La Biblia nos exhorta a cantar cántico nuevo al Señor. Dios está haciendo maravillas en nuestras vidas continuamente. El es poderoso y está obrando a nuestro favor, siempre. Esto es suficiente razón para cantarle un cántico nuevo; uno que salga del corazón. ¿Qué entendemos por cántico nuevo? ¿Será que tengo que aprenderme una canción todos los días para cantársela a Dios? No necesariamente. Por cántico nuevo entendemos que debe ser refrescado con la presencia de Dios diariamente.
No se refiere a un cántico trillado, aprendido por rutina, cantado sin ánimo, sino que debe ser un cántico nuevo refrescante, que salga del corazón, cantado con pasión espiritual y dirigido, por supuesto, a Dios, nuestro Padre Celestial. La razón para que éste cántico lleve estas características nos la menciona el mismo verso 1: «porque Dios ha hecho maravillas». No necesitamos otras razones para cantarle al Señor, pues esta es una razón suficiente para que nuestra boca no cese de alabarle. Personajes de la historia bíblica siempre cantaron cuando vieron las maravillas de Dios. Isaías por ejemplo (Is. 25: 1) “Señor, tu eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza”.
La pregunta que nos concierne es: ¿Puedo cantar al Señor en este día por las maravillas que ha hecho en mi vida? De seguro, la respuesta a esta pregunta es un “sí”, afirmativo. El solo hecho de estar respirando, viendo, caminando, tener familia, amistades, y sobre todo, la salvación por gracia, son suficientes razones para cantar a Dios un cántico nuevo, refrescante y apasionado.