Es cierto que los niños no tienen una serie de cargas obligatorias, como por ejemplo, mantener una familia, tener deudas que pagar, estar al día con los servicio de luz, teléfonos, etc. Sin embargo el estrés los afecta al igual que los adultos. Los niños tienen que pasar por rápidas etapas. Y cada una de ellas trae sus propias características. Además, a medidas que ellos van quemando sus etapas los adultos se van alejándose más y más de ellos. Mientras eran más pequeños los adultos los cargaban, jugaban con ellos, los hacían feliz haciendo todo por ellos. Pero, a medida que van creciendo, ya los dejan de cargar, no los dicen esas palabras bellas como antes, tienen que comer solo, tienen que buscar su propia agua de la nevera para tomar, etc. Es decir, ya tienen nuevas responsabilidades en el hogar. Estos factores causan momento de tensiones y ansiedad en los niños a medida que van creciendo.
¿Qué es el estrés infantil?
Es un conjunto de reacciones, tanto biológico, emocional y psicológico que alteran la homeostasis del niño al no tener absoluto control sobre ellas.
Algunos factores estresantes para los niños
Los adultos deben ser muy cuidadosos a los siguientes factores estresantes que pueden afectar a los niños:
- Divorcio, separación, o discusiones entre los padres dentro o fuera del hogar.
- Hablar mal en contra de uno de los padres.
- El nacimiento de un nuevo hermanito.
- Usar palabras despectivas cuando se dirigen al niño.
- Amenazas de parte de otro niño igual o mayor que él o de parte de un adulto.
- Castigos físicos de parte de los padres.
- Abusos físicos, verbales, no verbales y psicológicos de parte de un adulto u otro niño igual o más grande que él.
- Abuso o acoso sexual de parte de un adulto u otro niño igual o más grande que él.
- Usar expresiones que bajan la autoestima del menor.
- Dificultad para expresar lo que siente por temor a ser reprendido y regañado.
- dificultad para acceder o tener suplidas sus necesidades básicas, como por ejemplo, dificultad para tener sus comidas y meriendas requeridas diarias, ropas requeridas, entre otros.
- Escasez y pobrezas al reducir su calidad de vida.
- Dificultad para ser entendido de sus maestros.
- Dificultad para acoplarse en las clases como los demás niños.
- No ser aceptado por sus amiguitos.
- Ponerle sobre nombres que no le gustan.
- Estar al tanto de las difíciles situaciones de sus padres o de alguien que quiere mucho.
- Estar al tanto de algún diagnostico crónico de sus padres o de alguien que quiere mucho.
- La pérdida de alguna mascota o de un ser querido.
- La mudanza de un lugar a otro, y/o de un centro escolar a otro.
- Enfermedades de un ser querido o del mismo niño, entre otros.
Probables síntomas del estrés en el niño
Estos son algunos de los síntomas que pueden observar en el niño:
- Enuresis primaria o secundaria. Es decir que el menor orina en la cama.
- Es decir que al niño se le salen las heces fecales en las ropas.
- Es decir que se le cae el cabello.
- Tricotilomanía. Es decir que come las uñas.
- Presenta problemas de aprendizaje. Come las ropas u otros objetos.
- Se somatiza o se enferma sin causa aparente.
- Aparición de comportamiento agresivo, y se torna poco tolerante con sus amiguitos.
- Se torna inquieto y/o hiperactivo.
- Tiene pesadillas y dificultad para conciliar el sueño.
- Llora sin causa, suda las manos, pérdida de apetito, cefalea con frecuencia, entre otros.
- Miedo a la oscuridad, o a estar solo, se preocupa mucho, se torna ansioso, entre otros.
¿Qué hacer ante este caso?
Los padres deben ser siempre cuidadosos. Si su hijo presenta estrés debe hacer los siguientes:
- Llévalo de inmediato a su pediatra.
- Elimina los estresores.
- Crea un ambiente de relajación para el menor, llevándolo a actividades recreativas tomando siempre en cuenta las restricciones de las autoridades de su país.
- Pedir a su pediatra referirlo a psicología infantil.
- Escucha al niño y crea un ambiente donde él se siente útil y fácil de expresarse sin miedo.