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Cuidado con los hombres tóxicos: las 12 señales que dicen “no soy sincero”

En «Hombres tóxicos», la escritora Lillian Glass proporciona una serie de guías para identificar a aquellos que están intentando engañarnos

La kinésica es la disciplina que estudia el significado expresivo, apelativo o comunicativo de los movimientos corporales y de los gestos aprendidos. Junto a la proxémica y la paralingüística forma los tres aspectos más sobresalientes de la comunicación no verbal.

En un gran número de ocasiones, se ha utilizado esta disciplina para intentar adivinar el significado del comportamiento externo del resto de las personas que nos rodean. En algunas de ellas, el análisis de los gestos ha tenido como objetivo adivinar si un hombre resulta atractivo para una mujer o viceversa.

Sin embargo, ha sido a la hora de identificar a los mentirosos (especialmente en un interrogatorio o durante una investigación policial) cuando más esfuerzo se ha puesto en el análisis gestual. En ese sentido, incluso la CIA ha publicado guías donde sus expertos explican de qué manera se puede averiguar si alguien no está diciendo la verdad.

La kinésica es la disciplina que estudia el significado expresivo, apelativo o comunicativo de los movimientos corporales y de los gestos aprendidos. Junto a la proxémica y la paralingüística forma los tres aspectos más sobresalientes de la comunicación no verbal.

En un gran número de ocasiones, se ha utilizado esta disciplina para intentar adivinar el significado del comportamiento externo del resto de las personas que nos rodean. En algunas de ellas, el análisis de los gestos ha tenido como objetivo adivinar si un hombre resulta atractivo para una mujer o viceversa.

Sin embargo, ha sido a la hora de identificar a los mentirosos (especialmente en un interrogatorio o durante una investigación policial) cuando más esfuerzo se ha puesto en el análisis gestual. En ese sentido, incluso la CIA ha publicado guías donde sus expertos explican de qué manera se puede averiguar si alguien no está diciendo la verdad.

Muchos de estos libros se basan en la teoría que Paul Ekman desarrolló sobre el rostro humano, que afirmaba que las emociones humanas forman una lista limitada (de las seis de la primera versión de su trabajo en 1972 pasó finalmente a 23) y que se expresan de forma bastante inequívoca en los gestos de aquellos que las sienten.

Hombres tóxicos

Otro trabajo donde se exponen algunos gestos significativos es Hombres tóxicos. Diez maneras de identificar, tratar y recuperarse de los hombres que nos hacen la vida imposible (Paidós), en el cual, su autora, Lillian Glass, ayuda al lector a identificar a esas personas tóxicas de las que ya habló con anterioridad en el superventas Relaciones tóxicas, y que define como aquellas personas negativas que nos arrebatan nuestra paciencia, nuestra salud mental y que, a la larga, perjudican seriamente nuestra vida.

En aquel volumen, Glass identificaba varios tipos de personas tóxicas, entre las que se contaban el culpabilizador, el envidioso, el criticón, el agresivo verbal, el falso, el psicópata, el mediocre, el cotilla, el jefe autoritario, el neurótico, el manipulador, el orgulloso y el quejica. Uno de los comportamientos que estos solían llevar a cabo con una mayor frecuencia era la mentira, que ocultaba sus auténticas intenciones y poco a poco horadaba la salud de la relación.

Por ello, en el fragmento que reproducimos a continuación de Hombres tóxicos, Glass propone una serie de pistas para descubrir a los mentirosos. Como advierte, no son absolutamente infalibles, pero pueden ayudarnos a identificarlos antes de que sea demasiado tarde.

Las señales de la mentira

“Que un hombre muestre una o dos de estas señales no significa necesariamente que esté mintiendo. Pero cuantas más señales veas, mayor será la posibilidad de que no esté diciendo la verdad.

  1. Se encoge de hombros.
  2. Se humedece mucho los labios porque tiene la boca seca: se aprieta los labios o se los muerde.
  3. Se ve claramente cómo traga saliva.
  4. No mueve las manos; las tiene totalmente inmóviles en el regazo.
  5. El contacto visual es limitado; rompe el contacto visual y parpadea mucho.
  6. Te mira fijamente y hay poca animación en su cara; expresión de máscara.
  7. Se revuelve en el asiento o se muestra inquieto.
  8. Tiene los hombros hundidos y la cabeza gacha, indicativos de vergüenza.
  9. Movimientos de los pies.
  10. La mano en el cuello.
  11. Se rasca la nariz, la oreja, la cabeza o el cuerpo.
  12. Suda, sobre todo en la frente y encima del labio inferior.

Una vez más es esencial tener en cuenta el contexto a la hora de interpretar las señales de engaño. Piensa en el tema del que estabais hablando y la pregunta que habías hecho.

 

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