Nadie puede negar que el sufrimiento es parte de la vida de todos los seres humanos, de una u otra forma el sufrimiento tarde o temprano llega a nuestra vida. SANTIAGO 5-10-11
En los versículos que hemos leído para comenzar se nos dice que son tenidos por bienaventurados los que sufren, esto es algo que humanamente hablando es muy difícil o casi imposible de comprender si no lo hacemos a la luz de la palabra de Dios.
PRIMERAMENTE, TENEMOS QUE COMPRENDER QUE EL SUFRIMIENTO TIENE DIFERENTES CAUSAS: La palabra de Dios nos enseña que espiritualmente hablando hay 4 causas del sufrimiento.
- El sufrimiento como un llamado de Dios al arrepentimiento para salvación (2 Corintios 7:10)
- El sufrimiento como consecuencia o disciplina por el pecado (Gálatas 6:7)
- El sufrimiento como una prueba de Dios para sus hijos (Salmos 11:5)
- El sufrimiento como un ataque del enemigo (Job 1:6-12)
Pero cualquiera que sea la causa de nuestro sufrimiento, nosotros tenemos que tener muy claro en nuestra vida también DOS VERDADES ESPIRITUALES que la palabra de Dios nos declara para los tiempos de sufrimiento, de aflicción o de dolor: Dios no permitirá que suframos más de lo que podemos soportar (1 Corintios 10.13) y Dios hará que todo sufrimiento que permita en nosotros al final sea para bien de nuestra vida (Romanos 8:28)
Ahora que ya vimos en la palabra de Dios cuáles pueden ser las causas del sufrimiento en nuestra vida, VEAMOS AHORA CUALES SON LOS EFECTOS DE ESE SUFRIMIENTO,
I) EL SUFRIMIENTO NOS MOTIVA A BUSCAR A DIOS (OSEAS 5:15)
Lastimosamente muchos de nosotros hemos necesitado que el sufrimiento llegue a nuestra vida para buscar al Señor, de otra forma hubiéramos seguido con un corazón indiferente al amor y al llamado del Señor a nuestra vida.
En los momentos de dolor y de angustia en nuestra vida la mejor decisión que toda persona puede tomar es buscar al Señor (Job 5:7-8)
II) EL SUFRIMIENTO QUEBRANTA LA SOBERBIA DE NUESTRA VIDA (LEVÍTICO 26:19)
Tenemos que comprender que la soberbia es un obstáculo muy grande para la obra de Dios en nuestra vida, podríamos compararla con aquella piedra que el Señor pidió que fuera quitada para realizar el milagro de la resurrección de su amigo Lazaro.
La soberbia de nuestro corazón es como esa piedra que tiene que ser quitada para que las maravillas de Dios sean reales en nuestra vida, y si nosotros no quitamos esa soberbia humillándonos delante del Señor, entonces él la quebranta por medio del sufrimiento en nuestra vida.
Pero a pesar que cuando el Señor quebranta nuestra soberbia es un proceso doloroso, también al final es un proceso de mucha bendición para nosotros (Salmo 119:67)
III) EL SUFRIMIENTO NOS REVELA QUIENES SON LOS QUE EN VERDAD ESTAN CON NOSOTROS EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS (SALMOS 38:11 / PROVERBIOS 19.7)
La bendición del sufrimiento es que nos revela quienes son los verdaderos amigos en nuestra vida.
En los momentos de sufrimiento, de escasez y de enfermedad, el Señor nos permite darnos cuenta que el único verdadero amigo que está con nosotros siempre en las buenas y en las malas es él.
Pero también el Señor nos permite valorar en los momentos de sufrimiento y de dolor el amor de nuestra familia, de nuestra esposa o esposo, el amor de nuestros hijos, y el error que muchos cometemos en darle la espalda a ellos por seguir personas que solamente nos ofrecen una amistad o un amor por interés.
IV) EL SUFRIMIENTO ES USADO POR EL SEÑOR PARA ENSEÑARNOS GRANDES LECCIONES DE VIDA (SALMOS 32:8)
Seguramente todo cristiano al cual el Señor le ha enseñado algo directamente a su vida ha pasado por las aulas del sufrimiento.
El sufrimiento es un gran maestro para nuestra vida, usado por el Señor para enseñarnos a depender de él, a confiar en él, para enseñarnos a orar, a clamar, a adorar en momentos de crisis, a no dudar aun en los momentos en los que todo parece perdido.
Cada cicatriz es una lección, una enseñanza que nos ha ayudado a ser mejores cristianos, mejores esposos, mejores padres, mejores hijos, etc.
CONCLUSIÓN: Ahora después de todo lo que hemos aprendido por medio de la palabra de Dios, podemos comprender lo que nos enseña el versículo que leímos para comenzar: Tenemos por bienaventurados a los que sufren, ahora hemos comprendido cuales son las causas y los efectos de bendición de los sufrimientos que el Señor permite en nuestra vida. NO TENEMOS QUE BUSCAR EL SUFRIMIENTO, PERO UN DÍA LLEGARÁ, y cumplirá un propósito bueno y de bendición del Señor en nuestra vida.