Recientemente vi por TV una serie que por lo que me mostraba me pareció interesante, se llamaba “The Storm” que traducido es “La tormenta” y hubo una expresión que uno de los personajes en el mismo dijo; “El que controla el clima, tiene todo el control” Esta serie estaba basada en una supuesta tentativa de altos dirigentes del pentágono y de inteligencia militar por desarrollar un sistema que manipulara el clima o weather como decimos en EUA.
Así como hay un clima natural, también hay uno espiritual. El clima espiritual es la atmósfera espiritual que rodea las cosas y los hechos que experimentamos, a diferencia del clima natural que se puede sentir y ver, la mayor parte de las veces el clima espiritual es imperceptible, pero real. ¿No le ha pasado a usted que ha llegado a un lugar en donde siente el ambiente caldeado, que lo que está en usted es diferente que lo que se mueve en ese lugar?
El clima espiritual es una situación o condición exterior que trata de controlar tu termostato interior, trata de entrar en ti con el objetivo de manipular tus acciones y el ambiente en que te mueves.
Para conocer el clima espiritual en que te encuentras, hay que diagnosticar tu entorno; es fácil hacer un diagnostico espiritual, simplemente, cierre sus ojos, pida a Dios dirección y que abra tus ojos espirituales:
-Piense que es lo que se mueve,
-Que es lo que prevalece,
-De qué se habla en su entorno,
-Qué cosa está fuera de lugar,
-Qué cosas son repetitivas,
-Cuales son las frases que se usan,
-Te acerca a Dios o te aleja de él?,
-Son de acuerdo a los patrones Bíblicos o a modelos de personajes vivos o desaparecidos?
Hay climas de odio, o de amor, de contienda o de paz, de bendición o maldición, de prosperidad o miseria, de luz o tinieblas, de verdad o mentira, de destrucción o constructivo.
La otra cosa que debemos saber es que podemos cambiar nuestro clima espiritual. Y si vamos a cambiar el clima donde nos encontramos debemos entender que no se lo podemos dejar a otros, sino, que nosotros somos responsables por lo que suceda en nuestro ambiente, porque tenemos poder. Por ejemplo Jesús llegó a la casa donde estaba la niña que había muerto y encontró un ambiente de duelo, alboroto y desesperación; ¿Qué hizo el Señor? Sacó a todos y dijo: “Apartaos porque la niña no está muerta, sino duerme, y se burlaban de él, “pero cuando la gente había sido echada fuera” entró y tomó de la mano la niña y ella se levantó.” Lucas 9:23-25.
Termino diciendo esta frase que ha cambiado mi vida y mi percepción de las cosas; Nadie tiene derecho de criticar las tinieblas, si no está dispuesto a encender la luz. Si no estamos siendo parte de la solución a los problemas, somos partes del mismo. Dios nos ha llamado a los suyos a que seamos cambiadores de climas y si algo está mal en nuestro entorno, somos corresponsables de la situación porque la solución está en nuestras manos y rodillas. Bendiciones.
El autor es pastor del Centro Cristiano Calvario en Newark NJ EUA
