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Cambia tu mentalidad

En el mundo financiero, cuando hablamos de libertad económica, hay influencia circunstancial, y también mental o espiritual. Hace un año atrás, por ejemplo, las circunstancias nos obligaron a todos en Puerto Rico a estar en un tiempo de escasez. Fue un cambio en las circunstancias. Los cambios de gobiernos, las presiones, las incertidumbres; cuando se acercan unas elecciones, las inversiones se detienen o se aceleran. Cuando viene guerra, el petróleo sube. Las circunstancias cambian.

Por otro lado, está el aspecto de la libertad mental y espiritual. Estos 2 tienen que estar a la par para que podamos vivir todo lo que Dios quiere que experimentemos. A veces, uno va adelante del otro, pero eventualmente, si tú aprendes a vivir en el mundo espiritual y mental, si aprendes a pensar como Dios piensa, a ver las cosas como Dios las ve, Él ha prometido que tus circunstancias van a cambiar.

Muchos países están experimentando momentos muy complicados y difíciles, de pobreza circunstancial. Aprende a confiar en Dios, a permanecer tranquilo. Aun en medio de la pobreza circunstancial, aunque las circunstancias de todo tu entorno no cambien, tu entorno puede cambiar. Dios puede darte un avivamiento personal. Si Dios fue capaz de darle comida a una viuda, cuando todo el mundo tenía hambre, Dios lo puede hacer por ti.

Todos queremos y amamos nuestros países, nuestras naciones. Pero, en medio de todas esas circunstancias que a veces toman años en lo que cambian y se normalizan, Dios puede darte un avivamiento personal. Dios puede hacer como hizo con el profeta, que lo envió donde aquella viuda.

Muchos están viviendo esa pobreza circunstancial; algunos por semanas, algunos por meses, algunos por años; y quizás no ves como que, en tu entorno, las cosas vayan a cambiar; pero hoy le pido a Dios que Él haga un milagro en tu vida. Pronto llegará provisión; el aceite y la harina no van a escasear, hasta que las circunstancias cambien. El profeta no se quedó en casa de esa viuda eternamente; sino hasta que volvió a llover, hasta que las circunstancias cambiaron, y en adelante, esa viuda y su hijo siguieron prosperando. Dios va a suplirte, hasta que las circunstancias difíciles comiencen a cambiar, y tú puedas hacer otras cosas. Hoy Dios te da paz, seguridad. Tus circunstancias han estado demasiado tiempo estancadas, pero Dios envía personas, mensajeros a tu vida, profetas, provisión; el aceite y la harina no van a escasear. Créele a Dios que Él puede cambiar las circunstancias de tu país, tu entorno. Como aquella viuda creyó y no pereció en medio de la sequía, así Dios va a hacer contigo por haber creído esta palabra, y tú podrás testificar que Dios ha traído provisión a tu vida. Quisiéramos que el país completo experimentara un cambio de circunstancias, y Dios lo puede hacer; pero, en lo que eso sucede, Dios puede darte ese avivamiento personal, y darte esa provisión que tú necesitas.

Hay varios pensamientos que tú tienes que tener en tu corazón, en tu interior, para poder experimentar esa atmósfera mental y espiritual para alcanzar la libertad económica:

“7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,” 2 Corintios 9:7-10

La intención de Dios es verdaderamente prosperarte, Él quiere bendecirte. La Biblia dice que Él reparte, que Él da; Él da semilla al que siembra, da pan al que come; Él quiere que abunde, que haya fruto de justicia en tu vida, en tus manos, que tú puedas prosperar, progresar. Tiene que haber un momento donde, en tu interior, tú rompas esos pensamientos tradicionales, del pasado, que han atado tu mente, tu corazón. Hay quienes no creen que Dios puede cambiar su circunstancia porque no cabe en su mente porque le han dicho que eso es lo que tienen que vivir, que Dios le trajo esa maldición, ese problema. Y aceptan esto como parte de una vida cristiana, de la vida de un creyente. Pero no es hasta que tú te das cuenta que es todo lo contrario, que Dios desea todo lo contrario en tu vida, que entonces tú puedes comenzar a crear el espacio mental y espiritual para que las circunstancias cambien.

La viuda de Sarepta tenía un poco de harina y aceite, e iba a preparar un bocado de pan. Su mentalidad era que prepararía aquello, lo comerían ella y su hijo, y morirían. Y la circunstancia de ella cambió, cuando la mente cambió primero. El profeta le dice: Dámelo a mí primero; yo voy a comer y luego van a comer ustedes y no va a escasear. Y aquella mujer cambió su mente, cambió en el espíritu, vio una visión nueva: Aquella torta que iba a ser la última, ahora se convierte en su mente en la primera de muchas que tendría. Cuando su mente cambia, cuando entiende que no era el plan de Dios que ella muriera, que no era el plan de Dios que ella viviera en esas circunstancias tan difíciles, eventualmente, su circunstancia cambia.

Entiende que Dios te da, que Él quiere que tú tengas abundancia y que abundes en toda liberalidad; Él quiere enriquecerte, quiere abundancia para tu vida, quiere que tú prosperes, que tú puedas ser generoso.

Los 400 son como la gente de David, que empezaron endeudados, pero cuando David fue a construir en templo, estos fueron los que dieron las ofrendas más grandes porque Dios los sacó de las deudas, de los problemas en que estaban, y los llevó a la libertad económica, como va a hacer contigo. Rompe con toda mentalidad negativa del pasado. Marca en tu consciencia que Dios te quiere próspero, te quiere bendecido, quiere que tú salgas de esas circunstancias difíciles, que salgas de ese entorno complicado, y Él quiere que hoy tú prepares tu corazón y tu interior para experimentar esa vida poderosa que Él tiene para ti.

Fuente:
pastor Otoniel Font | Puerto Rico

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