Quiero dedicar los próximos segmentos de este programa para estudiar con ustedes un conocido texto de la Escritura, el capítulo 11 del Evangelio según San Juan donde tenemos registrado el conocido evento, la muerte y la resurrección de Lázaro. Y espero que a través de este tiempo podamos extraerle a este hermoso pasaje algunas enseñanzas que yo sé que van a ser de bendición para nuestras vidas, siempre es un privilegio estar con ustedes.
Quiero leer un par de versículos y entonces entrar en la discusión de nuestro pasaje. Lázaro acaba de morir y el escritor, el evangelista Juan nos entra en el drama de ese momento. Y dice aquí que: «Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro de Betania» la aldea de María y Marta su hermana. Dice aquí que María cuyo hermano Lázaro estaba enfermo fue la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con su cabello.
Dice que: «Enviaron pues las hermanas de Lázaro para decirle a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolas Jesús dijo: esta enfermedad no es para muerte sino para la Gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro, y cuando oyó pues Jesús que Lázaro estaba enfermo se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Luego de esto dijo a los discípulos: vamos a Judea otra vez. Le dijeron los discípulos: rabí ahora procuraban los judíos apedrearte ¿y otra vez vas allá?.»
«Respondió Jesús: ¿no tiene el día doce horas?. El que anda de día no tropieza porque ve la luz de este mundo, pero el que anda de noche tropieza porque no hay luz en él. Dicho esto les dijo después: nuestro amigo Lázaro duerme mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme entonces sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro, y ellos pensaban que hablaba del reposar del sueño. Y entonces les dijo: Lázaro ha muerto.»
Vemos aquí en este pasaje, hay un contínuo tratamiento a través de todo el pasaje de este juego entre enfermedad, vida, muerte, Jesús y Su rol como dador de vida, la naturaleza de la muerte, qué es verdaderamente a la luz de la Presencia de Jesús en todo este drama. Y es muy interesante este juego de ideas aquí, de enseñanzas para todos nosotros.
Lo primero que yo veo aquí en este pasaje que me interesa es esta idea de que Jesús conoce a Marta, a María y a Lázaro, son amigos de Jesús. Y de hecho María tiene historia con Jesús en el sentido de que en otro pasaje de la Escritura se muestra a ella como ungiendo al Señor con un perfume y enjugando sus pies con sus propios cabellos en un acto de extremada devoción y de adoración al Señor.
También recordamos que Marta y Lázaro son los protagonistas de esa famosa escena donde Marta está afanada trabajando para preparar la casa para el Señor que está invitado a la casa con los discípulos y María está allí en la sala a los pies de Jesús escuchando, descuidando el trabajo casero que Marta está teniendo que hacer para mantener toda la cosa funcionando, Marta se queja de María y sabemos la respuesta de Jesús, María ha escogido la mejor parte y no le será quitada mas tú estás afanada con muchas cosas ¿no?. Hermoso pasaje, quizá podamos comentar acerca de ello un poquito más adelante.
Pero lo que vemos aquí, lo primero que yo veo es esto que Marta, María y Lázaro tienen una relación previa con Jesús, Jesús los ama, los aprecia, tiene amistad con ellos. Y cuando ellos se ven en esta terrible crisis, tragedia de la pérdida de su hermano en el caso de Marta y María ellas inmediatamente acuden a esa previa relación de amistad que tienen con el Señor, de afecto y mandan a pedirle al Señor que venga porque Lázaro está críticamente enfermo mejor dicho, no hay muerto todavía pero está críticamente enfermo. Ellas mandan al Señor a venir.
Y yo veo aquí algo bien importante y es lo siguiente: que nosotros tenemos siempre que construir sobre una relación previa con el Señor. Cuando nosotros hemos servido al Señor, cuando lo amamos, lo adoramos, lo buscamos, oramos continuamente, leemos Su Palabra se va creando una relación de estrechez, de intimidad con el Señor Jesucristo que cuando vienen los momentos de crisis a nuestra vida entonces podemos apelar a esa relación.
Qué difícil es cuando estamos en una situación terrible, de tragedia, de dolor y no sabemos cómo orar, no hemos tenido experiencias con el Señor en la vida, no hemos podido edificar nuestra fé, no hemos tenido tratos con Jesús que nos permiten entonces acercarnos en los momentos de crisis y tener esa autoridad, esa confianza y recordarnos que sí tenemos una ayuda, tenemos un recurso que es el Señor Jesucristo y podemos apelar a Él en nuestras necesidades.
Entonces lo primero que yo veo aquí es esto ¿no? que tenemos que usar los momemntos cotidianos de la vida, cuando todo está bien, cuando hay bendición, cuando todo está normal para preparar el escenario para que cuando venga el momento de la crisis y la necesidad a nuestra vida podamos acercarnos como dice la Biblia confiadamente al Trono de la Gracia para recibir el oportuno socorro que necesitamos.
Así que en las próximas secciones vamos a continuar este diálogo, pero es importante ¿no? que usemos los tiempos de normalidad en la vida para preparar la plataforma para los momentos de crisis ¿cómo?, por medio de la oración, el estudio de la Palabra, adoración al Señor, una vida emocional rica, tener tratos con Dios que nos van fortaleciendo nuestra fé para poder apelar a Él en los momentos de necesidad.
Gracias por estar conmigo y continuaremos nuestra meditación en los próximos segmentos. Que Dios te bendiga.