Las iglesias cristianas que se encuentran en nuestro país deben de tener cuidado por la apostasía que en estos tiempos ha sentado sus reales aquí y en otras partes del mundo.
Da pena que algunas iglesias evangélicas, con grandes locales y numerosos miembros, en estos momentos hayan sido afectadas por la apostasía y la falsa doctrina.
Eso ocurre ahora cuando la mayoría del pueblo de Dios está esperando el levantamiento o rapto de la iglesia, en el que serán arrebatados al cielo, los cristianos nacidos de nuevo, que viven en santidad y disfrutar de ese glorioso acontecimiento que puede ocurrir inesperadamente, es decir, en cualquier momento.
¿Qué es la apostasía?
La palabra “apostasía” proviene del término griego “apostasía” que significa salida, defección, revuelta o rebelión.
La apostasía es apartase de la fe en Jesucristo y la sana doctrina para seguir nuevas enseñanzas distintas a la Eterna Palabra de Dios la “Santa Biblia”.
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios. (2 Tesalonicenses 2:3).
Los verdaderos cristianos no se desvían de la verdad. Aquellos que le dan la espalda a la verdadera palabra de Dios para seguir otras doctrinas erróneas, demuestran que su fe nunca fue real. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. (1 Juan 2:19).
La apostasía en los tiempos finales
La Biblia profetiza claramente que la Iglesia pasará por una gran ola de apostasía en los últimos tiempos. Esta apostasía se producirá antes del rapto, la tribulación y el surgimiento del anticristo. Pablo dijo que el anticristo no será revelado hasta que “primero venga la apostasía”. Jesús profetizó que “muchos se apartarán de la fe” y “se volverán a sus propias fabulas”.
Sabemos que el cristianismo ha tenido tendencias apóstatas a lo largo de la historia. Pero Pablo habla de un cambio particularmente significativo de la sana doctrina en los tiempos finales. Esta apostasía será el clímax de todas las tendencias anteriores apóstatas y será de alcance mundial. Pablo continúa diciendo:
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. (Colosenses 2:8).
La gente no solo será seducida o engañada por espíritus malignos, sino que también escucharán doctrinas de demonios, es decir, van a aceptar doctrinas falsas como verdaderas.
No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. (Gálatas 1: 7).
Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. (2 Corintios 11: 13-15).
Vendrá el tiempo cuando no van a tolerar ni soportar la sana doctrina. La gente va a asistir a la iglesia solo para oír lo que le conviene, es decir, lo que atrae a sus deseos. La gente se va a desviar de la verdad y se volverán a los mitos y fábulas.
Muchos hombres se han apartado de la sana doctrina, han endurecido suS corazones a la verdad, van detrás de doctrinas que suenan muy bien, pero no tienen ni una migaja de sana doctrina. Estas doctrinas son “doctrinas de demonios”, que atraen a la naturaleza humana con enseñanzas que niegan el verdadero evangelio de Cristo Jesús.
Pablo dice: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. (2 Timoteo 4: 3-4).
Incluso algunos ministros y líderes en las llamadas iglesias cristianas negarán a Jesucristo, es decir, van a negar la obra expiatoria de Cristo y aún el mismo Cristo. Ellos incluso van hablar mal de la verdad.
Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición. (2 Pedro 2:12).
Serán tiempos muy peligrosos
La gente tendrá una apariencia externa de piedad, pero en realidad su interior no posee lo que profesan.
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. (2 Timoteo 3: 1-5).
Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. (Mateo 7:15).
Los que sigan la sana doctrina, serán perseguidos por los liberales. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución. (2 Timoteo 3:12).
La gente va a burlarse de la segunda venida de Jesucristo.
Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. (2 Pedro 3: 3-4).
Las personas abandonarán la fe verdadera y seguirán a otros falsos cristos. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. (Mateo 24:5).
Grandes señales y prodigios serán utilizados para engañar incluso a los cristianos. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. (Mateo 24:24).
Como lo profetizado, los falsos profetas y los falsos Cristos están apareciendo y aumentando de una manera vergonzosa, pervirtiendo el evangelio de Cristo. Más espíritus engañadores llegarán a la escena, ya que se acerca el rapto de la Iglesia, y la tribulación de siete años que precederá el regreso de Jesús para establecer su reino milenario.
¡Atención!
El mensaje está claro. Todos debemos estar en guardia espiritualmente. Cuídate para no caer en el engaño, mantente orando y velando. Todo debe ser probado por la Palabra. Si una doctrina no se ajusta a la Escritura, debe ser rechazada, sin importar quién la está enseñando. Nuestra confianza debe estar en la Palabra y no en los hombres.
Debemos dejar de perseguir hombres y milagros. Una fijación a ambos dará lugar al engaño. Los falsos maestros pueden aparecer como ángeles de luz. Los milagros pueden ser realizados por el poder de Satanás. Nuestros ojos se tienen que fijar en Jesús, y sólo en Él.
Sigue predicando la verdad. Cumple con la obra de evangelista sin desviarte del camino. “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”. (2 Timoteo 4:2).