitamos recordarlos, como lo dejo de hacer ya no es a mi manera (tratar de ser mejor persona), es a la manera de Dios muere a ti mismo cada día, no es por obras para que nadie se gloríe en cuanto a la salvación, pero si es para hacer obras que Dios a indicado que andemos en ellas, ya no te compares con x o y personaje que hace mal las cosas, porque siempre serás un santo, compárate con Cristo, si vas a medir o comparar tu justicia, compárate con el justo, si vas a medir o comparar tu bondad pues compárate con el bondadoso, así llegamos al punto de esa comparación donde desde el cielo se escuchó este es mi hijo amado en el tengo complacencia, Dios te está diciendo: no acepto ni recibo a nadie que no sea mi hijo o a través de mi hijo, por eso nosotros nos escondemos bajo sus alas, entonces creemos lo que el nos ha regalado.
Esta semana comienza muriendo a ti mismo ofreciéndote como sacrificio vivo, Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es (lo más lógico que puedo hacer cuando sé que soy extranjero, peregrino y amado, renacido, santo, rescatado, es una nueva identidad) vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Por eso la vida en victoria no es teórica, es práctica ya que en la medida que avanzas tu caminar con Cristo, el vivir para y vivir por el espíritu, te pareces menos a ti y mas a Cristo.
Hay una evidencia clara y visible en tu vida, tu pareja lo nota, tus familiares, amigos, compañeros y enemigos lo notan, eso no significa que ya no pecas, sino que vienes al arrepentimiento y confiesas tu pecado para continuar tu relación diaria con Cristo.
Señor ya se lo que soy, quien soy, se lo que me pides, sé que tú lo vas a hacer en mí, “manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.” (vers. 12).
Dice que abracemos una buena manera de vivir, disfrutemos una buena manera de vivir honesta en todas las áreas, necesitamos entender esta nueva naturaleza, cuando lo haces pues fluye naturalmente, ejemplo: un niño cuando se viste de Superman, Batman, Ironman, Spiderman, ellos creen realmente que lo son, actúan como ellos, pues asi se debe ver cuando asumimos vestirnos como Cristo y ser pequeños Cristos, esa es la victoria que debemos saborear y la conseguiremos solo cuando te vistes de Jesús todos los días, porque no es en tus fuerzas, es en sus fuerzas y puedes vivir la vida lleno de Él. Y ya no es un juego de niños, estamos hablando de ser padres, esposos, jefes, maestros, pero sobre todo ser hijos de Dios.
Pero ten cuidado que no es solo lo que hago, sino también lo que digo y como lo digo, porque todos los ojos están sobre ti por ser un nuevo cristiano, todo lo que hacemos y decimos cuenta, tiene un impacto eterno, vivimos rodeados de gente que no creen en Dios, pero si llevamos una vida honesta, verán el bien que ustedes hacen y alabarán a Dios el día que venga a juzgar a todos.
Nos está enseñando que hay una consecuencia de vivir esta nueva naturaleza en Cristo, ; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
Originalmente Pedro les escribe porque ellos están siendo acusados de muchas cosas falsas, les dicen terroristas (incendiar Roma), de ateos (no se inclinaban a cesar y otros dioses), la idea de un cristiano era de un malhechor y criminal, pero cuando los conocían decían: no eres como le que había escuchado. ¿Te ha pasado esto? Ahora quieren verte y escucharte, para ellos tu eres la biblia que ellos van a leer.
Pero un día, el de la visitación, todos se doblarán a Cristo, unos para adorarle por gratitud, honra y gloria y otros de arrepentimiento para juicio.
Hoy no te dicen que eres terrorista, pero te dicen ¿tú crees en ese libro llamado biblia? ¿Por qué no crees en la unión libre? ¿por qué no apruebas el aborto? ERES UN INTOLERANTE.
Por eso debemos recordad que: tenemos una patria celestial, somos peregrinos, extranjeros, amados y santos, por eso cada día debemos regresar y recordar quienes somos, aunque la gente esté esperando para ver cuando tu sueño cristiano se termina, pero no saben que ya naciste de nuevo y no vas a regresar, tal vez caigamos varias veces, pero regresaremos al Señor para que nos limpie y perdone cada día.
Dios dijo que vendría y vino, dijo que moriría y murió, dijo que resucitaría y resucitó, Dios dijo que regresaría y no encontramos razón alguna para que falte a su promesa, él va a regresar por nosotros, así que no te acostumbres a este mundo, ya mismo nos vamos, y dile ¡ya ven Señor! Y ese día no nos llevaremos nada mas que a aquellos que hemos predicado de esta gracia.