Estamos creyendo por la salvación de tus hijos, declarando que llegarán al conocimiento de la verdad, que tendrán una experiencia con el Señor y le entregarán su vida a Jesús. La instrucción que hemos recibido de parte del Señor, es orar por los hijos apartados de aquellas personas que sí le sirven al Señor.
“15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” Josué 24:15
Tú no puedes obligar a tus hijos a servirle a Dios. Nadie puede prometerte que tus hijos le servirán a Dios. Hay situaciones, y cada uno toma sus decisiones. La salvación no es algo grupal, sino individual. Pero, como padres, hay promesas particulares que Dios nos ha dado; Y, cuando Dios promete algo a un padre, a una madre, sus hijos tienen derecho y acceso a esa bendición, a esas promesas. Las promesas de Dios son reales; Y, aunque tú no puedes obligar a tus hijos a servirle a Dios, sí puedes orar y creer que las promesas que Dios te ha dado a ti para ellos, son generacionales, y que verás un efecto en la vida de ellos.
Tú no puedes obligar a nadie a servirle a Dios, pero alguien tiene que comenzar. La persona que comience será el factor importante que provocará que salvación llegue a ese hogar. Eso sí lo podemos asegurar. La salvación de tus hijos inicia contigo, inicia con tú creerle a Dios, inicia con tú tomar actos de fe, con tu vida y ejemplo. Ese efecto multiplicador de lo que Dios está haciendo con tu vida, se transfiere a tus hijos. Tus hijos tendrán que tomar su decisión propia, pero una buena decisión tuya puede provocar la salvación de toda tu casa.
Si hay algo que nos muestra esta confesión de Josué, es que tenemos autoridad para declararlo y creerlo; Y le servimos a un Dios tan bueno, que Él va a permitir que lo veamos. Físicamente, no puedes arrastrar a tus hijos a la iglesia, pero en el mundo espiritual, tú sí tienes el poder y la autoridad de atar a tus hijos a una palabra. Y es ahí donde tú no puedes desmayar.
La Biblia nos habla de una dama que, por causa de una decisión de ella, su padre, su familia se salva; Y, si funciona para un lado, funciona para el otro. Los espías enviados por Josué llegan donde Raab, y ella decide ayudar a los espías, ayudando así al pueblo de Israel a obtener la victoria en contra de Jericó, y eso provoca que ella y la casa de su padre fueran salvados, cuando todo sería destruido.
Tú no puedes desmayar en medio de tus situaciones y dificultades. Tú no puedes obligar a nadie a servir a Dios; Tus hijos tienen que recibir esa convicción personal; Tú no puedes creer por ellos en el sentido de que no puedes creer en lugar de ellos, lo que sí puedes es creer por ellos en el sentido de que puedes creer por que sean salvos; Tú no puedes creer en lugar de ellos, pero sí a favor de ellos. Y tu influencia, de alguna u otra manera, va a provocar que haya un milagro en sus vidas y ellos reciban salvación.
Quizás tú hoy te has dado ya por vencido. Fíjate que la declaración de Josué es una muy importante, porque él lo que dice es: Allá otra gente le va a servir a otros dioses, otros se han rendido, pero yo y mi casa le vamos a servir al Señor; Yo voy a creer por la salvación de mis hijos. Y este es el reto que te hacemos hoy: Que tú te atrevas a creer, que seas el primero en tu casa, y que ores por la salvación de tus hijos.
Si todavía no nos has hecho llegar los nombres de tus hijos para orar contigo por ellos, oprime aquí y llena la forma. Recibirás respuesta en tu correo electrónico y sabrás que hemos estado orando por ellos, creyendo contigo por su salvación.
Hay algo más que hacemos en nuestra iglesia en este tiempo, y queremos invitarte a que te unas si así Dios lo pone en tu corazón. Para nosotros, ese tiempo de Semana Santa para el que nos estamos preparando, es uno muy fértil para las almas, para evangelizar y llevar la Palabra del Señor. Creemos, además, que este es un tiempo fértil para sembrar nuestra mejor semilla; Es un tiempo en que celebramos que se sembró la semilla más grande jamás sembrada, y 3 días después resucitó. Por esto, venimos con lo mejor de nosotros a presentarnos delante del Señor, y queremos incluirte a ti en este tiempo. Si además de creer por la salvación de tus hijos, estás creyéndole a Dios por un milagro en tus finanzas, te invitamos a unirte a nosotros en este acto de fe. Oprime aquí y siembra tu mejor ofrenda en este tiempo fértil, y te incluiremos en un tiempo de oración especial por que se desate multiplicación sobre esta semilla, de manera sobrenatural.