Voz del Tabernáculo

Cuando buscamos y permanecemos en Su presencia, nuestra alma se llena de luz y dirección

El Salmo 16-11 nos revela una verdad profunda y transformadora: en la presencia de Dios encontramos plenitud de gozo y deleite eterno. No se trata de una alegría pasajera ni de un consuelo momentáneo, sino de una satisfacción verdadera y completa que solo proviene de estar en comunión con Él. Su presencia es fuente inagotable de vida, paz y seguridad.

Cuando buscamos y permanecemos en Su presencia, nuestra alma se llena de luz y dirección, pues Él mismo nos da a conocer la senda de la vida. No hay confusión ni extravío cuando caminamos bajo Su guía, porque Su sabiduría nos conduce con certeza en cada paso. Su voz nos instruye y nos afirma la verdad, disipando toda sombra de duda y temor.

A Su diestra hay delicias perpetuas. Esto nos recuerda que nuestra mayor recompensa no está en lo terrenal ni en los placeres efímeros de este mundo, sino en la comunión eterna con Dios. Él es nuestro refugio seguro, nuestra paz inquebrantable y la fuente de gozo que nunca se agota. En Él encontramos plenitud, propósito y la certeza de que, al permanecer en Su presencia, nuestra vida está alineada con Su voluntad.

Margarita García

Margarita García

Directora del Tabernáculo Prensa de Dios

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