Estoy a favor de mejorar la sociedad y la cultura, pero ¿qué aspecto debería tener?
Mis amigos demócratas me dicen una cosa. Mis amigos republicanos me cuentan otra.
Algunos de mis amigos evangélicos me dicen una cosa. Otros con puntos de vista más ecuménicos y liberales me dicen otra.
Quizás lo mejor que podemos hacer es redactar nuestros propios estándares para la sociedad, reunir a creyentes de ideas similares, comprar una gran porción de tierra y comenzar nuestra propia comunidad. Seguiremos las reglas que hemos establecido (según los principios bíblicos, por supuesto) y todo será perfecto.
Solo un problema: la historia ha demostrado una y otra vez que tratar de crear una utopía simplemente no funciona.
Al comienzo de la historia de Estados Unidos, muchas personas inundaron este continente con la esperanza de una vida mejor. Incluso después de que nos convertimos en un país independiente de pleno derecho, los puntajes más continúan inundándose para una vida mejor. Este «gran experimento» con una república democrática fue bueno, pero para muchos no fue lo suficientemente bueno. Así que la gran extensión de tierra sin explotar (sin importarles a los nativos americanos que ya están aquí) parecía ser la solución ideal: comenzar su propia ciudad y dirigirla según sus propias reglas e interpretación de las Escrituras.
Comenzar tu propia comunidad utópica fue especialmente popular en el siglo XIX. Ochenta se iniciaron en la década de 1840 solo. Probablemente los dos más conocidos son los Shakers, que practicaban el celibato, y la Comunidad Oneida, donde todos estaban casados con todos los demás (lo llamaron «matrimonio complejo»). Dos comunidades con puntos de vista opuestos, que se abren camino como parte integral de una comunidad utópica.
Una de las comunidades utópicas, los Fruitlands de corta duración, se basaba en principios trascendentales: la gente es inherentemente buena, la sociedad nos ha corrompido y estamos en nuestro mejor momento cuando somos completamente independientes y autosuficientes. Entonces, ¿cómo lograr este objetivo trascendental en una comunidad? No comas carne, no consumas ningún «estimulante», no uses ninguna forma de trabajo animal, no uses luz artificial, no tomes baños calientes y no bebas nada más que agua. (Una nota al margen para los fanáticos de «Mujercitas»: Louisa May Alcott vivió un tiempo en esta comunidad porque su padre fue uno de los fundadores).
Estas comunidades son una parte fascinante de nuestra historia de los Estados Unidos, especialmente considerando lo únicas que fueron unas de otras. Pero tenga en cuenta esto: son una parte de nuestra historia, no una parte de la cultura actual.
La razón es simple: fueron creados y dirigidos por personas imperfectas, caídas y pecaminosas. Y las personas que acudían a estas comunidades eran personas imperfectas, caídas y pecaminosas. Nunca alcanzaremos una utopía, un lugar perfecto para vivir, siempre que las personas imperfectas puedan comenzar o vivir en ellas. La única utopía perfecta sería vivida bajo la ley de Dios. Sus leyes son perfectas, pero hemos hecho un mal trabajo cumpliendo sus leyes.
Como leemos en Romanos 3: 10-12 : » (NVI) No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda; no hay nadie que busque a Dios. Todos se han apartado, se han vuelto inútiles; hay Nadie que haga el bien, ni siquiera uno «.
Hay una «utopía» en el futuro de aquellos que siguen a Cristo, pero solo viviremos en ella cuando vivamos en Su presencia en Su Reino eterno. Hasta entonces, déjame sugerirte lo siguiente:
En lugar de escapar para iniciar una comunidad utópica, participe en la cultura en la que se encuentra. Asóciese con la familia de su iglesia para participar e interactuar con las personas de su comunidad. No tienes que abrazar todo en la cultura, sino por tu presencia, al vivir para Cristo en el poder de Su Espíritu, puedes infundir esa cultura con el Evangelio.
Sé Jesús a los que te rodean.
