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Corrientes Peligrosas

JOB 6:15 Pero mis hermanos me traicionaron como un torrente; Pasan como corrientes impetuosas

Muchas personas les da temor entrar en el mar pues dicen que el mar es TRAICIONERO, aparentemente alguien está nadando en aguas tranquilas y de repente es llevado mar adentro y muchas veces eso se convierte en una tragedia, ya que poco a poco se van a alejando de la playa y luego las personas no pueden volver y se ahogan. 

Pero ¿qué es lo que hace que el mar sea traicionero, que es lo que hace que el mar se lleve a las personas lejos de la playa y muchas veces sin darse cuenta? Lo que hace eso son las llamadas corrientes de retorno, “Estas corrientes son canales estrechos y poderosos que arrastran a los desprevenidos lejos de la costa” 

Pero si aplicamos esto a nuestra vida cristiana podemos decir que hay algo aún más traicionero que el mar, es LA MUNDANALIDAD, la cual está gobernada por satanás. De la misma forma como el mar con esas corrientes de retorno van alejando a las personas de la costa hasta muchas veces ya no poder regresar, así el enemigo usa CORRIENTES PELIGROSAS para alejarnos del camino del Señor ,para alejarnos de la iglesia, llevarnos lejos y enredarnos en la mundanalidad y el pecado para que no podamos volver o que se nos vuelva muy difícil regresar a los caminos de nuestro Dios. 

VEAMOS POR MEDIO DE LA PALABRA DE DIOS CUÁLES SON ALGUNAS DE ESAS CORRIENTES PELIGROSAS QUE ALEJAN A LOS CRISTIANOS DE LOS CAMINOS DEL SEÑOR.

I) PRIMERA CORRIENTE PELIGROSA: LOS AFANES (MATEO 6:31-33) No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Una de los mandatos de nuestro Señor Jesucristo para nuestra vida es no afanarnos, pues él sabe que los afanes son una de las maneras más usadas por el enemigo para alejarnos de sus caminos, y no solo para alejarnos sino para hundirnos en la ansiedad, en la preocupación, y en la tristeza. 

Pero ¿por qué nos afanamos? nos afanamos porque las preocupaciones van cargando nuestra mente y nuestro corazón, estamos llenos de cargas por los problemas de la vida, por la economía, por las deudas, por el futuro, por la enfermedad, por los hijos, etc. y eso hace que nos afanemos por encontrar solución, por encontrar una respuesta, por encontrar una salida a nuestros problemas y preocupaciones.

Un psicólogo en una sesión grupal levantó un vaso de agua, todo el mundo esperaba la típica pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, preguntó:

– ¿Cuánto pesa este vaso?

Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.

El psicólogo respondió: “El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo 1 minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, más difícil de soportar se vuelve.”

Y continuó: “Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada.”

Eso es lo que el enemigo quiere, llenarnos de preocupaciones y de afanes, para alejarnos del Señor y hundirnos en la angustia, es por eso que hoy si queremos vivir libres de los afanes y ser libres de la preocupación y la angustia tenemos que tomar las palabras de nuestro Señor Jesucristo (Mateo 11:28) Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Ya no luches en tus fuerzas, ya no te alejes mas del Señor, ya no te sigas hundiendo, ven a Cristo hoy, acércate al único que verdaderamente puede ayudarnos, él es todopoderoso, él es nuestro Dios. 

II) SEGUNDA CORRIENTE PELIGROSA: EL DESÁNIMO (SALMO 22:1-2) Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? 2 Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo.

Si hay una herramienta utilizada grandemente por el enemigo para alejarnos del Señor, para hacer que nos apartemos de su iglesia y de sus caminos es el desánimo, esa pensamiento que viene a nuestra mente de creer que no vale la pena seguir, que no quizas la vida cristiana no es para nosotros, que Dios no nos escucha, que nuestras oraciones no son escuchadas. 

El desánimo viene cuando la respuesta que necesitamos no llega, cuando la situación que estamos enfrentando no mejora, y parecería que el Señor está siendo indiferente a nuestra situación, y lo primero que viene a nuestra mente es ya no seguir clamando, ya no seguir confiando en el Señor. 

Pero tenemos que comprender que si muchas veces la respuesta no llega rapido a nuestra vida no es para que nos desanimemos, no debemos creer las mentiras del enemigo, pues el Señor puede estar probando nuestra fe, puede estar enseñándonos a ser pacientes y a esperar en él con un corazón confiado en sus promesas, o posiblemente nos está haciendo entender que lo que estamos pidiendo no nos conviene ya que él tiene algo mejor para nosotros. 

Si de algo podemos estar seguros es del amor de nuestro Dios y del cuidado que él tiene para nuestra vida, por eso no te desanimes, confía en el Señor y NO TE MUEVAS, NO TE ALEJES DE ÉL (Nahúm 1:7) Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.

III) TERCERA CORRIENTE PELIGROSA: EL RESENTIMIENTO (MATEO 15:12-14) Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? 13 Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. 14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.

Seguramente todos hemos conocido hermanos o hermanas que se han apartado de la iglesia y de los caminos del Señor por sentirse igual que los fariseos, por sentirse ofendidos, molestos, y eso llena sus corazones de resentimiento y se alejan del Señor. 

Se sienten molestos y resentidos por las actitudes de algunos hermanos, posiblemente porque sienten que el pastor no hizo lo que ellos querían, porque sienten que el pastor los desilusionó con su actitud, con sus palabras, etc. 

El enemigo hace que apartemos nuestra mirada de Cristo y la pongamos en los demás, que pongamos nuestra mirada en los hombres, en los hermanos y hermanas que son tan pecadores como nosotros, por lo tanto SIEMPRE VEREMOS ERRORES EN ELLOS

Pero respondamos esta pregunta con mucha sinceridad ¿QUIEN SALE PERDIENDO SI YO ME APARTO? Nuestro Señor Jesucristo es claro en decirnos que SEPARADOS DE ÉL NOSOTROS NADA PODEMOS HACER, ÉL SIGUE SIENDO DIOS, ÉL SIGUE SIENDO OMNIPOTENTE. (Juan 15:5) Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Seamos sabios, que los errores y defectos de nuestros hermanos y hermanas de la iglesia no nos llenen de resentimiento, que no nos sirvan de tropiezo, la carrera de la vida cristiana no se corre poniendo la mirada en los demás, sino poniendo la mirada en Cristo Jesús (Hebreos 12:1-2) Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Fuente:
Pastor Oscar Flores | El Salvador

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