NEHEMIAS 9:35-37 En el capitulo nueve del libro de Nehemías encontramos una oración hecha por el sacerdote Esdras en la cual confiesa los pecados del pueblo delante de Dios y reconoce las consecuencias que esos pecados han traído al pueblo de Israel.
Y en esa oración hecha por Esdras, podemos encontrar uno de los versículos más tristes de toda la Biblia, (vs 36) porque ese versículo nos declara que en la tierra prometida por el Señor escogió para su pueblo, la tierra que fluía leche y miel, la tierra a la cual el Señor mismo los trajo con su mano poderosa, la tierra espaciosa y buena que Dios le dio a su pueblo, AHORA ERAN SIERVOS.
Eran siervos del imperio Babilonio, en esa tierra que Dios les dio para que viviesen en libertad pues para eso los rescato de la dura servidumbre en Egipto, en esa tierra que Dios les dio para que vivieran en paz, ahora eran siervos, y todo su fruto era para otros, y la leche y la miel de esa tierra ya no era para ellos sino para los reyes de Babilonia.
Pero tenemos también que reconocer que la tristeza que refleja ese versículo también es la misma tristeza de la iglesia hoy en la actualidad, pues la tierra prometida para Israel simboliza una nueva vida, y lo que nuestro Dios nos dio por medio de Jesucristo es vida nueva, vida abundante, nos dio libertad, pero lastimosamente al igual que el pueblo de Israel también muchos cristianos en nuestra tierra prometida también vivimos como esclavos, vivimos en angustia, y no podemos disfrutar nuestras bendiciones.
Pero lo importante para cambiar nuestra situación es reconocer ¿Cuál es la causa de esto? Y en la misma oración que Esdras hizo podemos encontrar cuales son las causas por las cuales vino esto sobre el pueblo de Dios y también sobre nuestra vida.
Veamos cuales son las causas de la tristeza del pueblo de Dios:
PRIMERA CAUSA: NUESTRA SOBERBIA (NEHEMIAS 9:15-16)
Desde que el Señor los saco de Egipto el pueblo de Israel fue soberbio contra Dios, no querían obedecer su voluntad por eso endurecieron su cerviz.
La tristeza del cristiano tiene mucho que ver con nuestra soberbia, por no querer recibir consejos, por no querer reconocer nuestros errores, por no querer obedecer la voluntad de Dios.
Si somos honestos y sinceros reconoceremos que muchos de los problemas que hoy tenemos en nuestro matrimonio, con nuestras finanzas, con nuestros hijos, posiblemente con la ley y las autoridades, han sido en gran manera causados por nuestra soberbia.
SEGUNDA CAUSA: POR NUESTROS IDOLOS (NEHEMIAS 9:18)
Una de las principales causas de los juicios de Dios sobre su pueblo fue la idolatría, de hecho, la tristeza de ver destruida Jerusalén, de haber sido llevados cautivos a Babilonia, fue por causa de que Israel se apartó de Dios y se volvió a los ídolos, servían a Dios y a los ídolos y eso le trajo duras consecuencias y tristeza a Israel. (Jeremías 16:10-11)
Nosotros tenemos que reconocer también que una de las causas de la tristeza de los cristianos es por causa de los ídolos que tenemos en nuestra vida.
Solamente servir y adorar al Dios verdadero llena el corazón de gozo y de paz, pero muchos cristianos sirven diligentemente al ídolo llamado trabajo, al ídolo llamado negocios, al ídolo llamado estudios, al ídolo llamado noviazgo, al ídolo llamado diversión, al ídolo llamado dinero, etc. Y por eso su corazón esta lleno de tristeza, pues son esclavos.
Adorar y servir a nuestro Dios no da libertad, nos da gozo, nos da paz, pero servir a los ídolos trae esclavitud y amargura a nuestra vida.
TERCERA CAUSA: NO HAY EN NOSOTROS UN VERDADERO ARREPENTIMIENTO (NEHEMIAS 9:26-30)
El pueblo de Israel volvía a Dios arrepentido cuando estaba en angustia, cuando era entregado en manos de los reyes extranjeros, pero cuando clamaban a Dios y el los libraba por su misericordia, entonces volvían a hacer lo malo, entonces volvían a sus malos caminos.
Con nosotros que somos la iglesia de Cristo pasa lo mismo que con el pueblo de Israel, cuando estamos en problemas, cuando estamos en angustia, volvemos nuestro corazón hacia Dios, dejamos MOMENTANEAMENTE nuestros malos caminos para tratar de agradar a Dios y lograr un milagro, pero cuando Dios nos bendice, nos alejamos de él, le damos la espalda, volvemos a nuestros malos caminos.
Y la tristeza viene a nuestra vida cuando pensamos que podemos jugar con la misericordia de nuestro Dios, pero tarde o temprano las consecuencias de nuestros pecados nos alcanzaran (Jueces 16:20)
¿Que tenemos que hacer entonces para evitar en nuestra vida la tristeza que experimento el pueblo de Israel?
Tenemos que humillarnos delante de Dios,
Tenemos que reconocer y quitar los ídolos de nuestra vida
Tenemos que arrepentirnos de corazón y no solamente de apariencias