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De Adversidad a Plenitud

La vida es preciosa, maravillosa; pero tenemos que aceptar que está llena de adversidades, percances, contratiempos. Muchas veces, cosas malas ocurren a gente buena. Existen tres clases de personas: Las que viven una crisis, los que ya salieron de una crisis, y los que están a punto de entrar a una crisis. Si estás en cualquiera de estas tres, entiende que el Señor dijo: En el mundo tendréis aflicción, mas confiad, yo he vencido al mundo. Si estás pasando un momento de adversidad, confía en que vas a pasar de la adversidad a la plenitud.

Cuando surgen adversidades, problemas, crisis, históricamente, Dios se vale de líderes poderosos y, a través de ellos, transforma la adversidad en bendición y en plenitud.

Adversidad significa percance, contratiempo, crisis, desgracia. Pero la plenitud, dice el diccionario que, es el mejor momento de algo o de alguien. Es totalidad, abundancia, expansión o grandeza. Confía en que vas a vivir el mejor momento de tu vida.

El libro de Rut se trata de las adversidades, de las crisis, de las luchas de la vida; pero también trata de cómo Dios es un Dios restaurador; que restablece, que transforma nuestras adversidades en bendición plena. Dios usa gente ordinaria para hacer cosas extraordinarias.

La importancia de tu asignación es revelada por la intensidad de la adversidad.

La historia de Rut nos instruye acerca de cómo Dios nos quiere usar para transformar las crisis, las adversidades, para convertirlas en cosas maravillosas. Nos enseña, también, las características de los líderes transformadores.

Este libro nos narra la historia de una familia. Este hombre tomó la decisión de irse de una tierra a otra con su familia, porque pasaban hambre. Pero tenemos que entender que nunca debemos tomar decisiones permanentes a situaciones temporeras.

Aquel hombre tenía una esposa, Noemí, y dos hijos. Al morir, sus hijos se casan con dos mujeres moabitas, Orfa y Rut. Luego, sus hijos mueren también, dejando desamparada a Noemí, quien escuchó que Dios había visitado su tierra y había allí bendición, y decidió regresarse a su tierra. Quiso despedir a sus nueras, pero Rut dijo que se quedaría con ella, emergiendo como la figura clave que Dios iba a usar para transformar la crisis de Noemí en un milagro poderoso.

Rut nos enseña principios poderosos. Tú eres un líder transformador, un instrumento importante. Dios tiene un plan contigo en este tiempo. Si aplicas los principios que nos enseña esta historia, Dios te va a usar para transformar las crisis en plenitud. No importa lo que venga, Dios te va a usar; no importa lo que estés viviendo, Dios te va a usar para cambiar las crisis en milagros poderosos.

Uno de los principios que nos enseña esta historia, es la adaptación, la flexibilidad. Rut, para poder ser la respuesta de Dios en la crisis de Noemí, para poder transformar aquella crisis, tenía que adaptarse y ser flexible. Esta mujer tenía que abandonar su ambiente, sus costumbres, su cultura, su familia, y aun su propia seguridad, para que Dios pudiera usarle.

En medio de las crisis, Dios usa personas flexibles y que se pueden adaptar, para transformar esas crisis en bendición. Adaptación es acomodarse una persona, mental y físicamente, a diversas circunstancias. Alguien flexible no se acomoda en el tiempo difícil, sino que se hace disponible para que Dios le use.

Hay a quienes Dios no puede usar, porque se rehúsan, se rebelan, y son intransigentes cuando tienen que adaptarse. Son gente a la que no le gusta que los saquen de su zona de comodidad. Rut tuvo que estar dispuesta para que Dios la pudiera usar, tuvo que reinventarse, en medio de las circunstancias.

La adaptación requiere que estés dispuesto a hacer las cosas que no te gustan.

Quizás la crisis que hoy enfrentas signifique que tienes que adaptarte, ser flexible; adaptarte a un nuevo estilo de vida, por ejemplo. Lo importante es que entiendas que Dios está en medio de esto. Él está dirigiendo, y él te va a usar.

Entiende hoy que cada acto de flexibilidad y de adaptación va a acortar la distancia a cualquier milagro que estés persiguiendo.

Fuente:
Pastor Otoniel Font

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