Juan 16:33 Cada uno de nosotros tanto a nivel personal como familiar tenemos que comprender algo muy importante: Es imposible que no paseemos por aflicciones es imposible que no tengamos problemas en la vida.
Pero nuestro Dios quiere que nosotros que somos sus hijos podamos sentirnos confiados de que en el podemos tener paz y victoria.
Primeramente, reflexionemos sobre que NO debemos hacer con los problemas en nuestra familia:
Huir de ellos
Pensar que se resolverán solos.
Suponer que a nosotros no nos puede pasar.
Buscar culpables y no soluciones.
Ahora reflexionemos en la palabra de Dios que es lo que SI debemos hacer para enfrentar los problemas en nuestra familia.
HAGAMOS UNA REFLEXION PERSONAL PARA RECONOCER NUESTRA PARTE DE RESPONSABILIDAD EN EL PROBLEMA (LAMENTACIONES 3:40)
Los problemas en las familias generalmente los principales responsables son los mismos miembros de la familia, y para poder resolverlos tenemos que reconocerlo y preguntarnos ¿Seré yo?
En los diferentes problemas que nuestra familia puede estar enfrentando, tenemos que reflexionar en nuestras propias actitudes, en nuestras propias acciones, en nuestras propias decisiones.
La solución de muchos de los problemas que hoy nuestra familia está enfrentando comienza por un cambio en nosotros individualmente.
Posiblemente puede ser por la forma como estoy manejando la economía de la familia, o puede ser por los vicios que no he querido dejar, por las amistades que afectan mi matrimonio, por la rebeldía para con mis padres, etc.
TENEMOS QUE ESTAR DISPUESTOS A CORREGIR EN NUESTRA PROPIA VIDA AQUELLO QUE ESTA GENERANDO CONFLICTOS EN NUESTRA FAMILIA (ROMANOS 12:18)
Lo hemos mencionado en otros mensajes y lo repetimos: No basta con reconocer lo que estamos haciendo mal, tenemos que corregirlo.
Como lo dice el versículo: lo que depende de nosotros, tenemos que hacerlo para que haya paz en nuestra familia, pues nadie nos puede cambiar si nosotros no queremos o no tenemos la intención de cambiar.
Tenemos que pedir la ayuda de Dios para poder corregir todo aquello en nuestra vida que en nuestra propia fuerza o en nuestra capacidad no podemos hacerlo (Isaías 40:29)
Tenemos que buscar la paz con las personas de nuestra familia a los que hemos dañado con nuestras acciones, y esa paz viene por medio del perdón y la reconciliación.
¿QUE DEBEMOS HACER CUANDO LA CAUSA DEL PROBLEMA NO DEPENDE DIRECTAMENTE DE NOSOTROS?
A lo mejor muchos de los problemas que actualmente nuestra familia está enfrentando no dependen directamente de nosotros, pero estamos siendo afectados por ellos, situaciones como una enfermedad, falta de empleo, uniones en yugo desigual de algún miembro de nuestra familia, vicios de algún miembro de la familia, etc ¿Qué podemos hacer?
PRIMERAMENTE, DEBEMOS ORAR (SANTIAGO 5:16)
Debemos orar pidiendo la intervención del poder de Dios en la vida de los miembros de nuestra familia, como lo dice el versículo que hemos leído, la oración puede mucho.
Debemos orar pidiendo sabiduría para saber que hacer (Santiago 1:5)
Debemos orar pidiendo que Dios tenga misericordia de nuestra familia (Salmo 33:22 / Daniel 9:18)
SEGUNDO, DEBEMOS DISEÑAR UNA ESTRATEGIA PARA ENFRENTAR JUNTOS COMO FAMILIA EL PROBLEMA (2 SAMUEL 10:8-12)
Que es una estrategia: Serie de acciones muy meditadas, encaminadas hacia un fin determinado.
Dijimos al principio que no podemos pensar que los problemas se van a resolver por sí mismos, ni podemos ignorarlos, por lo tanto, como familia tenemos que planificar lo que haremos para enfrentar el problema y resolverlo con la ayuda de Dios.
Primeramente, la estrategia tiene que ser espiritual (Mateo 6:33) Necesitamos congregarnos en familia, orar en familia, servirle a Dios en familia, cada familia tiene que diseñar su estrategia espiritual usando las armas espirituales que Dios nos ha dejado y luego hacer lo que sea necesario en el ámbito material sabiendo que de Dios viene la victoria (Proverbios 21:31)
