MARCOS 11:12-14 12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. 13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. 14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos. / (MARCOS 11:20-26) Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. 21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. 22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. 25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Nuestro Señor Jesucristo aprovechó el momento en el cual maldijo a la higuera esteril para darle a sus discípulos, y también a cada uno de nosotros por medio de su palabra, enseñanzas muy importantes para poder ORAR CON PODER.
Podemos ver que Pedro se sorprendió que la higuera se hubiese secado un día después que Jesús la maldijo, (Vs 20-21) Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. 21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. así como muchos cristianos se sorprenden cuando la oración de otros es respondida, cuando la oración de alguien que ha clamado con fe se transforme en un milagro, ya que muchas de nuestras oraciones NO TIENEN PODER y por lo tanto se vuelven ORACIONES ESTÉRILES.
Veamos en el texto las palabras de nuestro Señor Jesús y comprendamos lo que se necesita para que nosotros también podamos ORAR CON PODER.
I) PARA ORAR CON PODER TENEMOS QUE PONER COMPLETAMENTE NUESTRA FE EN DIOS (VS 22) Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Tenemos que comprender que el poder de nuestra oración viene de Dios, lo que le da poder a nuestra oración es Dios, no cuanto gritamos para orar, ni la postura de nuestro cuerpo al orar, si de rodillas o de pie o sentado. El poder de nuestra oración no viene de un pastor, predicador o apóstol, sino de nuestro Dios. Por eso nuestra fe tiene que estar puesta solamente en Dios no en una iglesia, ni en ningún ser humano, TENEMOS QUE TENER FE EN DIOS, en su PODER, en su AMOR y en su FIDELIDAD.
II) PARA ORAR CON PODER TENEMOS QUE TENER LA SEGURIDAD QUE NO HAY PETICIÓN DEMASIADO GRANDE PARA NUESTRO DIOS (VS 23-24) Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.Podemos ver que nuestro Dios no puso restricciones para el tamaño o dificultad de nuestras peticiones, pueden ser tan grandes e imposibles como mover un monte si tan solo podemos creer de verdad cuando oramos, si de verdad creemos que él puede hacer lo que estamos pidiendo, eso es lo que nuestro Dios quiere ver en nuestro corazón QUE VERDADERAMENTE CREAMOS QUE ÉL PUEDE RESPONDER NUESTRA PETICIÓN AUNQUE PAREZCA MUY DIFÍCIL O IMPOSIBLE (Mateo 9:27-29) Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! 28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. 29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
III) PARA ORAR CON PODER TENEMOS QUE TENER UN CORAZÓN LIMPIO DE RESENTIMIENTOS Y DE RENCOR (MARCOS 11:25-26) Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas. Podemos ver que el único obstáculo para el poder de la oración que menciono nuestro Señor Jesús es la falta de perdón, ya que no querer perdonar significa que nuestro corazón está lleno de soberbia y de rebeldía, por lo que podemos decir que el poder de Dios fluye en un corazón que clama lleno de fe y libre de rencor.
