TEXTO: 1 TESALONICENSES 4:11-12 y que procuremos tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, 12 a fin de que os conozcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.
Cuando hablamos de progresar en la vida generalmente nos enfocamos en lo material, en lo económico, y es importante comprender que como familia cristiana no podemos caer en el error de medir nuestro progreso a la manera del mundo, pues la palabra de Dios nos muestra como debe ser la manera que nosotros los cristianos debemos evaluar nuestro progreso:
El progreso de nuestra vida no tiene que estar por sobre la felicidad de nuestra familia, no debe traer tristeza ni amargura a nuestro hogar (Proverbios 10:22) La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.
El progreso de nuestra vida no tiene que ser a costa de nuestra salud física y emocional ni de nuestro crecimiento espiritual (3 Juan 1:2) Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
Como lo vimos en el texto que leímos para comenzar, nuestro Dios quiere que trabajemos con esfuerzo, que tengamos la valentía de emprender negocios, y que eso nos permita tener tranquilidad en nuestra familia, que podamos vivir de manera honrada y que no tengamos necesidad de nada.
Es por eso que es muy importante que reconozcamos LOS ENEMIGOS DE NUESTRO PROGRESO es decir, todo aquello que no nos permite hacer realidad la vida que Dios quiere para nosotros como familias cristianas.
Muchas veces pensamos que los enemigos de nuestro progreso son solamente factores externos: La condición económica de nuestros padres, la falta de oportunidades en la sociedad, el tipo de personas con las que nos hemos rodeado, etc, pero en realidad los mayores enemigos de nuestro progreso están e n nosotros mismos, en las decisiones que tomamos y nuestras actitudes.
FRASE: La verdadera pobreza no está en la falta de dinero, sino en la falta de voluntad para mejorar
FRASE: La pobreza no es hereditaria, es el resultado de decisiones y acciones individuales
VEAMOS ENTONCES EN LA PALABRA DE DIOS CUÁLES SON ESOS TRES ENEMIGOS DEL PROGRESO DE NUESTRA FAMILIA:
I) PRIMER ENEMIGO: CREER QUE PODEMOS TENER VERDADERO PROGRESO ALEJÁNDONOS DE LOS CAMINOS DE DIOS
(JEREMÍAS 17:13) ¡Oh Jehová, esperanza de Israel!, todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.
Lastimosamente uno de los errores más grandes y más comunes que las familias cristianas cometemos es pensar que para progresar como familia necesitamos dedicar más tiempo a los afanes de esta mundo, llegar a creer que poniendo como prioridad nuestro progreso, que poniendo como prioridad nuestros negocios vamos a prosperar y nos irá mejor en la vida.
Pero se nos olvidan las palabras de nuestro Señor Jesucristo en las cuales nos enseña cuál debe ser la principal prioridad de nuestra vida (Mateo 6:33) Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Se nos olvida que el verdadero progreso de la familia cristiana no radica solamente en lo material, sino en vivir bajo la bendición de Dios, y que los afanes de la vida pueden producir prosperidad pero ahogan los frutos del Señor en nuestra vida (Lucas 8:14) La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.
II) SEGUNDO ENEMIGO: LA HARAGANERÍA Y LA FALTA DE ESFUERZO PARA SUPERARNOS EN LA VIDA
(Jueces 18:8-9) Volviendo, pues, ellos a sus hermanos en Zora y Estaol, sus hermanos les dijeron: ¿Qué hay? Y ellos respondieron: 9 Levantaos, subamos contra ellos; porque nosotros hemos explorado la región, y hemos visto que es muy buena; ¿y vosotros no haréis nada? No seáis perezosos en poneros en marcha para ir a tomar posesión de la tierra.
Seguramente muchos de nosotros hemos conocido personas que dicen “Estoy orando para que Dios me prospere” “Estoy orando para que Dios abra puertas” “Estoy orando para que el Señor traiga la bendición a mi vida” pero en realidad esas frases son solamente excusas espirituales para encubrir la realidad: NUESTRA FALTA DE ESFUERZO Y NUESTRA HARAGANERÍA.
Seguramente a muchos cristianos el Señor les diría las mismas palabras que encontramos en el versículo 9: “¿Y VOSOTROS NO HARÉIS NADA?”, pues muchas personas quieren prosperidad, quieren progresar en la vida, quieren tener una vida mejor pero NO QUIEREN HACER NADA viven bajo la ley del MÍNIMO ESFUERZO. Tenemos que comprender que nuestro Dios nos respalda y nos ayuda pero también quiere que nosotros seamos esforzados y valientes para superarnos en la vida (Josué 1:9) Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
III) TERCER ENEMIGO: LA FALTA DE SABIDURÍA PARA COMPRENDER LOS TIEMPOS EN QUE VIVIMOS Y LAS OPORTUNIDADES DE DIOS EN NUESTRA VIDA
(1 Crónicas 12:32) De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.
Traducción Dios Habla Hoy (DHH) De la tribu de Isacar, gente experta en conocer los tiempos para saber lo que Israel debía hacer, doscientos jefes con todos los hombres de su tribu bajo sus órdenes.
Traducción Reina Valera Contemporánea (RVC) De los hijos de Isacar, doscientos jefes, cuyas palabras eran respetadas por todos sus parientes, pues sabían cuándo actuar y qué debía hacer Israel.
Traducción Reina Valera 1977 (RVR1977) De los hijos de Isacar, doscientos principales, expertos en discernir las oportunidades y saber lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.
Lastimosamente uno de los grandes enemigos de nuestros progreso es no tener la sabiduría de discernir o comprender los tiempos en nuestra vida, y cuando no discernimos los tiempos tomamos decisiones equivocadas, pues tenemos que comprender que un buen proyecto, un buen plan o una aparente buena decisión realizada en el momento equivocado NO DARÁ LOS RESULTADOS ESPERADOS.
Es por eso que muchas veces encontramos personas frustradas y con proyectos de vida fracasados por haber avanzado cuando no era tiempo o por haberse quedado quietos cuando era el momento de avanzar, tenemos que comprender que HAY UN MOMENTO PARA ORAR Y HAY UN MOMENTO PARA AVANZAR, tenemos que pedir a Dios la sabiduría para discernir el momento oportuno (Éxodo 14:15) Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se marchen.
Tenemos que comprender que las buenas oportunidades llegan en la vida, pero tenemos que tener la sabiduría de Dios para reconocerlas, y la fe y la valentía para aprovecharlas (Eclesiastés 9:11) Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. Tenemos que comprender que todo lo que queremos en la vida tiene su tiempo y su momento oportuno, solamente tenemos que tener la sabiduría y el discernimiento para reconocerlo (Eclesiastés 3:1) Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
CONCLUSIÓN: Al mantenernos firmes en nuestra fe, perseverar en el trabajo honrado y estar atentos a las señales de Dios, podemos avanzar hacia el progreso que Él desea para nuestras vidas y para nuestras familias. Que la sabiduría y la guía del Señor nos acompañen en este camino hacia un futuro próspero y bendecido.