¿Te ha ocurrido que por miedo no te atreves a comenzar una nueva etapa o dar un paso adelante?. Creo que eso es algo muy común cuando el temor se apodera de nosotros y dejamos que pensamientos de fracaso se adueñen de nuestros sueños.
Tal vez, no te animas a salir de tu ciudad, a comenzar una carrera, a alejarte de una persona, a tomar una decisión definitiva o dar oportunidad a otras para que entren en tu vida, etc. y todo por miedo al fracaso, a caer, equivocarte, quedarte aparentemente solo (a) o sufrir.
No sólo debes dejar a Dios tus metas, sueños y anhelos, si no también tus miedos para que se conviertan en certezas y puedas agarrarte de las armas que Dios te dio para mantenerte de pie: sabiduría, confianza en ti mismo (a) y fortaleza, para que cuando el momento de cambiar llegue no caigas.
Dios te dice: Pero el que me obedezca vivirá tranquilo, sosegado y sin temor del mal, Proverbios 1:33.
No temas más, agárrate de cada una de las promesas de Dios y camina por fe y en victoria, pues al igual que con Josué Dios te respaldará: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. Josué 1:9.
Cada tropiezo no es una derrota, es una lección, no temas caer pues tienes un Padre que te sostiene.
Hoy es el día, ponte en manos de Dios y toma la decisión, arriésgate, camina y cumple lo que has soñado. No estás solo (a).
Al igual que el ave no tiene miedo de que la rama se rompa cuando se posa en ella porque sabe que tiene alas para volar y no caerá, tú tienes a Dios que no sólo te dará las alas para volar, sino que lo hará contigo.
Reflexiones Cristianas.