En la Biblia encontramos dos palabras que significan PAZ, en el Antiguo Testamento encontramos la palabra hebrea SHALOM, y en el Nuevo Testamento encontramos la palabra griega EIRENE. JUAN 14-27-
Ambas palabras significan paz, pero no solamente tiene que ver con la ausencia de conflicto, o con la tranquilidad, sino un concepto más amplio que tiene que ver con la salud física, la salud emocional, la bendición de sentirse completo, satisfecho en Dios en todas las áreas de nuestra vida.
Nosotros como hijos de Dios tenemos esa paz del Señor en nuestra vida, pero lastimosamente muchas veces no disfrutamos esa paz, parecería que esa paz que el Señor nos ha dado no se hace real en nuestra vida pues vivimos en conflictos, llenos de angustias y preocupaciones, es por eso que es muy importante responder a la pregunta ¿Que necesito para vivir en paz? Es decir, para que la paz que el Señor nos ha dado pueda ser real en nuestra vida.
Veamos algunos consejos para poder vivir en paz:
ESPIRITUALMENTE HABLANDO LO PRIMERO QUE TENEMOS QUE HACER ES PONER NUESTRAS PREOCUPACIONES Y NUESTRAS CARGAS EN LAS MANOS DEL SEÑOR (FILIPENSES 4:6-7)
Tenemos que aprender a depender del Señor y poner nuestras preocupaciones, nuestras angustias y nuestras cargas en sus manos, confiando en su palabra que nos ha dicho que siempre nos ayudará y siempre nos sostendrá.
Siempre hemos escuchado la frase “Después de la tormenta viene la calma” pero la paz del Señor no viene después del conflicto o después de la tormenta, nosotros podemos experimentar y disfrutar de la paz del Señor AUN EN MEDIO DEL CONFLICTO Y AÚN EN MEDIO DE LA TORMENTA, es por eso que sobrepasa todo entendimiento.
A NIVEL PERSONAL Y FAMILIAR TAMBIÉN PODEMOS VIVIR EN PAZ TOMANDO DECISIONES SABIAS BASADAS EN LA PALABRA DE NUESTRO DIOS
I) PRIMER CONSEJO: NO JUEGUES CON FUEGO, NO TE ENREDES EN RELACIONES FUERA DE TU MATRIMONIO (PROVERBIOS 6:27-29)
Hoy en día lastimosamente las redes sociales están colaborando para que muchas personas casadas jueguen con fuego, relacionándose virtualmente con hombres y mujeres fuera de sus matrimonios que lo único que traerán será pleitos y conflictos a sus hogares.
Tenemos que comprender que esas relaciones de adulterio SIEMPRE nos robaran la paz en la familia, pues causan celos, dudas, pleitos, y amargura al corazón de los cónyuges, es por todos los conflictos y problemas que causa el adulterio que se nos dice que es falto de entendimiento él que decide enredarse en eso (Proverbios 6:32)
II) SEGUNDO CONSEJO: RELACIONATE CON AMOR CON TUS HIJOS Y DALES UN BUEN EJEMPLO, NO SOLAMENTE LOS DISCIPLINES Y CASTIGUES (PROVERBIOS 16:6)
Este versículo nos enseña una verdad espiritual muy importante que la podemos aplicar perfectamente en la relación con nuestros hijos: El pecado o los errores no se corrigen solamente con la verdad, es decir solamente señalando los errores que nuestros hijos cometen, y castigándolos por haberlos cometido.
También junto con la verdad se necesita misericordia, es decir amor en acción, es necesario relacionarnos con ellos, hacerlos sentir importantes y amados, solamente así la disciplina y el castigo producirá verdaderos cambios, tenemos que comprender algunas enseñanzas muy importantes:
- Amor sin Disciplina: Produce hijos mimados y exigentes
- Disciplina sin Amor: Produce desánimo y amargura en los hijos y más rebeldía.
- Disciplina sin Enseñanza (Sin dar el ejemplo) Produce rechazo a los caminos del Señor y genera aún más rebeldía.
III) TERCER CONSEJO: NO TE ENDEUDES INNECESARIAMENTE (PROVERBIOS 22:7)
Si hay algo que en la actualidad nos roba la paz y la tranquilidad en la familia son las deudas, y lastimosamente muchas de esas deudas son para adquirir cosas que no necesitábamos realmente.
Tenemos que aprender a ser sabios administradores de las bendiciones que él Señor nos da, para no tener que recurrir a deudas que, aunque en el momento pueden parecer muy atractivas y convenientes, pero después traen amargura, pleitos y angustia a nuestra vida.
¿Es pecado tener deudas? La palabra de Dios no dice específicamente que sea pecado adquirir deudas, pero lo que sí es pecado es lo que lleva a las personas a endeudarse excesivamente: LA CODICIA, LA ENVIDIA Y LA FALTA DE CONTENTAMIENTO y esas tres cosas siempre nos robaran la paz y el gozo de nuestra vida.
CONCLUSIÓN: Nosotros como hijos de Dios podemos disfrutar de la paz que el Señor ya nos dio, pero tenemos que ser sabios, para decidir hacer la voluntad del Señor, para hacer conforme a lo que la palabra del Señor nos enseña, pues tenemos que comprender que cuando hacemos su voluntad habrá paz en nuestro corazón.
