El Señor tiene un entendimiento de las cosas pero la gente que no está totalmente iniciada en el razonamiento divino ve las cosas de una manera más limitada y pobre. Y eso pasa con nuestras vidas también que muchas veces Dios tiene un entendimiento profundo y eterno de todo lo que estamos pasando pero nosotros tenemos una perspectiva limitada. Y por eso sufrimos a veces más de la cuenta porque no entendemos los planes gloriosos que Dios tiene en mente.
Entonces dice aquí en el versículo 37: dice que he aquí algunos de ellos que estaban mirando esta escena dice que algunos de ellos dijeron: «¿No podía este?» hablando de Jesús, y es interesante dice: ¿No podía este?. ¿Notan ustedes un poquito como de lenguaje despreciativo allí?, en vez de decir ¿no podía el Señor?. Esta gente es incrédula, esta gente no cree necesariamente en Jesús. Esta gente quizás son opuestos al Señor y están dudando de Su poder. Dice: «¿No podía este que abrió los ojos al ciego?.»
Ellos sabían del milagro que había hecho el Señor antiguamente con un ciego, quién sabe si varios ciegos. Podría haber sido Bartimeo por ejemplo o el otro ciego que el Señor sanó echando saliva y lodo a sus ojos, el Señor sanó a varios ciegos. Pero hablan de un ciego que vieron que había sido sanado por el Señor. Y dice: «¿No podía Él que abrió los ojos al ciego hacer que Lázaro no muriera?.»
Yo no sé pero yo veo aquí que hay como un tono acusativo y lleno de duda, como que está intimando que: bueno si este fuera tan poderoso como Él dice que es o parecería que es ¿por qué no impidió que este hombre se muriera?. ¿Por qué lo permitió, por qué no tuvo poder suficiente para sanarlo antes de que muriera?.
¿Qué cosa no?. Cuando la gente no cree, cuando la gente no está tocada por el poder del Espíritu Santo por más milagros que vea, por más cosas maravillosas que vean, más muestras del amor, el poder, la gracia, la realidad de Dios en su vida como que tienen una neblina que cubre su entendimiento y los grandes milagros no son lo suficiente para despertar su fé y llevarlos a creer.
Por eso es que nosotros no podemos poner nuestra mirada solamente en los milagros, los milagros son solamente una señal que apunta hacia el Hijo de Dios. Si la gente no quiere creer no van a creer. El que está obstinado, el que tiene un corazón endurecido por más cosas que Dios haga para despertarlos si la puerta está cerrada Dios no la va a romper para que crean. Y esta gente obstinada a pesar de ver los grandes milagros de Cristo todavía dicen: ah mira esto es prueba de que no es el Hijo de Dios, no tuvo suficiente poder para sanar a este hombre e impedir que muriera.
Porque uno ve eso varias veces en este pasaje, que la incredulidad ya sea de Tomás, la relativa incredulidad o la imperfección de la fé de Marta le impide ver, los discípulos no pueden entender el lenguaje de que Lázaro duerme porque no están a la altura del poder de Dios y de la fé que tiene Jesucristo, y su entendimiento cabal. Y así nosotros también en nuestra relativa incredulidad muchas veces no podemos ver la gloria de Dios como Dios quiere manifestarla. Entonces me es curioso ese texto.
Y otra cosa interesante es también que después al final de todo esto para aislar solamente ese elemento aquí, dice que cuando el Señor resucita a Lázaro algunos creen en el Señor. Dice en el versículo 45: «Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María y vieron lo que Jesús hizo» resucitar a Lázaro, «creyeron en Él.» Pero qué interesante en el versículo siguiente 46 dice: «Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho.»
Ese pero me dice que habían dos categorías testimoniando el milagro de Jesús. Unos eran los que tenían un corazón tierno y abierto al Señor, y al ver el milagro de Jesús honestamente creyeron porque tenían un corazón abierto y la evidencia que el Señor provee les toca y les mueve a creer en el Señor. Otros que tienen un corazón endurecido, obstinado, contrario al Señor ese milagro en vez de llevarlos a creer lo que hace es que los empuja a ir a las autoridades, denunciar a Jesús mas bien.
¿Cómo lo denunciaron? porque uno se pregunta ¿qué podían decir en Su contra?. Bueno estaban diciendo: miren ha habido allí un milagro tremendo, si ustedes no se apuran este hombre se va a quedar con todo el pueblo judío así que tienen que hacer algo. Estaban usando esto para acusarlo. Interesantemente que para algunos este milagro es una razón de vida y para otros ese milagro es algo que acelera el proceso de muerte de Jesús y su condenación de parte de ellos, se acelera.
Los fariseos deciden matar a Jesús, esta gente va y lo denuncia y se ahíncan más en su incredulidad. El milagro, las obras de Dios si somos honestos nos bendice, si somos obstinados nos maldice. Para unos la Palabra de Dios es vida, para otros la Palabra de Dios es condenación porque al no creer son condenados. Wow.
Yo espero que tú y yo seamos de los que ven las obras de Dios para vida no para muerte. Cuando Dios te hable no seas incrédulo, cuando Dios te diga algo créelo y obra en ello, sé tierno. Pídele al Señor que ablande tu corazón, que seamos siempre abiertos para ver lo que Dios quiere hacer en nuestra vida y que seamos bien, bien penetrables por las obras y la Palabra de Dios. Dios nos libre de ser gente obstinada porque para la gente obstinada la Palabra de Dios se convierte en un aguijón que ahínca y causa muerte, y condenación. Mientras que si somos tiernos la Palabra de Dios pasa a través de nosotros y deja un sedimento de vida. Yo quiero ser de esa categoría.
Que el Señor te bendiga y vamos a invitar al Espíritu Santo para que nos haga gente de fé, gente enseñable, gente tierna para la Palabra y las obras de Dios. Hasta la próxima, se despide de ustedes el Pastor Roberto Miranda, Dios le bendiga.