PROVERBIOS 15:3 Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando a los malos y a los buenos.
No podemos negar que la virtualidad es cada día más parte de nuestra vida, las redes sociales, las aplicaciones de mensajería, los juegos de video, negocios etc están haciendo que nuestras relaciones, nuestras transacciones económicas, y hasta las amistades, etc. se desarrollen como nunca antes en un ambiente virtual.
Pero definamos que significa la palabra virtual o virtualidad: Es la capacidad del individuo de ubicarse e interactuar en distintos espacios por medio del uso de la tecnología sin la necesidad de encontrarse físicamente en estos.
Es por eso que al mundo virtual muchos le han llamado “Un mundo paralelo” o “Una segunda vida” pues muchas personas tratan de escapar de su realidad para vivir un vida diferente en un mundo virtual, supuestamente más privado y seguro, y es por eso que los teléfonos móviles se han vuelto un elemento indispensable en la vida de muchas personas ya que es la puerta para ese mundo virtual.
Pero el problema de este mundo virtual es que nos hace creer que somos libres de las consecuencias que enfrentamos en el mundo real, y que no está limitado por nada ni por nadie, que podemos hacer lo que queramos y no habrá ningún problema pues el mundo virtual nos da la oportunidad de borrar, de bloquear, de ocultar, las cosas que hacemos, pero como lo dice el texto que hemos leído: LOS OJOS DEL SEÑOR ESTÁN EN TODO LUGAR, INCLUYENDO EL MUNDO VIRTUAL.
Antes de reflexionar en el tema que hoy estamos desarrollando tenemos que tener bien claros en nuestra vida lo que la palabra de Dios nos declara:
- La ciencia y la tecnología están siempre bajo la mirada y la supervisión de nuestro Dios, no podemos creer que el Señor está excluido del mundo virtual (Proverbios 22:12) Los ojos de Jehová velan por la ciencia; Mas él trastorna las cosas de los prevaricadores.
- No hay un lugar real o virtual en el cual podamos creer que nuestras acciones estarán fuera de la mirada de nuestro Dios y que nos vuelva exentos de las consecuencias (Salmo 139:1-12) Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. 4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. 5 Detrás y delante me rodeaste, sobre mí pusiste tu mano. 6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. 7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9 Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10 Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día;Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
COMPRENDAMOS ENTONCES CUALES SON LAS CONSECUENCIAS REALES QUE ENFRENTAMOS EN UN MUNDO VIRTUAL:
I) EL TIEMPO PERDIDO EN EL MUNDO VIRTUAL ES VERDADERAMENTE TIEMPO GASTADO DE NUESTRA VIDA (EFESIOS 5:15-16) Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos
Seguramente si pudiéramos tener una estadística del tiempo que gastamos todos los dias en juegos de video en línea, en ver fotografías en las redes sociales, en los videos de Youtube o en Tik Tok nos sorprendería la cantidad de tiempo de nuestra vida que estamos perdiendo en cosas que no edifican, en cosas que no aprovechan.
La palabra de Dios nos llama a ser sabios administradores de nuestra tiempo, pues lastimosamente muchos estudiantes que han tenido resultados mediocres o malos en su rendimiento académico son EXPERTOS en los juegos de video, en el mundo virtual han llegado a niveles muy altos, aunque sus resultados académicos son muy bajos.
Verdaderamente no podemos satanizar todos los juegos en línea, o los videos en Youtube o de Tik Tok, pues en muchos de ellos también hay buenas enseñanzas, y aprendizajes útiles para nuestra vida, pero tenemos que tener bien claro lo que nos declara la palabra del Señor (Eclesiastés 3:1) Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
No desperdiciemos un recurso tan maravilloso y limitado que tenemos cada uno de nosotros: NUESTRO TIEMPO, en cosas que no aprovechan en cosas que no edifican (1 Corintios 10:23) Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
II) EL DINERO GASTADO EN EL MUNDO VIRTUAL REALMENTE AFECTARÁ NUESTRA ECONOMÍA FAMILIAR (ISAÍAS 55:2) ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.
No podemos negar que los negocios en línea, las tiendas virtuales, son de gran ayuda para comprar sin salir de casa, pero tenemos que saber que no todo lo que se nos ofrece es algo que necesitamos, hay muchas personas que se vuelven adictas a las compras en línea, comprando por impulso y afectando verdaderamente su economía familiar.
Según las estadísticas el gasto global de los usuarios de los sistemas operativos Android e IOS en la primera mitad de 2021 fue de 64.900 millones de dólares, en aplicaciones de películas, música y video streaming sin contar el gasto mundial en videojuegos, que alcanzó los 44.000 millones de dólares en la primera mitad de 2021.
Es decir que las grandes empresas del mundo virtual se han hecho aún mucho más ricas, y muchas familias han gastado el dinero de su alimentación, el estudio de sus hijos, el pago de sus deudas, en cosas que quizás no necesitan o que no son necesarias en su familia.
III) LAS RELACIONES SENTIMENTALES Y SEXUALES EN EL MUNDO VIRTUAL AFECTAN VERDADERAMENTE NUESTRA VIDA Y NUESTROS MATRIMONIOS (1 CORINTIOS 15:33) No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
Lastimosamente el mundo virtual también ha sido usado por el enemigo para promover relaciones de fornicación y de adulterio, en el cual se mezclan sentimientos, malos pensamientos y deseos impuros, en el cual tanto jóvenes como persona adultas se enredan en conversaciones llenas de coqueteos, insinuaciones, y hasta conversaciones explícitas de índole sexual.
Tenemos que saber que todas esas conversaciones aunque “Solo sean pláticas” aunque las personas digan “No hicimos nada” verdaderamente esas platicas corrompen la mente, enredan los sentimientos, y pueden llegar a destruir matrimonios.
En la actualidad hay muchos jóvenes y jovencitas que no han tenido relaciones sexuales con nadie, pero han compartido fotografias mostrando su cuerpo, han tenido platicas sexuales o como se le ha denominado “Sexting”, lo cual quizas no les ha quitado su virginidad fisica, pero ha destruido la PUREZA DE SU VIDA (1 Timoteo 4:12) Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
En el mundo virtual hay hombres y mujeres casados que nunca se han acostado con otra persona que no sea su cónyuge, pero mantienen pláticas sexuales con otras personas que aunque luego sean borradas, han afectado primeramente su relación con Dios y también su relación matrimonial, pues la palabra del Señor nos enseña que el adulterio también es lo que pensamos, lo que codiciamos, y lo que permitimos que llegue a nuestra mente y corazón (Mateo 5:28) Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
IV) TODO LO QUE COMPARTIMOS EN EL MUNDO VIRTUAL, PUEDE AFECTAR NUESTRO TESTIMONIO EN EL MUNDO REAL (Proverbios 22:1) De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro.
Tenemos que comprender que todo lo que compartimos de forma pública en nuestras redes sociales o de forma privada con alguien ya no es de nuestra propiedad, sino que puede ser compartido con todos los usuarios de una red social.
Todo lo que compartimos, nuestros comentarios, nuestras fotografías, las platicas que tenemos, pueden ser compartidas con muchas personas y nuestro testimonio cristiano puede ser muy afectado.
La palabra nos declara una verdad espiritual que aplica tanto para el mundo real como para el mundo virtual (Lucas 8:17) Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.