Génesis 35:1-4 Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.
No cabe duda que todos nosotros queremos que nuestra familia sea una familia bendecida, pero muchos de nosotros no sabemos cómo hacer para traer la bendición de la que tanto se nos habla a nuestra familia, a nuestro hogar.
En el texto que hemos leído podemos encontrar algunas condiciones muy importantes para que nuestra familia sea una familia verdaderamente bendecida.
Veamos lo que nos enseña la palabra de nuestro Dios:
PRIMERA CONDICIÓN: LEVÁNTATE (GÉNESIS 35:1) Dijo Dios a Jacob: Levántate Muchas veces lastimosamente como familia nos acostumbramos o nos acomodamos a vivir mal, a vivir lejos de Dios, nos acostumbramos a ser una familia cristiana pero que vive como una familia del mundo, pero el Señor nos llama a levantarnos, y los primeros que tienen que levantarse en fe tienen que ser los padres, los esposos, dejar de poner excusas y levantarnos para volver a los caminos del Señor, levantarnos en oración, en clamor por nuestros hijos e hijas, por nuestro matrimonio, ya no podemos seguir siendo indiferentes FRASE: Lo preocupante no es la perversidad de los malvados, sino la indiferencia de los buenos
SEGUNDA CONDICIÓN: SUBE A BETEL (GENESIS 35:1) Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí Como familias cristianas tenemos que comprender que no podemos dejar de congregarnos, la palabra Betel significa “Casa de Dios” y si verdaderamente queremos que nuestra familia sea bendecida tenemos que venir a la casa de Dios, tenemos que apartar el tiempo para congregarnos, tenemos que comprender que aunque no lo queramos reconocer, alejarnos de la iglesia es también alejarnos del Señor, lo primero que hacemos antes de enfriarnos espiritualmente y de apartarnos de los caminos de nuestro Dios es abandonar nuestra iglesia, dejar de congregarnos, por lo tanto, si queremos ser bendecidos como familia, tenemos que subir a Betel pues la palabra de Dios nos manda a no dejar de congregarnos (Hebreos 10:25) no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
TERCERA CONDICIÓN: QUÉDATE ALLÍ (GÉNESIS 34:1)Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; Tenemos que comprender que una de las condiciones principales para ser bendecidos y poder dar los frutos que el Señor espera de nosotros es permanecer, no movernos, echar raíces en sus caminos, pues lastimosamente muchas veces lo que no permite que Dios pueda bendecirnos es nuestra INCONSTANCIA, es por eso que hoy el Señor nos dice, Sube a Betel y QUÉDATE ALLÍ, tenemos que recordar las palabras de nuestro Señor Jesucristo (Juan 15:7) Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
CUARTA CONDICIÓN: Y HAZ ALLÍ UN ALTAR AL DIOS (GÉNESIS 34:1) y haz allí un altar al Dios No podemos vivir una vida religiosa, pues un altar nos hablar de adoración, nuestra relación con Dios no puede ser por costumbre, o por tradición, tenemos que enseñarle a nuestra familia que cuando nos congregamos, cuando vamos a la casa de Dios no vamos solamente por ir, no vamos solamente por cumplir, sino que vamos para levantar un altar de adoración, en agradecimiento por las maravillas que Dios ha hecho en nuestra vida y en nuestra familia. No podemos congregarnos para ofrecer el sacrificio de los necios, es decir llenar una silla en la iglesia, pero salir vacíos de nuestro corazón (Eclesiastés 5:1) Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.