JEREMÍAS 3:24-25 Confusión consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud; sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas. 25 Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre; porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día, y no hemos escuchado la voz de Jehová nuestro Dios.
Estamos apenas comenzando un nuevo año y si algo es importante como familia cristiana es poder estar seguros del camino que vamos a seguir, de las decisiones que debemos tomar, de lo que tenemos que hacer para poder tener un año bendecido por nuestro Dios, es decir, no debemos confundirnos, pues la confusión puede ser muy dañina para nuestra familia.
En el texto que hemos leído para comenzar podemos ver los riesgos de que nuestra familia viva en confusión este año que está comenzando: La confusión consume el trabajo, es decir no nos permite disfrutar de las frutos de nuestro esfuerzo, también la confusión puede consumir también la vida de nuestros hijos e hijas, y también nuestras posesiones, la confusión nos hace pecar contra el Señor pues la confusión viene a nuestra vida cuando no escuchamos la voz del Señor.
Pero ¿cómo podemos ser libres de la confusión? por medio de la verdad, y esa verdad es la palabra del Señor (Juan 8:32) y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
VEAMOS ENTONCES POR MEDIO DE LA PALABRA DE DIOS: ¿COMO DEBEMOS CUIDARNOS DE LA CONFUSIÓN?
I) NO CONFUNDIENDO LA PROSPERIDAD DE LOS NECIOS CON LA BENDICIÓN DEL SEÑOR
Tenemos que tener mucho cuidado pues muchas veces confundimos la prosperidad, el crecimiento económico y material con la bendición del Señor.
La prosperidad de los necios nos aleja de Dios, es una prosperidad enfocada en las apariencias que nos hace vivir una vida enredada en deudas que después nos roban la paz y la armonia de nuestra familia (Proverbios 1:32) Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder; es una prosperidad o crecimiento económico enfocado solamente en todo lo que se puede ganar y llegar a tener, olvidando todo lo que podemos perder en nuestra familia, en nuestro matrimonio y en nuestra relación con Dios.
Es importante que comprendamos que la prosperidad material también es parte importante de la bendición de Dios para nuestra vida, pero no es el objetivo principal, la bendición de Dios trae paz a nuestra vida, armonia a nuestra familia, y nos ayuda a estar más cerca del Señor (Proverbios 10:22) La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella. Si algo debemos anhelar y procurar en nuestra vida es la bendición del Señor.
II) NO CONFUNDIENDO UNA VIDA RELIGIOSA CON UNA VERDADERA VIDA CRISTIANA (ISAÍAS 29:13) Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
Lastimosamente esta es una confusión que afecta a muchas familias, que creen que la vida cristiana es solamente congregarse en una iglesia pero vivir como inconversos, creer que ser cristiano es solamente ir al culto los domingos para cumplir una costumbre y luego olvidarse del Señor durante los demás días de la semana.
Tenemos que enseñar a nuestra familia que ser cristiano es seguir el ejemplo de Cristo y sus enseñanzas TODOS LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA, (Lucas 9:23) Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Tenemos que enseñar a nuestra familia que ser una familia cristiana no es fingir ser buenas personas, y aparentar ser diferentes al mundo solamente los días que nos congregamos en la iglesia (Génesis 35:1-4) Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú. 2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos. 3 Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado. 4 Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina que estaba junto a Siquem.
Necesitamos enseñarle a nuestros hijos a nuestros hijos a no tener una fe fingida sino una fe verdadera todos los días, y en cualquier lugar (2 Timoteo 1:5) trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
III) NO CONFUNDIENDO AUTORIDAD CON MALTRATO Y VIOLENCIA (2 CORINTIOS 13:10) Por esto os escribo estando ausente, para no usar de severidad cuando esté presente, conforme a la autoridad que el Señor me ha dado para edificación, y no para destrucción.
La autoridad es la facultad que alguien tiene de mandar o dirigir y de ser obedecido, pero tenemos que comprender que en la familia cristiana esa autoridad que Dios a delegado en los padres y madres de familia, en el esposo como cabeza de la familia es para EDIFICACIÓN, es decir, para ser de bendición a su familia, no para DESTRUCCIÓN de la vida de sus hijos o de su cónyuge.
Lastimosamente muchos padres y madres de familia y esposos están confundidos pensando que tener autoridad significa maltratar y humillar a las personas que viven en su casa, pero no es así.
Tenemos que comprender que como padres tenemos ya la autoridad dada por el Señor, pero usamos la violencia para imponer nuestra autoridad porque nos falta algo INDISPENSABLE para ejercer la autoridad del Señor EL EJEMPLO (Josué 1:16-18) Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. 17 De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés. 18 Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y no obedeciere a tus palabras en todas las cosas que le mandes, que muera; solamente que te esfuerces y seas valiente.
IV) NO CONFUNDIENDO FIDELIDAD Y PUREZA CON NO TENER RELACIONES SEXUALES CON ALGUIEN (HEBREOS 13:4) Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios (1 TIMOTEO 4:12) Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
Lastimosamente en muchas familias cristianas los esposos, las esposas y los hijos e hijas creen que están viviendo en fidelidad con sus cónyuges o una vida de pureza pues no tienen relaciones sexuales con alguien, porque no estan teniendo relaciones sexuales con el hombre o la mujer ajena.
Pero lastimosamente en sus vidas hay pornografia, hay platicas sexuales con otras personas en las redes sociales y muchas veces llegan a compartir fotografías íntimas con esas personas.
Tenemos que comprender que la fidelidad y la pureza de nuestra vida comienza en nuestra mente y nuestro corazón, es por eso que el Señor nos hace un llamado a cada uno de nosotros (Efesios 4:23) y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
No solamente tenemos que cuidar nuestro cuerpo, sino también nuestra mente para agradar a Dios.