
Santurrón, se dice de quien muestra una devoción exagerada o falsa, que hace notar que es mejor que otros moralmente, que se asusta o enoja ante situaciones nuevas y huye de ellas o las ataca violentamente. Algunos sinónimos son: Santón, fariseo, mojigato, gazmoño, misticón, hipócrita, tragasantos, timorato.
Lo primero en señalar es que los santurrones siempre han existido en las filas del cristianismo, desde sus inicios y hasta la actualidad. Lo segundo es que los santurrones pueden estar ubicados en esferas altas de liderazgo eclesial así como en posiciones bajas, y pueden estar presentes en iglesias neo-pentecostales, pentecostales, evangélicas, protestantes y carismáticas (abundan por doquier). Lo tercero, los santurrones son una especie diversa, algunos de ellos son extremistas violentistas, otros son del tipo callados (no hablan, no opinan, pero en su interior están hirviendo de “rabia santa”).
- 1ª CARACTERÍSTICA: los santurrones defienden sus postulados a capa y espada autonombrándose “fundamentalistas” pero en verdad no entienden el concepto y más bien lo asocian a ser cristianos defensores de la ‘sana doctrina’ y opositores a todo lo que, a juicio de ellos, vaya en contra de esta doctrina sacra. Entender los orígenes del fundamentalismo doctrinal, sus implicancias y postulados es crucial.
- 2ª CARACTERÍSTICA: los santurrones violentistas defenderán su ‘sana doctrina’ contra cualquier invasor, hereje, mundano o incircunciso que ose cuestionarla. A veces esta defensa es violenta, sobre todo en las redes sociales donde suelen soltar su “don de lenguas” para mandar al infierno a cualquiera que ellos consideren poco santo, usando incluso palabras groseras “en el nombre de Cristo”, o descalificando a sus “oponentes” a de manera personal, no doctrinal.
- 3ª CARACTERÍSTICA: los santurrones callados no atacarán a nadie, física o verbalmente, pero son “ollas hirviendo” que en cualquier momento estallarán contra los pecadores que digan algo que va en contra de sus creencias. Este tipo de santurrón suele vivir amargado y frustrado, él/ella no puede entender cómo en la iglesia hay gente tan liberal que no sea capaz de seguir la sana doctrina, esto los complica al punto de transformarse en criticones severos. Habría que entender el verdadero significado de ‘sana doctrina’.
- 4ª CARACTERÍSTICA: los santurrones suelen vivir a la defensiva. Interpretan (o mal interpretan) predicaciones, enseñanzas, post, y postulados según su conveniencia. Pero ¡ay de aquellas enseñanzas que no les cuadren!, no dudarán en hacerla pedazos, o de forma más moderada sancionarla.
- 5ª CARACTERÍSTICA: los santurrones se escandalizan por los pecados ajenos, pero no reconocen los propios. Es como aquel que se enoja por los gases flatulentos de otros, pero disfruta los suyos cuando se los tira a solas. Sé que esto sonó feo y grosero, pero me permitiré dejarlo, por favor discúlpenme
- 6ª CARACTERÍSTICA: los santurrones se sienten maltratados cuando alguien les enseña la verdad, entonces gritan, hacen escándalo, denuncian abuso de autoridad; pero por dentro cometen homicidio porque desean el mal a quien, según ellos, los violentó.
- 7ª CARACTERÍSTICA: los santurrones no aceptan instrucción (no se dejan enseñar), no al menos de quienes están fuera de su círculo santo. Para ellos los maestros o predicadores que no enseñan la sana doctrina son perros sarnosos que no merecen instruir a nadie, menos a ellos, “gente tres veces santa”.
- 8ª CARACTERÍSTICA: los santurrones no tienen respeto por ciertos ministros, para ellos es fácil emitir juicios de valor contra cantantes cristianos, evangelistas, maestros y predicadores, a todos esos “herejes” los llaman “seudo-cristianos, apóstatas, mercaderes de la fe, vendidos, lobos rapaces, etc.”. Sin conocerlos en persona o haber participado de sus ministerios los catalogan de esa manera. Hablar mal de alguien es pecado, ellos deberían saberlo pero no les conviene reconocerlo.
- 9ª CARACTERÍSTICA: los santurrones confunden santidad de vida con apariencia externa. Ellos juzgan la cáscara (lo que se ve), pero no conocen el interior de las personas. Esto hace que emitan juicios, condenas, sentencias exageradas sin detenerse siquiera a apreciar a la persona que hay debajo del aparataje externo.
- 10ª CARACTERÍSTICA: los santurrones evidencian una pobre vida de Biblia y Disciplinas Espirituales. O sea, leen poco las Sagradas Escrituras y mucho menos la estudian con seriedad, les resulta más cómodo dejarse llevar por lo que maestros más santurrones que ellos dicen sin siquiera darse el trabajo de indagar. En cuanto a su vida de oración, meditación, tiempo a solas…, ¡uf! dejan mucho que desear. Algunos santurrones se las dan de exégetas, hermeneutas, teólogos o iluminados, pero sus declaraciones seudo-teológicas son drásticamente raquíticas.
¿QUÉ HAREMOS CON LOS SANTURRONES?
- No pelees con ellos, te ganarán por experiencia (no por capacidad académica). No saben argumentar, ni les interesa hacerlo.
- No te amargues. Santurrones encontrarás en todas las iglesias, eso incluye “la iglesia facebookiana de los últimos tiempos”
- No intentes enseñarles, rechazarán tus instrucciones con versículos fuera de contexto mal interpretados y teológicamente chuecos.
- No te deprimas por lo que dijeron de ti. En realidad sus frustraciones los hace hablar, proyectan su miedo en las redes, aulas, discusiones y donde quiera se les de plataforma para ello (las teologías escrituralmente correctas les asustan).
Lo que sí debes hacer es alejarte de los tales, su compañía es peligrosa y odiosa. Pero sé sabio, no los discrimines pues serías igual a ellos (quiérelos, respétalos, ora por ellos inclusive), pero no los dejes entrar a tu círculo de intimidad (ahí sola entran los verdaderos discípulos). Y si en caso ves una ventanita de esperanza en ellos, es decir, que en verdad deseen ser enseñados, ¡eureka! quizá ––sólo quizá––, Dios te use para sacar a un hermano/a santurrón de su ‘oscuridad santa’ a la luz admirable del verdadero evangelio, un evangelio que libera y alumbra a los hombres. A fin de cuentas muchos han sido santurrones, pero después de dejarse instruir por maestros bíblica, teológica, doctrinal e históricamente bien preparados han resultado en preciosos instrumentos en las manos de Dios.
«Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído la blasfemia» (Mateo 26:65).
¿Olvidé alguna otra característica de los santurrones?