
CRISIS ESPIRITUAL: ¿ORGULLO Y REBELDÍA NOS ESTÁN ALEJANDO DE DIOS? «La soberbia y la rebeldía son los mayores obstáculos para recibir la bendición de Dios.» Alerta el Pastor Oscar Fl.
En un mundo donde las crisis personales y espirituales se multiplican, surge una interrogante: ¿estamos frenando nosotros mismos la obra de Dios en nuestra vida? La Biblia ofrece una respuesta clara: el orgullo y la autosuficiencia nos alejan de Su voluntad, mientras que la rebeldía nos impide escuchar Su voz.
El Pastor Oscar Flores de la nación del Salvador, líder cristiano y conferencista, advierte que «muchas veces pedimos milagros sin darnos cuenta de que nuestro propio corazón se ha endurecido contra Dios.»
EL ORGULL0 UN ENEMIGO SILENCIOSO
La Escritura declara en 2 Crónicas 7:14:
«Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieran en sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.»
Sin embargo, muchos creyentes quieren bendición sin transformación, sin darse cuenta de que la soberbia puede estar cerrando las puertas del cielo.
Rechazamos el consejo y confiamos solo en nuestra propia opinión. (Proverbios 3:5-6)
El Pastor Flores señala: «Dios atiende al humilde, pero al altivo lo mira de lejos.» (Salmos 138:6)
CUANDO DIOS NOS LLEVA AL DESIERTO
La rebeldía es otro gran peligro. Cuando nos negamos a obedecer, Dios permite que atravesemos momentos difíciles para llamarnos de vuelta a Él.- Oseas 2:14 nos recuerda:
«Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.»Señales de un corazón rebelde: vemos que Dios nos está llamando, pero ignoramos Su voz. (Jeremías 22:21)
❌ Escuchamos la Palabra, pero no la ponemos en práctica. (Ezequiel 33:32
📌 Señales de un corazón rebelde:
❌ Sabemos que Dios nos está llamando, pero ignoramos Su voz. (Jeremías 22:21)
El Pastor Florez enfatiza: «El desierto no es un castigo, es un llamado de Dios para volver a sus caminos.»
LA RESPUESTA ESTÁ EN LA HUMILDAD Y LA OBEDIENCIA
Dios nos habla de muchas maneras, pero depende de nosotros escuchar y actuar antes de que las circunstancias nos obliguen a hacerlo. 1Pedro 5-6 nos exhorta :
«Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuera tiempo.»
Así como el apóstol Pablo respondió a Dios con humildad en el camino a Damasco, hoy cada creyente debe preguntarse:
«Señor, ¿qué quieres que yo haga?» (Hechos 9:6)
CONCLUSIÓN
La pregunta no es si Dios nos está hablando, sino si estamos dispuestos a escuchar y obedecer. No esperemos a estar en crisis para volvernos a Él. Hoy es el día de rendirnos con humildad y confiar en que Su camino es el mejor.