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Cuidado con la indiferencia en la familia

Lucas 10:30-37 Como podemos darnos cuenta tomando como referencia la parábola del buen samaritano, la indiferencia no es agradable a Dios, la indiferencia no debería de ser una actitud normal en la familia cristiana ni en la iglesia de Cristo tampoco.

Pero comprendamos primeramente que es la indiferencia: La indiferencia es convertir a alguien en invisible, es anularlo emocionalmente, es hacerlo sentir que no nos importa, que nos da igual.

Este dia vamos a reflexionar sobre las causas y los efectos de la indiferencia en la familia y en nuestras relaciones personales para que podamos reconocer el daño que la indiferencia causa y podamos cambiar nuestra actitud hacia nuestra propia familia y hacia nuestro prójimo.

HABLEMOS PRIMERAMENTE DE LAS CAUSAS DE LA INDIFERENCIA

La indiferencia muchas veces es usada equivocadamente como un castigo hacia otra persona (2 Samuel 14:21-24 y 28) Como podemos ver en el texto cuando el rey David hizo volver a su hijo Absalón a Jerusalén después de haber vivido exiliado por la muerte de su hermano Amnon, él no quiso recibirlo, no le hablo, ni quiso que viera su rostro, sino que fue totalmente indiferente para con él, erróneamente David usó la indiferencia como un castigo hacia su hijo y durante dos años no tuvo ningún contacto con él.

Lastimosamente en muchas familias cristianas la indiferencia es muy usada como un castigo, como una manera de mostrar nuestro enojo o nuestra molestia hacia la otra persona, y se expresa en la falta de comunicación, es decir dejar de dirigirle la palabra, frialdad en el trato, e ignorarla.

Pero en realidad esa actitud es una muestra de falta de inteligencia emocional, pues tomar una actitud de indiferencia es no tener la capacidad de dialogar, de expresar nuestro malestar y buscar una solución al problema, pues tenemos que comprender que la indiferencia no soluciona ningún problema en nuestras relaciones de familia o nuestras relaciones con otras personas.

Recordemos la frase tan conocida: Hablando se entiende la gente… No ignorándola

Otra de las causas de la indiferencia es nuestro EGO: .La indiferencia es la actitud de personas que se sienten superiores a las demás, que menosprecian a su prójimo, es decir que la indiferencia es uno de los frutos de un corazón lleno de soberbia.

La palabra de Dios nos declara que nosotros no tenemos que tener más alto concepto de nosotros mismos (Romanos 12:3).

Y la palabra de Dios no declara que menospreciar a nuestro prójimo tratándolo con indiferencia es PECADO (Proverbios 14:21)

AHORA REFLEXIONEMOS EN LOS EFECTOS DE LA INDIFERENCIA (2 SAMUEL 14:28-33)   Como podemos ver en el texto la indiferencia del rey David provocó en su hijo Absalon un sentimiento de angustia, de desesperación, a tal grado que llego a sentir que si habia algun pecado en él que mejor lo matara.

LA INDIFERENCIA CAUSA DOLOR: pues hace sentir a la otra persona que no es importante, que no es valiosa, que sus sentimientos, que sus opiniones, que su vida no son importantes

LA INDIFERENCIA PRODUCE ANSIEDAD: Las personas necesitamos “leer” en los demás aquello que significamos para ellos, una mirada, una sonrisa, un gesto, un abrazo, una palabra ya sea de afecto o de corrección, pero no recibir nada de eso sino solo desinterés, nos lleva a la ansiedad de siempre pensar ¿que hice? ¿en que falle?

LA INDIFERENCIA PRODUCE SOLEDAD: La indiferencia hace sentir invisibles a las personas y esa actitud cuando viene de personas que son importantes en nuestra vida como nuestros padres, nuestra pareja, nuestros hijos, nos causan un vacío muy grande llamado soledad.

¿CÓMO PODEMOS CAMBIAR NUESTRA ACTITUD DE INDIFERENCIA? (ROMANOS 12:15)

Este texto lo podríamos resumir en una sola palabra: Empatía, y para poder cambiar nuestra actitud indiferente hacia nuestra familia y hacia nuestros prójimos, lo primero que tenemos que tener es empatía, es decir reflexionar, pensar, ¿cómo nos sentiríamos nosotros si nos trataran con esa indiferencia con la cual yo estoy tratando a mi esposa o esposo, o a mis padres, etc.

Comprendiendo que nunca la palabra de Dios nos manda a tener actitudes indiferentes con nuestros prójimos (Mateo 5:9 / 23-24 / 44/ Romanos 12:18)

Reconociendo que ignorando a las personas no arreglamos nada sino que causamos más daño a la relación, si tenemos algún conflicto o alguna molestia tenemos que sentarnos y hablar usando la sabiduría de Dios (Mateo 18:15)

SI ESTÁS RECIBIENDO INDIFERENCIA DE PARTE DE LAS PERSONAS QUE AMAS Y QUE SON IMPORTANTES EN TU VIDA (LEVÍTICO 19:18)

Si estamos sufriendo por la indiferencia de las personas, no podemos tomar nosotros la misma actitud equivocada, al contrario tenemos que demostrarles que somos diferentes, que tenemos la capacidad de solucionar los problemas dialogando, buscando una solución,

La Indiferencia es una desconexión emocional y esa desconexión emocional siempre tiene que tener un origen y debe ser aclarado para poder continuar con la relación, es decir que si hay un problema lo afrontaremos, si hay un malentendido lo solucionaremos.

Recuerda también que tu vida es valiosa para Dios (Isaías 43:4) y él nunca será indiferente con nosotros.

Fuente:
Pastor Oscar Flores

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