SALMOS 122:1 Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.
Seguramente esto es lo que como cristianos anhelamos para nuestra familia, que nuestra familia tenga alegría para congregarse en la iglesia.
Pero lastimosamente en muchas familias cristianas esto no es así, pues en lugar de alegría para congregarse lo que hay son pleitos, enojo o indiferencia.
Este año nuevo tiene que ser uno de nuestros propósitos principales: TRAER A NUESTRA FAMILIA A LA IGLESIA Y QUE PUEDAN TENER UN VERDADERO ENCUENTRO CON EL SEÑOR.
Respondamos entonces la pregunta :¿CÓMO PODEMOS TRAER A NUESTRA FAMILIA A LA IGLESIA?
I) CON NUESTRO EJEMPLO
(JUAN 13:15) Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
Nuestro Señor Jesucristo nos demostró que la mejor forma de enseñar es con el ejemplo, y si queremos que nuestra familia se congregue con constancia en la iglesia, que busquen al Señor no basta con solo hablar, tenemos que ser ejemplo para ellos con nuestras acciones.
No podemos esperar que nuestra familia busque las cosas de Dios si nosotros somos indiferentes con su iglesia, si no somos constantes en la casa del Señor.
¿Qué ejemplo le estamos dando a nuestra familia? ¿Le estamos dando ejemplo de una vida comprometida y entregada al Señor o de una vida cristiana light sin compromiso?
II) CON NUESTRO BUEN TESTIMONIO
(1 PEDRO 3:1-2) Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen en la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
Tenemos que comprender que si algo impacta la vida de una persona es el poder de la obra de Dios en nosotros,
No podemos esperar que nuestra familia sea motivada a buscar del Señor, a congregarse con constancia, si no ven frutos en nuestra vida, si no hay cambios en nuestra manera de vivir, si nuestra conducta no demuestra el poder transformador de nuestro Dios.
Verdaderamente es necesario comprender que muchas veces nuestra familia no tienen problema con la iglesia, ni con el pastor, ni con los hermanos de la congregación, sino CON NUESTRA HIPOCRESÍA. Nuestro buen testimonio nos da autoridad, es lo que nuestra familia espera ver en nosotros para seguir nuestros pasos (Josué 1:16-17) Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. 17 De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés.
III) CON NUESTRAS ORACIONES
(OSEAS 11:4) Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
Estas cuerdas humanas y lazos de amor de los que nos habla este versículo se refiere a la manera como el Señor nos atrae a sus caminos usando medios humanos, personas que son usadas por nuestro Dios para que nos acerquemos a él .
Dios usa personas que oran y claman por nosotros para que vengamos a sus caminos pues la palabra del Señor nos enseña algo muy importante (Marcos 11:24) Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Es por eso que no debemos cansarnos de orar por nuestra familia, no debemos cansarnos de orar para que busquen al Señor, para que vuelvan a la iglesia, para que regresen a los caminos de nuestro Dios.
IV) CON ENSEÑANZA Y SABIDURÍA
(FILIPENSES 4:9) Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Tenemos que comprender algo muy importante: Si alguien de nuestra familia no se está congregando, si alguien de nuestra familia se aparta del camino de Dios NUESTRA RESPONSABILIDAD ES ENSEÑARLES LO QUE DICE LA PALABRA DE DIOS.
Muchas veces cometemos el error de conformarnos con solamente decir: No se congregan pero “Ya recibieron a Cristo” , es necesario enseñarles que CADA UNO DARÁ CUENTA A DIOS DE SU VIDA (Romanos 14:12) De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
No nos tenemos que cansar de hablarles de la palabra, de exhortarlos, y de motivarlos a buscar al Señor (2 Timoteo 4:1) Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
V) CON DISCIPLINA Y AUTORIDAD
(COLOSENSES 3:20) Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
Lastimosamente muchos niños y niñas están fuera de las iglesias porque sus padres no ejercen su autoridad sobre ellos, porque sus padres no han entendido que sus hijos e hijas tienen que caminar junto con ellos en los caminos de Dios en obediencia.
Es triste reconocer que en el hogar de familias cristianas ir a la escuela es obligatorio, hacer las tareas de la escuela es obligatorio, asistir a clases de refuerzo escolar es obligatorio, pero asistir a la iglesia es opcional, y si los niños o jóvenes no quieren ir a la iglesia se quedan en casa mientras sus padres se congregan.
Si queremos que nuestros hijos e hijas se congreguen junto a nosotros y caminen con nosotros en los caminos de Dios tenemos que usar las dos palabras claves. DISCIPLINA Y AUTORIDAD pero ejercidas con amor y no con violencia (Efesios 6:4) Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
CONCLUSIÓN: Para lograr que nuestra familia asista a la iglesia y tenga un encuentro genuino con Dios, es fundamental liderar con el ejemplo, mantener un buen testimonio, orar constantemente por ellos, enseñarles con sabiduría y ejercer disciplina con amor. Estas acciones reflejan el amor de Cristo y pueden inspirar a nuestros seres queridos a buscar una relación más profunda con Dios.