“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos” Salmos 32: 8
El ser humano vive una vida llena de decisiones, desde el momento que nos levantamos hasta el momento que nos dormimos, todo el tiempo estamos tomando decisiones de distinto carácter que influyen positivamente en nuestra vida o en otros casos de manera negativa.
Y es que yo siempre he creído que cada uno de nosotros somos arquitectos de nuestra vida, las decisiones que tomemos hoy determinaran nuestro futuro y en medio de esta acción que lindo es que tomemos en cuenta a Dios en todo lo que decidamos.
Pero la pregunta seria: ¿Estaremos tomando en cuenta a Dios en nuestras decisiones?
La verdad es que en la mayoría de decisiones ni siquiera nos molestamos en preguntarle a Dios que es lo que El quiere o que decisión debemos tomar. En otros casos si le consultamos, pero nunca esperamos su respuesta, sino que creemos que con solo consultar la respuesta ya la tenemos y la verdad es que además de consultar a Dios sobre esa decisión que vas a tomar, también necesitas esperar su respuesta, pues el simple hecho de consultar no significa que la respuesta es instantánea, habrá uno que otro caso aislado pero no todo será así de fácil.
Para tomar una sabia decisión se necesita desechar los siguientes aspectos:
1. Las presiones de la gente: La presión que la gente quiera imponerte a la hora de tomar una decisión es una de las cosas que necesitas desechar, es decir NUNCA TIENES QUE CEDER ante las presiones de la gente. Recuerda que las decisiones de tu vida te pertenecen a ti y tienen que ser conforme a la voluntad de Dios y no la de la gente que te rodea. No permitas que las presiones te lleven a tomar decisiones de las cuales luego te arrepentirás toda una vida.
2. Las Emociones: Sin duda muchos de nosotros somos emocionalistas, nos dejamos llevar por el momento y en muchos casos tomamos la mala decisión de decir SI por emoción, cuando realmente tuvimos que haber dicho NO o por lo menos haberlo pensado antes de dar un SI. Tienes que desechar la emoción para poder tomar una decisión que vaya conforme a la voluntad de Dios y no conforme a lo que en el momento sentiste por una simple emoción.
3. El Corto tiempo para tomar una decisión: Por sencillo que parezca, tú debes tomarte tu tiempo para tomar una decisión, las mejores decisiones son aquellas que se meditaron bien y se pensaron detenidamente antes de llevarse a cabo. Tomate el tiempo que necesites para tomar decisiones que determinaran en gran manera tu futuro y sobre todo que esas decisiones vayan coladas a la luz de las Sagradas Escrituras.
Es impórtate que cada uno de nosotros comprendamos que una decisión importante en nuestra vida tiene que ser meditada y sobre todo guiada por la voluntad de Dios, para que dicha decisión será respaldada por El y a través de ella obtengamos una de las múltiples bendiciones que Dios quiere darnos.
Ahora bien, hay algunos aspectos importantes que te ayudaran a tomar una sabia decisión y estos son:
1. EVALÚA: tienes que evaluar la decisión que vas a tomar. Tienes que ponerte a pensar que resultados podría traer esa decisión, ¿Será bueno?, ¿Serán malos?, antes de tomar esa decisión tiene que tomarte un tiempo para evaluar los posibles resultados.
2. COMPARA: es importante también que las decisiones que vayas a tomar sean comparadas con la Palabra del Señor, es decir que debes ir a la Palabra de Dios y utilizarla como una Lámpara a tus pies y una lumbrera a tu camino. (Salmos 119:105)
3. BUSCA SABIDURIA EN LA PALABRA DE DIOS Y EN CONSEJEROS SABIOS: La Palabra de Dios dice en Proverbios 15:22 “Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman”. También encontramos en Proverbios 24:6b “Y en la multitud de consejeros está la victoria”. Eso si, evalúa bien en que clase de consejeros te vas a apoyar, por lo general lo hacemos con nuestro mejor amigo, pero yo te recomiendo que busques a alguien que no este muy relacionado contigo, para que pueda darte una justa opinión sin desviarse a uno y a otro lado.
4. ESPERA: Creo que esta es la parte mas difícil, ya que hay momentos en donde queremos tomar las decisiones a la ligera, pero realmente es impórtate que luego de consultarle al Señor y realizar los tres pasos anteriores esperemos una respuesta divina y no tomar la decisión hasta que Dios ponga en tu corazón la seguridad TOTAL de que la decisión que vas a tomar es la que El quiere para tu vida. Santiago 1: 19 dice: “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar…”. Es necesario que antes de tomar una decisión, estemos pronto para oír lo que Dios quiere decirnos, por esa razón ESPERA y no te desesperes, porque las indicaciones de Dios llegaran.
La verdad es que la voluntad de Dios es que tomemos decisiones sabias, que estén respaldadas con la Palabra de Dios y sobre todo con su presencia. Aun cuando la desesperación venga, tenemos que entender que las cosas a la ligera por lo general siempre salen mal.
Evaluemos, Comparemos, Busquemos de la Palabra de Dios y apoyémonos en consejeros sabios y sobre todo, ESPEREMOS la respuesta de Dios antes de precipitarnos a tomar decisiones que marcaran nuestra vida o la de nuestra familia.
Lo lindo de todo esto, es que Dios nos ha prometido que nos hará entender, nos enseñara el camino por el que debemos andar y sobre todo tienes que tener la confianza de que Sobre ti y sobre mi, fijara sus ojos.
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”
Salmos 32: 8