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Consejos para vencer el desánimo

Estamos cerrando el primer semestre de este año 2019, y quizás algunos de nosotros al igual que el pueblo de Israel aunque sabemos que vamos por el camino correcto podemos caer en desánimo. NUMEROS 21-4-

¿Cómo podemos reconocer el desánimo en nuestra vida?
Una persona que ha caído en desánimo se aísla de los demás, por eso deja de congregarse, abandona su ministerio o privilegios,

Una persona que ha caído en desánimo tiene pensamientos negativos contra Dios y se autocompadece, tiene pensamientos como: Dios no me toma en cuenta, DIos no me escucha, tengo grandes problemas y a nadie le importa, todos me critican, etc.

Una persona desanimada siempre tratara de desanimar a otros, por medio de la crítica, de la murmuración, de la burla, etc.

Un persona desanimada pierde la alegría, pierde la ilusión y la motivación para enfrentar los retos en la vida, para alcanzar sus metas y para seguir luchando por sus sueños y proyectos, es decir cae en una parálisis espiritual y emocional.

La Biblia nos muestra que también los grandes hombres de Dios en algún momento de su vida cayeron en desánimo a causa de las situaciones difíciles que enfrentaron:

Josué se sintió triste y desanimado cuando Israel fue derrotado por él ejercito de Hai(Josué 7:5-8) 

Pero el Señor le dio una palabra: ¡Levantate! (Vs 10) 

El profeta Elías se sintió desanimado a tal punto de desear morir cuando estaba siendo perseguido por la reina Jezabel (1 Reyes 19:1-4) 

Pero el Señor por medio de un ángel le dio una palabra: ¡Levantate! (1 Reyes 19:5 y 7) 

Este dia que estamos por comenzar el segundo semestre del año el Señor también tiene para nosotros la misma palabra: LEVANTATE (Isaías 60:1) 

¿Cómo podemos vencer el desánimo que ha llenado nuestro corazón? ¿Como podemos levantarnos para seguir adelante?

I) PRIMERAMENTE TENEMOS QUE RENOVAR NUESTRA MENTE PARA QUITAR LA CIZAÑA DE DESÁNIMO QUE ÉL ENEMIGO HA SEMBRADO EN NOSOTROS (EFESIOS 4:22-23) 

La cizaña de desánimo que el enemigo siembra en nuestra mente son pensamientos negativos, pensamientos de duda, pensamientos de temor.

Al igual que todo pecado tenemos que confesarle a nuestro Dios esos pensamientos, tenemos que pedir perdón por ellos y traerlos cautivos a la obediencia al Señor (2 Corintios 10:5) 

II) TENEMOS QUE “EMPEQUEÑECER NUESTROS PROBLEMAS” (1 SAMUEL 17:33-37) 

El rey Saúl y todo el pueblo de Israel estaba temeroso porque habían engrandecido a su enemigo, y había empequeñecido a su Dios, si leemos todo el texto podemos darnos cuenta que David nunca llamó gigante ni grande a Goliat.

David estaba seguro que su Dios era más grande y más poderoso que su enemigo, por eso estaba seguro que podría vencerlo.

¿Como podemos hacer pequeños nuestros problemas? La única forma es comparándolos con nuestro Dios, ver nuestros problemas desde la perspectiva del poder de Dios, no de nuestra capacidad, no de nuestra fuerza.

Nuestros enemigos son grandes, pero Dios es nuestro PODEROSO GIGANTE (Jeremias 20:11) 

NO hay ni habrá un problema, ni un enemigo que sea mas grande que nuestro Dios, pues aunque nuestros enemigos sean poderosos, nuestro Dios es el único que es Todopoderoso (Apocalipsis 1:8)

III) QUITEMOS EL PODER DE DESANIMARNOS Y ENTRISTECERNOS A AQUELLAS PERSONAS QUE SON INFLUENCIA NEGATIVA PARA NUESTRA VIDA (PROVERBIOS 4:23) 

Muchos de nosotros les hemos dado poder a personas negativas para desanimarnos, para entristecernos, para hacernos sentir menospreciados, y ¡Tenemos que quitarles ese poder a tales personas!

Tenemos que comprender que muchas de esas personas su corazón está lleno de maldad, de envidia, de amargura, y lastimosamente tomamos sus palabras y las ponemos en nuestro corazón.

Para superar el desánimo tenemos que decidir que en nuestro corazón ya no vamos a darles cabida a las palabras de personas que son usadas por el enemigo para destruirnos sino a las palabras de nuestro Dios, que son palabras que nos edifican.

IV) TENEMOS QUE SALIR DE NUESTRA ACTITUD NEGATIVA, DE NUESTRA ACTITUD DERROTISTA Y PONER NUESTRA MIRADA EN EL PODER DE DIOS (GÉNESIS 15:4-6) 

Cuando Abraham se sintió desanimado porque la promesa que Dios le dio de tener un hijo no se cumplia, el Señor lo llevo fuera de su tienda, y le mostró los cielos y las estrellas, para recordarle que quien le había prometido un hijo era el creador de los cielos y de las estrellas.

Este día decidamos salir de nuestra actitud pesimista y derrotista, pasemos la página de nuestra vida, esa pagina llena de fracaso, de dolor, de amargura, y levantemos nuestra mirada al cielo, miremos las estrellas y recordemos que al que creo todas esas maravillas, nosotros podemos llamarle PADRE!!

Fuente:
Pastor Oscar Flores

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