El hermano que pecó debe arrepentirse (Hechos 8:22). Debe también confesar su pecado a Dios (1 Jn. 1:9), y a sus hermanos (Sant. 5:16), porque Debe hacerlo para dar gloria a Jehová (Jos. 7:19).
El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Prov 28:13
Perdonar y consolar
Sin embargo, el hermano que pecó no es el único que tiene que hacer algo. El Señor nos exhorta a los demás a perdonarle y consolarle (2 Cor. 2:7). Esto no es fácil a veces, pero tenemos que hacerlo. Se nos hace más fácil murmurar contra el hermano (Sant. 5:9, Versión Moderna), o llevar malas sospechas (1 Tim. 6:4). “Bueno, si el hermano hizo eso, ¡quién sabe qué más será capaz de hacer! ¡Hay que vigilar a este hermano!”
Sin embargo, tenemos que reafirmar nuestro amor para con el hermano que se arrepintió (2 Cor. 2:8, LBA), y tal vez para con aquellos que fueron afectados por el pecado. Si no, Satanás ganará ventaja sobre nosotros (2 Cor. 2:11). Se le abrirá la puerta para sembrar discordia y segar la división. Otros daños pueden ocurrir, y algunos tal vez saldrán de la congregación por haber visto malas actitudes en ella. De otra parte, si la congregación reafirma su amor para con el hermano que se arrepintió, entonces no habrá lugar para la sospecha o la duda, ninguna oportunidad para Satanás.
Examinarnos a nosotros mismos
El pecado en la iglesia local nos obliga a mirar cada uno a sí mismo que no caiga. 1 Cor. 10:12
Cuando un hermano peca la primera reacción de los demás suele ser el asombro o disgusto. “Jamás hubiera creído que el hermano fulano haría eso…” dirán algunos. Bueno, ¿hubiéramos creído que Noé se embriagaría (Gén. 9:20-21), que Moisés desobedecería un mandamiento de Dios (Núm. 20:1-13), o que el apóstol Pedro sería culpable de hipocresía pública (Gál. 2:11-14)? Que nuestra “sorpresa” respecto a otro no nos distraiga de nosotros mismos (2 Cor. 13:5).
El hecho de que uno de nosotros caiga de esta manera debe infundir un temor en cada uno respecto a la posibilidad de cometer el mismo pecado o algo similar. Debe producir en nosotros un temor.
Interesante Artículo, ¿Verdad? claro, este tema es muy especial porque a todos nos ha sucedido en nuestras Iglesias, y debemos Aprender cómo actuar en estos casos “Cuando un Miembro de la Iglesia Peca”.
Este tema es muy bueno y a todo Cristiano le puede servir por ello te invitamos a que lo compartas en las Redes Sociales, contribuye y sé parte del Perfeccionamiento y Santificación de la Iglesia para Cristo.